Manolo González: «Se me escapaba la vida de aquel hombre y sólo podía grabarlo»

Creí que estaba siendo egoísta por hacer una película entrando en la vida de otra persona

“Algunas obras se hacen porque se quiere, y otras porque no tienes más remedio. Éste último es el caso de mi documental, simplemente tuve que hacerlo…”

Manolo González se compró una decente cámara digital, con ayuda de sus padres, porque quería hacer una película.

Desde su balcón en el centro de Madrid, siguió con atención a un hombre que se paseaba con un desmedido número de carros de supermercado. Manolo creyó que detrás de aquel hombre, que era tocayo suyo, había una historia. Y así fue.

Durante casi tres años no dejó de grabarlo. La obra, aplaudida por público y crítica en numerosos festivales, pasa por la vida de un señor con envidiable salud y moral, descubre su deterioro físico y acaba con su muerte.

“He visto a mucha gente emocionarse viendo a Manolo y creo que de alguna forma, a todos nos afecta su muerte hasta el punto de que al acabar el documental somos algo distintos, un poquito mejores, aunque quizás esa sensación no dure demasiado, desgraciadamente”.

(Imagen del documental)

La vida de su documental «Manolo recicla», empieza tras morir su protagonista. “Se me escapaba la vida de aquel hombre y no podía hacer nada. Ni los médicos, ni nadie podía hacer nada. Y yo estaba allí, y sólo podía grabarlo.”

Si no hubiera sido por mi, hubiese muerto prácticamente sólo

¿Cómo consigue un hombre que graba, monta, fotografía y produce su documental venderlo a TVE? Es todo un logro… 

A base de insistir y presentarme a través de los premios que he ganado.

¿Cuánto paga TVE por los derechos de emisión de ‘Manolo recicla’?

A mi concretamente, 5000 euros. Me interesaba sobre todo que la gente lo viera.

Si no fuese por La 2, o quizá un canal en codificado, no podríamos haber visto tu documental. ¿Qué les diría a los que dicen que la tele pública debería desaparecer?

No creo que deba desaparecer. Debería gestionarse de una manera más coherente. Que salgan más cosas distintas.

¿No hay nadie más (como equipo) tras tu documental?

No. Salvo la música que está hecha por la banda elbicho y algunos amigos que salieron conmigo algún día. Me ayudaron a vigilar un poco porque hubo momentos peligrosos. Si bien es cierto que lo hice solo, me gustaría señalar que Guillermo (mi compañero de piso) se involucró casi tanto como yo en la historia de manolo

¿Qué momento más peligroso has vivido?

Hubo varios en los que no me dejaban grabar. Un día vinieron dos o tres marroquíes decididos a quitarme la cámara. Tuve que ponerme duro, pero me pude ir.

¿Cómo conoces a Manolo y cómo acepta tu propuesta de seguirlo literalmente hasta el final?

La propuesta no fue seguirlo “hasta el final”. La idea era hacer un pequeño documental sobre un sin techo. Aceptó bien la proposición del documental. Hasta pasados dos años no pensé que el documental podría alargarse hasta su muerte.

¿Qué se siente al grabar la muerte?

Mucha tristeza. Al ser alguien con el que compartí tanto sientes impotencia. Se me escapaba la vida de aquel hombre y no podía hacer nada. Ni los médicos, ni nadie podía hacer nada. Y yo estaba allí, y sólo podía grabarlo.

¿Hubo momentos en los que te sentiste mal, con remordimientos de entrar tan dentro de la vida de un hombre que se derrumbaba mes a mes?

Piensas de todo. En algunos momentos que me estaba metiendo demasiado. Creí que estaba siendo egoísta por hacer una película entrando en la vida de otra persona. La gente me ha dicho que no piense eso, que le ayude mucho.

¿Cómo le ayudaste?

Primero acompañándole. Si no hubiera sido por mi hubiese muerto prácticamente sólo.

¿Pero tú estabas allí por grabar tu documental?

Había dos personalidades. Por un lado estuve como amigo y por otro como periodista.

¿En qué momento el lado del amigo pudo al  del periodista?

