El País y El Mundo critican la violación a la libertad de prensa

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Judith Miller a la cárcel… y a las páginas de opinión

Periodista Digital, Viernes, 8 de julio 2005
Judith Miller se ha convertido en “una heroína involuntaria de la libertad”, como titula El Mundo este viernes en sus páginas de opinión. La prensa de los países democráticos clama al cielo por el encarcelamiento de la periodista del New York Times que se niega a revelar sus fuentes ante un tribunal. El sentir general queda perfectamente descrito en la siguiente frase de un lector de ese diario: “Países que encarcelan periodistas: Irán, Cuba, Siria y Estados Unidos. Ahora sólo piensen en la compañía que tenemos”.

El País habla en editorial este viernes sobre la libertad de prensa. Titula “Proteger las Fuentes”, y cuestiona los valores democráticos de Estados Unidos: “Que un periodista deba ir a la cárcel por no desvelar su fuente de información no es algo sobre lo que una sociedad democrática pueda sentirse satisfecha”.

También El Mundo le dedica un espacio en su sección de opinión, donde llama a Miller “una heroína de la libertad de informar y un ejemplo para la ética de su profesión”. Recuerda el recientemente recuperado Watergate, y el papel fundamental que en aquel caso tuvo la protección de las fuentes de información: “uno de los episodios más ejemplares de la democracia estadounidense”, en contraposición con el actual.

El propio New York Times escribía este jueves un editorial sobre el encarcelamiento de su redactora: “Judith Miller va a la cárcel”. En él defendía la ejemplar decisión que tomó, diciendo que “desearíamos que no hubiese tenido que tomar esa decisión, pero estamos convencidos de que ha hecho lo correcto”, refiriéndose a su negativa a revelar las fuentes, a pesar de la pena de cárcel que ya está cumpliendo. “Está anteponiendo su libertad a otra libertad mayor, la de la prensa”, celebran.

{sumario}Los lectores también han mostrado su apoyo, con una avalanche de cartas al NYT, sin embargo, también hay quien opina lo contrario{/sumario}El periódico le dedica unas líneas, también, a Matthew Cooper, de la revista Time, que estuvo en la misma situación de Judith hasta que en el último momento reveló su fuente, con el acuerdo de ésta: “la semana pasada Time decidió, pese a las protestas del señor Cooper, desvelar los documentos que pedía el juez que revelaba sus fuentes confidenciales. Desaprobamos profundamente esa decisión”.

Los lectores también han mostrado su apoyo, con una avalanche de cartas con comentarios como los siguientes: “Estoy orgulloso de ser un lector del New York Times” y “Les agradezco, especialmente a Judith Miller, el valor de anteponer los intereses de la democracia a sus libertades personales”.

Sin embargo, también hay quien opina lo contrario: “los médicos no tienen absoluta confidencialidad con sus pacientes, ni los abogados con sus clientes, ¿por qué los periodistas deberían tener esa protección con sus fuentes? Ustedes esperan más libertad que las demás profesiones y no necesitan esa absoluta libertad para realizar su trabajo”.

La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) también hizo públio un comunicado al respecto: “Hoy es un día sombrío para la libertad de prensa, en Estados Unidos y en el mundo. Esta sentencia inédita, absurda y desproporcionada, contra una periodista que no ha hecho otra cosa que respetar una prerrogativa profesional, constituye una violación del derecho internacional, un peligroso precedente y una muy mala señal, enviada por Estados Unidos al resto del mundo. Estados Unidos, en tanto que miembro de la Organización de Estados Americanos, tiene que respetar los textos aprobados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuya declaración de principios sobre la libertad de expresión establece claramente que "todo periodista tiene derecho a la no divulgación de sus fuentes informativas (artículo 8)"”.