Humor a costa de los inmigrantes

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La COPE crispa a los creyentes

Periodista Digital, Lunes, 24 de octubre 2005

La COPE se ha tomado con bastante humor la tragedia humanitaria de Ceuta y Melilla. Los recientes hechos de la frontera hispano- marroquí, en la que casi una decena de inmigantes perdieron la vida y cientos se vieron abandonados en el desierto sin comida ni agua, son un arma válida para atacar a Zapatero. Parece que todo vale para la emisora de la Conferencia Episcopal que, lejos de defender los valores cristianos, parece reírse del drama humano de cientos de personas, que deberían estar por encima de rencillas o desavenencias políticas.

En sendos "gags" humorísticos, el espacio humorístico insertado en el programa de Jiménez Losantos, parodian la situación de los inmigrantes. Un día con una versión de la popular "Vamos a la playa". La letra no tiene desperdicio: "La vaya estaba repleta, por eso yo la salté, y luego poli de Ceuta me ha invitado a canapé. Cógete pañuelo, póntelo, vamos para España, que da pensión". Luego continúa "cógete el turbante y póntelo, vamos para España a Marina d'Or". Más ironías que muestran el conocimiento de los de la COPE sobre los musulmanes a los que atacan, en un fragmento de la canción afirma en boca de un musulmán "me gusta el jamón", cuando el cerdo está prohibido por el Corán.

Pero por si no fuera suficiente, otro día volvieron a la carga. En esta ocasión, es la retrasmisión de una supuesta prueba de salto de vallas, cómo no, en la frontera. "Nada más y nada menos que seiscientos mil inmigrantes apostados junto a la valla". Y las mueres presentadas como cheer leaders, descritas como "de doscientos kilos cada una con su burka y todo". Pero los inmigrantes no son suficientes, los militares también son objeto de las críticas: "ese material militar de altísima precisión, saco para dormir a cielo abierto, ese termo de café, la porra y el Zetmed descargado". Porra que luego aclara, es para desayunar, que la buena se la robó "un subsaha". Y luego apostilla hablando con un ficticio soldado Peláez: "Es el único ejército que va a guardar una frontera sin armas, es como si usted va a hacer una retransmisión y en vez de llevar micrófono habla por un botellín de agua". La radio de la Conferencia Episcopal, se interpreta, quiere que se usen las armas contra los inmigrantes.{pag]

{ladillo}Tónica grosera y burda de ataque fascista{/ladillo}

En respuesta a los contenidos radiados en el programa de Jiménez Losantos hace días, las Comunidades Cristianas Populares del Estado Español han iniciado una campaña de protesta contra la COPE. Su acción se centra en enviar cartas a la Conferencia Episcopal para protestar por su humor, que considera "muy grave, ya que se trata de la vida y la muerte de cientos de personas". Los grupos consideran que la cadena ha dado un paso más en "su tónica grosera y burda de ataque fascista a cuanto quieren", según la carta de los grupos. En la misiva que anexan para que sea enviada a Ricardo Blázquez, Presidente de la Conferencia Episcopal, y a Juan Antonio Martínez Camino, Director de la Cadena COPE, se dice textualmente:

Es muy poco evangélico, Monseñor, hacer burla del sufrimiento de los seres humanos. Se puede tener la opción política que se desee, se puede optar por una u otra forma de sociedad, se pueden priorizar unos u otros valores. Pero nunca se pueden utilizar la muerte y las lágrimas de nuestros semejantes para hacer bromas de mal gusto. Podemos aceptar, aunque atente contra el buen gusto, los numerosos programas en los que esta Cadena critica de una forma grosera a políticos y personajes públicos, pero en esta ocasión, al traspasar la barrera de la ética, nos sentimos dañados en nuestra integridad como seres humanos. No es lícito usar la muerte y el sufrimiento de mujeres y hombres  trivializando esta realidad para no sentirnos interpelados por ella.

La Conferencia Episcopal, salvo honrosas excepciones, no ha tenido la gallardía, Monseñor, de tomar una postura beligerante y activa ante  el drama humano que supone la inmigración en nuestro país.

No se puede compatibilizar el hablar, por una parte, de Jesús de Nazaret y, al mismo tiempo mantenerse en silencio ante esta realidad de muerte. No se puede autotitularse como "pastores del pueblo de Dios" cuando no están ustedes defendiendo a los más débiles de ese pueblo. Ese Reino de Dios por el cual clamamos cada día pidiendo que "venga a nosotros", no se acerca con actitudes como las suyas.

Es sorprendente ver en las calles de nuestras ciudades a nuestros obispos manifestándose a favor de la familia mientras no mueven ni un  solo dedo ante las guerras, ante el dolor, ante la injusticia ni ante la muerte.