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«Sólo con la venta de los medicamentos podemos seguir investigando»

Mario Toledo, Miércoles, 18 de octubre 2006

La industria farmacéutica aporta uno de cada cinco euros que se destinan a la inversión en investigación en España. Pero los laboratorios, representados por Farmaindustria, temen que su capacidad innovadora se vea perjudicada por una política gubernamental que prioriza el consumo de medicamentos genéricos. Por ello, el director de la patronal reivindica una modificación del sistema de propiedad industrial español en materia farmacéutica y un equilibrio entre dos objetivos que, en su opinión, deben tener la misma prioridad: la contención del gasto sanitario y el fomento de la investigación. Y es que sin ingresos no hay medicamentos.

{p}¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta la industria farmacéutica española?{/p}
{r}Este es un sector que tiene dos características peculiares: una es un alto grado de intervención administrativa, puesto que investigamos medicamentos, que es un bien con una consideración prioritaria; y luego, que somos intensivos en investigación. Estos dos aspectos condicionan nuestra actividad. La principal problemática que se deriva de esta situación es conseguir que el marco de actuación legislativa que rige este sector sea el más favorable para que la actividad farmacéutica contribuya a los objetivos de cualquier sector empresarial y, en este caso, también a los objetivos y sanitarios. Y yendo a un nivel más concreto, en estos momentos se está desarrollando la nueva Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento y hay una serie de aspectos que nos preocupan.{/r}
{p1}¿Qué dificultades para el sector, en materia de precios, encierra esta nueva Ley del Medicamento?{/p1}
{r1}Hay un nuevo sistema de precios de referencia, un mecanismo de intervención de precios para aquellos productos que cuentan con un genérico en el mercado. Cuando los originales pierden los derechos de propiedad aparece el genérico, que, como no tiene que amortizar el coste de investigación, puede aparecer en el mercado con un precio más barato. Si la empresa titular del medicamento original desea que ese medicamento siga siendo reembolsado por el Sistema Nacional de Salud tiene que bajar al precio de referencia, que es el precio que se establece a partir del precio del genérico más barato.{/r1}
{p1}La problemática de las patentes también aparece en el centro de sus reivindicaciones, ¿en que consiste su reclamación?{/p1}
{r1}Hay temas derivados de esta ley que han quedado pendientes de resolución y que han supuesto una cierta frustración. Sobre todo, no se ha aprovechado para modificar el sistema de propiedad industrial, nuestro sistema de patentes, un sistema que tiene un diferencial respecto a la UE. En España, como consecuencia de esta menor protección, los genéricos entran con una antelación de hasta cuatro años respecto a lo que ocurre en Europa, lo cual ocasiona una pérdida de mercado. También nos preocupa la discriminación de la marca frente al genérico. Cuando se prescribe por principio activo se prioriza al genérico frente a la marca, puesto que en igualdad de precios se obliga al farmacéutico a que dispense el genérico. Entendemos que esto es una discriminación sin justificación legal y una incoherencia, porque va en contra de lo que en nuestra vida diaria cualquier consumidor hace libremente.{/r1}
{p1}La política de contención del gasto sanitario que desarrolla el Gobierno, ¿cómo afecta a la industria? {/p1}
{r1}Esta reciente Ley del Medicamento tiene un cierto desequilibrio en dos objetivos que a nosotros nos parece que deben tener el mismo nivel de prioridad en las decisiones gubernamentales: uno es la sostenibilidad de las cuentas públicas y el otro es el desarrollo económico, industrial e innovador de este sector. La ley mantiene una tendencia a garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas en detrimento del desarrollo industrial, porque algunas de las medidas de la ley son contrarias a ese desarrollo de la innovación. Por ejemplo, se establece un sistema de precios de referencia muy agresivo donde la fijación del precio de los productos se establece sobre la base del precio más barato de los medicamentos existentes, lo que supone una reducción de ingresos del sector que tiene consecuencia sobre la innovación.{/r1}
{p1}¿Y todo esto cómo se traduce en números?{/p1}
{r1}Esto provocará en el año 2007 una caída de los ingresos del 7,5% respecto a lo que habría ocurrido si no estuvieran estas medidas. No se quiere decir con esto que la ley, desde el punto de vista técnico, no sea positiva para nuestro sector y para las garantías de los ciudadanos en materia de salud. Estamos hablando sólo de aspectos económicos. Pero es que a esta reducción de beneficios hay que sumar dos recientes bajadas de precios que sufrió el sector en 2005 y 2006, del 4,2% y el 2% respectivamente. Este conjunto de medidas está llevándonos a que estemos creciendo por debajo de lo que crece el PIB, lo que significa desatender el objetivo de equilibrar la contención de las cuentas públicas con el desarrollo de la investigación.{/r1}

