Un grupo de expertos en
periodismo y ética señalaron hoy que la precariedad en la profesión
está poniendo en peligro el desempeño de esta labor, que se salva
gracias a algunos casos de auténtico heroísmo.
"La gran revolución ética y de calidad en el periodismo
latinoamericano aparecerá cuando haya criterios de justicia para los
salarios de los periodistas", declaró el colombiano Javier Darío
Restrepo, consejero rector de la Fundación Nuevo Periodismo
Iberoamericano (FNPI).
En su ponencia durante el primer Encuentro Internacional de
Periodistas, que aborda el tema: "Etica y nuevas responsabilidades
del periodismo contemporáneo", Restrepo utilizó varios informes de
organismos y universidades de la región que exponen datos
escalofriantes.
A partir de ellos dijo que hay lugares en Bolivia donde el
salario mensual de un periodista es de 45 dólares al mes, que el 89
por ciento de los profesionales de la información trabaja en
condiciones precarias, y que hay lugares en que se puede equiparar
la profesión, en términos de ingresos, a la de un taxista.
"Sólo existen casos meritorios y heroicos de periodistas
ejemplares que, con tal de mantener su independencia, parecen
dispuestos a todo", indicó.
Citó casos de periodistas que tienen otros trabajos para
conseguir un ingreso adicional que les permita sobrevivir sin
aceptar sobornos.
Para Restrepo, "el deber de la profesión no puede estar ligado a
una exigencia de heroísmo", y denunció que "una información que se
hace con salarios de hambre no es una información libre".
Lamentó que en Latinoamérica la información se degradó a
mercancía y el periodista "dejo de ser guía de la sociedad" y se
convirtió en "recolector de datos" de empresarios, políticos y
gobernantes.
A los que tratan de evitar la corrupción, que definió como "una
epidemia" en el subcontinente, aludió como "minorías abrahámicas"
que espera que resistan y tengan la fuerza de la "levadura" para
animar a otros periodistas a hacerlo.
Restrepo apuntó que el periodista latinoamericano se encuentra
"entre la espada y la pared, entre el deber de informar y las muy
escasas posibilidades que les ofrece un ingreso que apenas les
permite sobrevivir".
Señaló que otras causas que están dañando a la profesión han sido
el "manejo de la pauta publicitaria oficial determinado por
intereses privados" aunque sean fondos públicos.
Lamentó que los medios de la región sean manejados con criterios
comerciales, con propietarios que "siempre se muestran
estratégicamente insatisfechos con los rendimientos".
Además atacó y consideró la idea dañina de que el trabajo
intelectual no se pague como se debe "porque no genera sudor" y
señaló que algunas organizaciones sindicales y profesionales, más
que defender a la profesión, protejan los puestos de sus asociados.
Por su parte, el periodista Alex Grijelmo, presidente de la
Agencia EFE, opinó que la ética periodística es "indivisible" y la
prensa no puede aspirar a responder a los grandes problemas éticos
sin solucionar los pequeños conflictos.
Entre las acciones éticas en el periodismo mencionó la necesidad
de diferenciar los géneros para alertar al lector del grado de
implicación del informador en los hechos que narra.
Criticó la "resistencia a la rectificación" de algunos medios
periodísticos y pidió que se combata esa tendencia para poder
corregir los errores "sin tapujos".
El académico español Hugo Aznar, catedrático de la Universidad
Cardenal Herrera, de Valencia (España), recordó que desde la caída
del muro del Berlín en 1989 se entró en el debate ético en un
compromiso mayor de los periodistas con "los derechos humanos, la
paz y la democracia".
Señaló que en España los periodistas de a pie están viviendo una
situación de deterioro sociolaboral porque en general se invierte en
tecnologías y se desinvierte en capital humano.
Este problema se agudiza por la "desvertebración profesional" que
existe, que imposibilita una defensa consistente de sus intereses
frente a las empresas.
Por ello mencionó como un importante reto para España "la unión
de los periodistas en defensa de sus valores".
El panameño Luis Botello, director para América Latina del Centro
Internacional de Periodista (ICJ), con sede en Washington, señaló
que la ética "es algo que hay que revaluar diariamente" en los
ámbitos profesionales.
Pidió "bajar de lo teórico a lo práctico" en un lamentable
contexto en el que la tendencia es hacer "un periodismo más rápido,
más ligero y más barato".