En momentos críticos: cuando había que llamar a una ambulancia, o tenía que dejar la cámara a un lado para ayudarle.

¿Y en qué momento el periodista se impone al amigo?

También hubo momentos. Hay un momento brutal en el documental en el que unos enfermeros del SAMUR le sacan de su piso, y él semiinconsciente gritaba. Lo pasamos fatal. Grabé en vez de ayudarles y, a la vez, estaba pensando que no estaba haciendo lo correcto.

Manolo parece un señor con una entereza y una serenidad casi milagrosa ¿Nunca perdió los nervios o lo dejaste fuera del montaje para impresionar más?

Perdió los nervios en alguna ocasión, pero no tengo grabaciones de situaciones extremas.

El retrato de un perdedor

Manolo estaba enganchado a la calle

¿Manolo Recicla es un documental de denuncia o más bien el retrato de un perdedor?

Es más bien el retrato de un perdedor. Manolo estuvo en la calle porque quiso. Él tenía sus opciones para salir de ahí. Hay ayudas para quien de verdad quiere salir de la bebida y de la calle. Quizá la ayuda que necesitaba fue psicológica. Estaba enganchado a la calle.

¿Por qué no usa esas opciones, como el piso que tenía?

Seguramente porque estaba enfermo y quizá necesitaba ayuda psicológica para ver sus situación real. No es consciente en todo momento de su estado, ni siquiera cuando va a morir. No se da cuenta cuando va a morir, que va a morir. Pero no estoy seguro.

¿Crees, como se dice, que el documental vive en España un momentos de auge, de esplendor?

Mejor que antes sí está, pero tampoco está en lo más alto. Quizá la gente esté cansada de las fórmulas de siempre y acudan al documental que son historias reales. Poco a poco va enganchando a más gente.

Si algo demuestras Manolo Recicla es que antes que el dinero está el talento. ¿No te parece que ocurre lo mismo en el cine o en la televisión?

Cuando hay una buena idea, sale adelante.

¿Qué proyectos tienes?

Estoy ahora con “Quemados”, documental que está en postproducción y trata sobre los incendios forestales. Contado a través de mi. Yo no soy documentalista, soy guionista. También tengo otro proyecto en TVE como guionista para un largometraje. Propios y extraños , se encuadra dentro de un realismo social que aborda los problemas de comunicación que sufren los habitantes de las grandes ciudades.

¿Qué consejo le darías a un joven cineasta que, como tú, tiene medios limitadísimos pero una idea?

Que la haga. Los medios no son tan importantes. En mi caso tuve una suerte increíble, porque Manolo aceptó la historia. Está claro que con una gran idea debes seguir con ella.

Recorrido del documental

Manolo RECICLA nació en el año 2001 cuando empieza a grabar a Manolo, un sintecho que se movía con sus carros por su barrio (La Latina). Tras 9 meses de grabaciones piensa que la obra está concluida y decide editar el material conseguido, aunque sigue en contacto con Manolo, a quien trato de ayudar a salir de la calle.

Esta versión, de 30 minutos consigue hasta 7 premios: Medina del Campo, Elche, CajaMadrid, merecedor del premio ESPIELLO CHOBEN en la primera edición de la Muestra de Documental Etnográfico de Sobrarbe (Boltaña. Huesca), Ciudad Real, EuropFilm (Palma de Mallorca), Benicassim y una mención especial en Casa Bauman (Terrasa).

Tras 2/3 meses sin grabar decide continuar. Esta fase dura casi dos años y en ella el deterioro de Manolo (con cosntantes idas y venidas al hospital) es muy intenso y le lleva a morir de cirrosis en un hospital para terminales. Tras arrojar sus cenizas al mar en el cabo de Peñas (Asturias) decide editar la versión larga de MANOLO RECICLA (El Señor de los Carros) que se estrena en España en la VI edición del festival internacional de Cine de Las Palmas (marzo 2004).

El estreno mundial se produce en agosto de ese mismo año en el 57 Locarno Film Festival (Suiza), festival considerado de categoría A. La acogida de la obra en Suiza puede considerarse sencillamente de antológica y la mayoría del público rompió a llorar ante el dramático desarrollo y desenlace de la vida de Manolo.

