Ver la tele ya no es gratis

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El Product Placement inunda la tele

Periodista Digital, Martes, 18 de octubre 2005
¿Recuerdan ‘El show de Truman’? La mujer de Jim Carrey cortaba una acalorada conversación matrimonial para mirar a cámara y decir la frase que anunciaba un cuchillo de cocina. Por muchos pequeños y fugaces rótulos que pongan en pantalla advirtiendo que asistimos a una “autopromoción”, a todos nos toman por Truman... o por algo peor. Series y programas se llenan de anuncios, que entran por nuestros ojos y sin ser advertidos de ello.

Según un estudio de TNS Audiencias de Medios en el programa de cocina de Karlos Arguiñano aparecen siete electrodomésticos con la marca Fagor, envases de Carbonell, Forlasa, Sos y Louis, cuchillos Arcos. El estudio alerta que la marca La Jarra, la marca Brita, y la vitrocerámica Fagor son los productos que más veces aparecen ¡Más de 600 veces en la serie de tiempo estudiada!

Bainet, la productora de Karlos Arguiñano, es la que más espacios emite con publicidad encubierta. Sus programas “Bricomanía” o “Decogarden” alcanzaron en el mes de septiembre 63 y 58 presencias de marcas comerciales cada uno. Las marcas estuvieron en pantalla durante 35 minutos en el programa de cocina y durante 30 en el de jardinería.

Teleseries

Las autopromociones, como otros tantos insultos a nuestra inteligencia que hemos asumido dócilmente como parte de un tinglado audiovisual de descarado mercadeo, llegaron con las privadas. ‘Farmacia de guardia’ se convirtió en un escaparate publicitario en cuyo interior se desarrollaban las “complicadísimas” tramas de la familia Cano.

Llegó después ‘Médico de familia’ y la Juani, que entre aullidos y gritos nos aconsejaba una marca determinada de leche o el arroz que no se pasa. A día de hoy, la publicidad encubierta se ha desmaquillado del todo para disparar a bocajarro en la mente del ya nada inocente espectador que se sienta en el sofá a disfrutar de su serie favorita.

En ‘Hospital Central’ dos doctores salen al principio de la serie (¿o es un terreno neutral, entre el publicitario y el de ficción?) bebiendo una marca de agua mineral y aconsejándosela al paciente-espectador enfundados en la meritoria bata blanca de sus personajes.

El estudio de de TNS Audiencia de Medios revela que la que más ‘product placement incluyó fue “A tortas con la vida” de Antena 3 con 16 presencias de productos.

En Telecinco: Hospital Central, con 12 Y Motivos Personales con 9.

En TVE: Abuela de verano con 10 y Cuéntame no cuenta con ninguna presencia.

(El estudio no las muestra pero se han podido ver en otras ocasiones, marcas de electrodomésticos y televisores que, comercializados en los 70, siguen disponibles aún hoy en las tiendas).

En el cine

El “Porduct Placement” era un invento del cine para subvencionar películas. Ejemplos: En ‘Blade Runner’ vemos una nave que pasa junto a un inmenso rótulo de Coca Cola o Tom Hanks trabaja y sobrevive gracia a FedEx en ‘Náufrago’. En la ‘Terminal’, dirigida por Spielberg, se construyó en estudio un simulado aeropuerto cuyas falsas tiendas son invadidas y financiadas por marcas comerciales de verdad.

Sin embargo, en el cine la cosa ha sido siempre más estética que en la tele. Más digna. Los actores no se chocarán con Ronald McDonalds, ni Forrest Hanks se dirigirá a la cámara diciendo lo rica que está la Pepsi. El cine todavía demuestra parte de esa vergüenza que la tele ha perdido por completo y que otras artes conservan casi íntegramente.

Ahí está el genio cínico y pesetero de Warholl para demostrarlo: con una sopa Campbell descontextualizada abrió nuevas e imprevisibles fronteras para el “arte”. El pestilencial ‘Aquí hay tomate’, que tan bien ha rentabilizado irónicamente la obra más famosa de Warholl, cuenta con un atrezzo de lo más embaucador patrocinado por tiendas tipo Popland de las zonas mas hippies de Madrid. ¿Quién patrocina a quién?

En televisión asistimos a esta simbiosis sin pedirle cuentas a nadie. No hay que engañarse: ver la tele ya no es gratis.