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{p1}Da la impresión de que en España no se cuida mucho la investigación, ¿es eso cierto en su opinión?{/p1}
{r1}Yo no diría eso. España no ha tenido una tradición innovadora importante, debido a que no hemos tenido grandes compañías industriales en nuestro país y porque no hemos tenido un sistema de protección industrial en materia de patentes fuerte. Esto unido a nuestro periodo autárquico, explica no sólo que no tengamos un liderazgo en materia de investigación sino que incluso vayamos por debajo de lo que su capacidad económica permitiría a un país como España. Ahora bien, la convergencia con Europa requiere una convergencia también en I+D. España pretende en 2010 invertir un 2% sobre el PIB, mientras que en Europa el objetivo es del 3%, así que todavía estamos lejos. Yo no diría que no hay esfuerzo del Gobierno por impulsar el I+D, hay planes e incrementos presupuestarios, pero en este sector lo fundamental es aportar unos precios que remuneren los esfuerzos que han tenido que realizar las compañías farmacéuticas para investigar y tener un sistema de propiedad industrial fuerte que permita a las compañías mantener un periodo de exclusividad de comercialización de sus productos como ocurre en todos los países europeos.{/r1}
{p1}¿La descentralización de la sanidad tienen algún efecto sobre la industria que usted representa? {/p1}
{r1}Muchos ámbitos son regulados de forma distinta por cada una de las comunidades autónomas. Eso nos lleva a una fragmentación de nuestro mercado, puesto que tenemos que atender a situaciones regulatorias diferentes en función de la comunidad donde trabajemos. Hay regulaciones diferentes de la visita médica, de la dispensación, algunas autonomías imponen limitaciones a la prescripción, nos encontramos con trabas que en algún caso dificultan la actividad de la industria y en otros nos llevan a operar en mercados diferentes, con la merma de eficacia que esto conlleva.{/r1}
{p1}De cara al exterior, ¿cómo afectan las particularidades de la regulación farmacéutica española al sector? {/p1}
{r1}Pues esto provoca una merma de confianza del exterior. Desde fuera se valoran todos estos escenarios regulatorios y ciertos aspectos negativos afloran y condicionan las decisiones finales de inversión de las grandes multinacionales. Por eso recalcamos también la necesidad de conformar marcos de estabilidad normativa que fomenten la investigación, armonizando los marcos de propiedad industrial con Europa y convergiendo en materia de precios con los europeos. Y esta es la mejor forma de garantizar un crecimiento importante de los recursos que la industria farmacéutica destina a la inversión en nuestro país.{/r1}
{p1}La desaparición del comercio paralelo es otro de sus objetivos, ¿nos puede explicar en qué consiste esta situación?{/p1}
{r1}En España, al estar los precios más baratos, determinados intermediarios lo compran aquí y lo venden en otros países con precios más elevados, obteniendo importantes ganancias como consecuencia de esa distorsión. Este desvío, además, genera desabastecimiento de medicamentos. Nosotros pedimos a las autoridades sanitarias que haya un sistema de trazabilidad para saber qué cantidad de medicamentos se desvía fuera y que el precio intervenido sólo se practique en España para los productos que quedan en España y se compran aquí, pero que, por ejemplo, en Alemania se aplique para la venta el precio alemán. Por tanto, evitaríamos el desabastecimiento y la aparición de intermediarios que no aportan ningún valor añadido y se benefician de esta distorsión.{/r1}
{p1}Existe en la sociedad una imagen negativa de la industria farmacéutica, debido a una presunta colisión entre los intereses de los consumidores y de los laboratorios, ¿cómo se explica esto?{/p1}
{r1}Es inexplicable esta imagen generada de la industria farmacéutica, probablemente basada en la asociación de la industria como beneficiaria por la enfermedad de los ciudadanos, cuando en realidad es todo lo contrario. Quien da soluciones para paliar el dolor, para paliar la enfermedad, para salvar vidas es la industria farmacéutica porque es quien investiga, desarrolla y pone en el mercado los nuevos medicamentos. Entonces, curiosamente se ha trasladado un efecto contrario al que debería tener la sociedad. Por otro lado, es legítimo que la industria farmacéutica, que tiene accionistas detrás y como actividad empresarial tiene que tener un retorno, es lógico que cobre por investigar, porque la investigación es muy cara. Sólo a través de los retornos, consecuencia de la venta de estos medicamentos, es factible poder seguir invirtiendo en investigación.{/r1}
{p1}¿Cuáles son los retos de futuro para este sector?{/p1}
{r1}Nuestro plan a corto plazo es intentar que los desarrollos de la nueva ley del medicamento permitan que el marco de actuación de esta industria sea adecuado para que la investigación no se resienta. Quedan dos asuntos pendientes. El primero es que no se fomente de manera indiscriminada la prescripción por principio activo para priorizar el genérico y el segundo es modificar la ley de patentes para eliminar el diferencial en el periodo de patentes con Europa, porque eso hace que las compañías en España pierdan competitividad con respecto a las que operan en Europa.{/r1}