A partir de ahí el documental empieza a viajar por el mundo: Nueva York, Armenia, Alemania, Nueva Zelanda, etc. y consigue una mención especial en el XXIII Festival Cine de Bogotá.

En España, una versión de 30 minutos consigue otros 6 premios en festivales de cortometrajes: Playas de Moncofa (Castellón), Erandio (Bilbao), Benalmádena (Málaga), Peralta (Navarra) y Villanueva de la Serena (Badajoz).

Además, la versión larga (80′) consigue alzarse con el premio al mejor documental en el VIII Festival de Cine Hispano Americano de Toronto, con el gran premio del jurado en el Primer Festival de Cine Latino de Santa Cruz (California) y el Primer Festival Europeo de Cine y Vino de La Mancha (octubre 2005). También cabe reseñar la Mención Especial en el Festival de Cine de Carmona, además de haber sido seleccionado por innumenrables festivales.

Ha servido a CARITAS para trabajar con sus jóvenes en más de 70 catequesis esparcidas por todo el territorio nacional.

La 2 de TVE lo emitió el sábado 5 de noviembre, logrando que su contenedor cinematográfico «La noche Temática» duplicara su audiencia. “La noche temática(05/12/05)»: Los sin techo”: 529.000 espectadores y 7.6% de share.
Esta semana, la Academia de cine desvelará  si ‘Manolo recicla’ es uno de los nominados a los premios Goya 2005.

Manolo Recicla

Documental premiado

«Mi obra documental “Manolo recicla” es el producto de una serie de casualidades que sucedieron sin que nada ni nadie pudiese oponer la menor resistencia. Yo quería hacer una película (aún sigo queriendo), por lo que me compré (con ayuda de mis padres) una muy decente cámara de vídeo digital.»

Por aquellos días me llamaba mucho la atención un hombre (un sintecho) de unos 50 años, que con un desmedido número de carros de supermercado llenos de cosas, recorría las calles del centro de Madrid; eso sí, con increíble vitalidad y optimismo.»

De este modo le observaba cuando cada día pasaba bajo mi balcón. Tenía que hablar con aquél ser anacrónico (creía yo) y lo hice. Enseguida supe que no era una persona cualquiera, se llamaba Manolo (igual que yo) y se había criado en la misma calle en que yo habitaba ahora. Allí había vivido él hasta hacerse un hombre con la familia que le había recogido tras abandonarle su madre siendo un bebé… en el Rastro!

A medida que hablábamos me di cuenta de su gran carisma para la cámara, además de su innegable categoría como ser humano, por lo que no dudé en preguntarle si estaría dispuesto a dejar que le grabara; dijo que sí y durante casi tres años no dejé de hacerlo.

Al principio, nunca pensé que todo terminaría tres años después con su muerte. Manolo gozaba por aquel entonces de una envidiable salud y moral.

Durante este tiempo muchas cosas ocurrieron y nuestra relación fue más de amistad que de colaboración en una tarea antropológica. Mi implicación personal en el proyecto fue tanta que me convertí en su mejor amigo y única familia durante los últimos meses de su vida.

Creo que en esta cercanía reside el éxito de este retrato de “toda una vida” con el que rindo homenaje póstumo a Manolo, quien no tuvo descendencia alguna y que por tanto este film es la herencia que deja.

He podido comprobar el efecto del documental en muchos tipos de audiencia y creo que ha merecido la pena toda esta implicación y dedicación y pienso además que para muchas personas puede significar una seria advertencia en cuanto a sus/nuestros “modus vivendis”.

He visto a mucha gente emocionarse viendo a Manolo y creo que de alguna forma, a todos nos afecta su muerte hasta el punto de que al acabar el documental somos algo distintos, un poquito mejores, aunque quizás esa sensación no dure demasiado, desgraciadamente.

Lo que está claro es que Manolo no ha muerto del todo, y que aún tardará muchos años en hacerlo, convirtiéndose así en un ser prácticamente inmortal. Conmigo va siempre a todas partes, eso os lo aseguro.

Manolo González.

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