Los micros no estaban cerrados

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Zapatero in fraganti

Periodista Digital, Lunes, 28 de noviembre 2005

In fraganti. Así es como pillaron este lunes los medios de comunicación al presidente  Zapatero. Minutos antes de que S.M. el Rey don Juan Carlos pronunciase el discurso de apertura de la cumbre Euromediterránea de Barcelona, los micrófonos de la sala recogieron la charla entre Zapatero y el Director de Exteriores de Moncloa, Carles Casajuana. Con los micrófonos abiertos, el presidente - que los creía cerrados - trasladó a Casajuana la necesidad de cerrar como fuera un texto como objetivo de la cumbre.

"Los textos no van muy bien, estamos intentando cerrar algo" le explicaba Casajuana al presidente. "Hay que cerrarlo como sea, ¡vamos!"  replicó Zapatero.

También se ha podido escuchar al asesor de Zapatero cómo le decía al presidente: "Igual te tengo que pedir que hagas una gestión con Tony Blair, ellos están por tirar la toalla".

Casajuana se acercó al presidente.
 "Ahí lo que tenemos que buscar es algún momento para que te vayas a entrevistar con algún palestino, Abu Mazen, y alguno más si quieres".
En ese momento, Zapatero asiente con un sonido de aprobación.

"Porque si no –añade Casajuana– vas a estar aquí cuatro horas seguidas y te vas a aburrir mucho". "Bueno...", responde Zapatero entre las risas de su asesor, "depende de lo que digan".

Los micrófonos permitieron además escuchar al mismo asesor valorar la actitud de los israelíes: "Lo que pasa es que los israelíes están intratables y no aceptan un texto desde hace seis meses y los otros están tan tranquilos porque dicen que es culpa de Israel".

De igual forma, Casajuana comentaba a Zapatero que quizás habría que buscar un momento para que él pudiera reunirse con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, y con "alguno más". Zapatero y el presidente palestino fijaron posteriormente una entrevista.

Las frases escuchadas -antes del discurso de inauguración del Rey- evidenciaban que la Cumbre Euromediterránea podía acabar en un fracaso, sobre todo en lo que tiene que ver con la definición de terrorismo. Ya en las sesiones de preparación, celebradas el fin de semana, no se llegó a ningún tipo de acuerdo.

La insistencia de las delegaciones siria, libanesa y argelina por incluir una alusión a los movimientos de resistencia, pretensión inaceptable por parte europea, retrasó el acuerdo y obligó a los negociadores de la UE a buscar fórmulas imaginativas para superar el escollo, que amenaza con aguar el texto y dejarlo en un acuerdo de mínimos.

Según fuentes diplomáticas, los problemas residían, por un lado, en el conflicto palestino-israelí y, por otro, en la percepción que cada parte tiene de la lucha contra el terrorismo. Se trataba, en definitiva, de ver cómo se definía el conflicto y cómo se trataba el problema de la ocupación israelí dejando claro, simultáneamente, que no cabe justificación alguna para el terrorismo.