Barroso deja la Secretaría de Comunicación

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Zapatero se queda sin fontanero

Periodista Digital, Lunes, 26 de septiembre 2005
Como ya acordó con José Luis Rodríguez Zapatero para su nombramiento, Miguel Barroso, todavía secretario de Estado de Comunicación del Gobierno, dejará su cargo cuando se cumpla el ecuador de esta legislatura. Según ha adelantado el confidencial de El Mundo este lunes, Barroso le trasladó su decisión al presidente del Gobierno durante el verano. Conocido entre los pasillos de Moncloa por dirigir la política informativa del Ejecutivo socialista y lidiar con los editores que dibujan el espectro mediático español, Barroso también ha trascendido, a pesar de su discreción, por su vida sentimental cerca de las filas socialistas.

La carrera política de Barroso comenzó en 1982, como jefe de Prensa del entonces ministro de Educación, José Maria Maravall.

Su capacidad de distanciarse de los problemas y frivolizar en los momentos críticos, le granjearon también la simpatía de Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue uno de los que aconsejó a Felipe González, recurrir a Barroso para preparar los debates que tuvo con Aznar en el Congreso. Por aquella época, Barroso estaba ya trabajando en FNAC. {pag}

Su incorporación al equipo de José Luis Rodríguez Zapatero no llegó hasta diez años después, durante la campaña de las autonómicas y municipales de junio de 2003. Según revela Luisa Casal, fue entonces, en el momento en que José Blanco, secretario de Organización del PSOE, le preparaba el finiquito, cuando ZP anunció que había que había decidido contar con Barroso en lo sucesivo: "No sólo no vas a prescindir de él, sino que le vamos a habilitar un despacho cerca del mío, el de cualquier secretaria de la planta".

La complicidad de Barroso con Rubalcaba se había hecho extensiva en los noventa a José Miguel Contreras, quien fuera socio del hoy secretario de Estado de Comunicación en una empresa de medición de audiencias, GECA Consultores SA, en la que también participaba Mario García de Castro, actual director de Gabinete de la directora general de RTVE , Carmen Caffarel.

Los medios de comunicación santificaron la relación entre Rubalcaba y los ‘migueles’ -Contreras y Barroso- a los que se atribuían todo tipo de estrategias refinadas para zancadillear al PP. El momento en que esa amistad se rompe es conocido, como también el motivo.

Hay quien sostiene que la condición de interlocutor con el Grupo PRISA, que Zapatero atribuye a Barroso, no agradaba a Rubalcaba, quien siempre ha tenido línea directa con Polanco y Cebrián.

La decisión más importante que se atribuye Barroso desde su puesto en La Moncloa es la de seleccionar, junto a José Miguel Contreras, el equipo directivo del Ente RTVE en la nueva etapa. Un grupo de profesores de la Universidad Rey Juan Carlos tomó el mando: Caffarel y su director de Gabinete, Mario García de Castro, auténtico responsable de las decisiones más importantes de la directora general, desde dentro; y José Miguel Contreras, desde fuera, empujando a la productora Globomedia a ganar cuota de mercado, utilizando para ello programas como 59 Segundos y la parrilla de la televisión pública.

En Moncloa, la división del trabajo ha estado hasta ahora muy compartimentada y cada cual se dedicaba a su parcela: Julián Lacalle bregaba con los periodistas de a pie, Javier Valenzuela sobrevivía con en la información exterior, y Angélica Rubio -que ZP se trajo del periodismo leonés- ejercía de asesora personal y conciencia crítica del presidente.

Barroso, que no ha hecho un equipo de colaboradores cohesionado, es el caballero de las ‘operaciones especiales’, y -entre otras cosas- se dedica en cuerpo y alma a lograr que ZP se lleve muy bien con Pedrojota.{pag}

También con el Grupo Prisa, aunque ahí el trabajo está hecho. Asimismo, labora para que la relación sea razonablemente buena con todos los editores, excepto con la COPE, que considera "irrecuperable". Revela Elconfidencial.com que -oh sorpresa- Federico Jiménez Losantos y Barroso han empezado a tomar café juntos.

Barroso reinaba sin rival en la política informativa de Moncloa, pero en el horizonte comienzan a perfilarse personajes que podrían hacerle competencia, si las cosas empiezan a marchar mal para Zapatero. El más conocido es Garcia Ferreras, actual director de comunicación del Real Madrid y ex director de informativos de la Cadena SER.

Hace justo una semana, el siempre bien informado Jesúis Cacho escribía que la gente con mando en plaza en los grupos mediáticos todavía no sale de su asombro, perpleja con la cintura y el talento mostrado por Miguel Barroso y Francisco Ros, (Lorca, 55), su homólogo de Telecomunicaciones, artífices por parte del Gobierno del magno acuerdo alcanzado con los patronos de la comunicación y el entertainment en torno al definitivo reparto de la tarta televisiva y su negocio anejo, la publicidad.

Sin duda, el golpe más inteligente de los desplegados por el Gobierno ZP desde que está en el poder y el que mayor influencia está llamado a tener en el reparto del poder político futuro. Con el PP fuera de juego, Zapatero se asegura la pax mediática para el resto de la legislatura y consolida sus opciones para volver a ganar en 2008. Un golpe maestro. {pag}

Según escribía Cacho en El Mundo, las hostilidades estallaron entre el 20 y el 22 de junio pasado, cuando por el despacho de Paco Ros en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, y ante Miguel Barroso («me ha impresionado su capacidad para disfrazar permanentemente la verdad y, sobre todo, para sonreírte mientras te asesina»), fueron desfilando los distintos grupos -Antena 3, Telecinco, Sogecable, Veo TV y Net TV- para ser informados de que el Gobierno se disponía a autorizar al Plus de Polanco la emisión en abierto las 24 horas del día saltándose la ley a la torera y, además, iba a sacar a concurso una nueva licencia analógica, que todos saben que irá a parar a un grupo de amigos de la causa, amigos de Barroso y del propio Zapatero: Contreras (Globomedia) y Roures (MediaPro), con el grupo Zeta de Asensio júnior como necesaria tapadera, y seguramente también el Grupo Godó (La Vanguardia) para que Cataluña pueda bailar satisfecha la sardana de esta dádiva del ministro Montilla.

La afrenta a Telecinco y Antena 3 no podía ser mayor. El Gobierno ponía en liza a dos nuevos competidores en el reparto de la tarta publicitaria. Para Veo TV (Unedisa y Recoletos) y Net TV (Vocento), el daño era irreparable: sin posibilidad de emitir en analógico, el Ejecutivo dilataba sine die la entrada en vigor de la Televisión Digital Terrestre (TDT) y, además, les dejaba con un único canal cuando ello ocurriera, mientras sus competidores pasarían a disponer en ese momento de un múltiplex de cuatro. «Además de negarnos el presente, nos expropiaban el futuro». {pag}

Todos y cada uno de los cinco grupos salieron crispados de aquellas reuniones, hasta Sogecable. Como gran responsable del éxito de Rodríguez el 14-M, Jesús Polanco se considera con todo el derecho para cobrarse el precio de tan singular favor, y le indigna que, por guardar las formas, Montilla quiera colarle un competidor más, dispuesto a luchar con él por las sobras del mercado publicitario que dejan libre Antena 3 y Telecinco. Una faena.

El Consejo de Ministros del 24 de junio convalidó una de las mayores arbitrariedades de la historia de nuestra democracia, y son ya unas cuantas. Con el partido perdido por goleada, Jesús Cacho afirma que Pedrojota Ramírez lanzó una clara amenaza al Gobierno que puso nervioso a Zapatero.

Escribe Cacho que ZP llamó a Barroso y le dijo: «¿En qué lío me has metido?».

De decir digo donde dije Diego se iban a encargar los arriba citados: Barroso, como actor intelectual encargado de llevar a cabo los deseos de ZP, y Ros, como el experto obligado a encajar las soluciones técnicas en el esquema del café, copa y puro para todos. «Al día siguiente nos convocan a todos los grupos para una segunda ronda de visitas en el despacho de Ros».

Escribe Jesús Cacho:

La traca de Pedrojota había hecho pupa. También las demandas judiciales en cuya preparación estaban ya trabajando Antena 3 y Telecinco.Barroso, el hombre en gris, despliega todo su encanto conciliador el lunes 27 y el martes 28: paloma con la rama de olivo, el Ejecutivo está dispuesto a reconsiderar su posición y llegar a un pacto que satisfaga a todos: pónganse de acuerdo y elijan la fórmula que quieran.

El Gobierno endosará ese acuerdo, siempre que sea unánime. «Y propone que nos repartamos el espectro como buenos amigos hasta el momento del apagón analógico y, a partir de abril de 2010, vayamos todos con un múltiplex de cuatro canales. Y que seamos buenos, haya paz y renunciemos a pleitos e impugnaciones aceptando el regalo a Polanco, lo que nunca se ha puesto por escrito, cierto, pero que está implícito en el do ut des del pacto».

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Desde hacía mes y pico los capos de la patronal del sector, Uteca, tenían comprometida una recepción en Moncloa con Zapatero para el 29 de junio que, de pronto, adquirió importancia capital.De modo que, en la noche del martes 28, Castellanos, Lara, Echevarría, Bergareche y Javier Díez Polanco (JDP) se reunieron a cenar en la terraza del Ritz.

JDP dice que no está dispuesto a firmar nada. Que no hay acuerdo, a menos que, antes de levantarse, los reunidos se comprometan a no llevar a los tribunales lo del Plus. Y como nadie dice nada, el sobrino de Polanco rompe la baraja.

Con estos antecedentes, la reunión en Moncloa resultó totalmente vacía de contenido.Tras medio día de descanso, el jueves 30, Barroso volvió a la carga con una tercera ronda (que culmina el 6 de julio) de encuentros.El hombre de confianza de ZP vuelve a emplearse a fondo, pero esta vez casi en exclusiva con Sogecable. El miércoles 6 estaba convocado el consejo mensual de Uteca.

La noche del 5, Barroso se dedica a mandar mensajes con el diseño final de la componenda que, en forma de Real Decreto sobre el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre, será aprobado el próximo 29 de julio en Consejo de Ministros, y que consta de dos grandes patas: acuerdo para el reparto, sobre el cadáver de Quiero TV, del espectro digital disponible hasta el apagón analógico (21 canales que podrían estar listos antes de Navidad), y pacto para que, tras abril de 2010, cada uno de los grupos disponga de «un múltiplex digital de cobertura estatal».

El consejo de Uteca se supera sin altercados. El jueves 7, mientras las bombas explotan en Londres, los grupos comienzan a desfilar por Moncloa, un premio que Barroso concede a los buenos chicos del sector, capaces de ponerse de acuerdo gracias a sus desvelos.

 « El reparto del espectro cierra el sector para muchos años. Venga el Gobierno que venga.

No cabe un jugador más. Acuerdo de calado político evidente, que deja al PP fuera de juego a la hora de moldear los mensajes políticos futuros, de formar opinión pública y, por tanto, de orientar el voto.

Conclusión: los hay que pueden perder el corazón, pero que no pierden nunca la cabeza.