clipping

«Para que haya un César necesitamos tiempos difíciles»

, Lunes, 1 de octubre 2007
Dice que al escribir un libro con la biografía de un personaje del calado de Cayo Julio César, te guste o no el personaje te sientes humilde. Adrian Goldsworthy ha compartido con nosotros en Periodista Digital Televisión su pasión por uno de los hombres claves de la historia.

{p}Este doctor en Historia de Oxford afirma que no se puede radical con Julio César.{/p}
{r}Era capaz de lo más terrible para acto seguido hacer algo bueno.{/r}
{p}De la mítica frase pronunciada por el romano más famoso que ha existido, Alea jacta est (la suerte está echada), a las orillas del Rubicón poco antes de convertirse en un rebelde a ojos de Roma, Adrian Goldsworthy explica que {/p}
{r}Es la frase de un jugador de dados. Pero aún estado acorralado como lo estaba no le gustaba que le vieran como un rebelde. Pero Roma había decido acabar con su carrera. Por eso, él lucha por su honor. Piensa en lo que bien que ha servido a la República y cree que no podían tratarle con desprecio. {/r}
{p}En contra de lo que a primera vista pueda parece, no fue César el que mató a la República. {/p}
{r}La República estaba ya muy enferma cuando César nació. Cuando tenía 20 años vio a muchos opositores al sistema muertos. César creció viendo las cabezas cortadas de los enemigos de la República clavadas delante del foro. {/r}
{p}El autor de esta biografía, tal vez la más completa escrita en nuestro días sobre César, asegura que la democracia estaba muerta en Roma. {/p}
{r}Augusto, el primer emperador y sucesor de Julio César dijo que él llega para restaurar la República pero en la que nadie tiene derecho al voto. {/r}



{sumario}LA PREPOTENCIA DE UN LÍDER {/sumario}
{p}Cayo Julio César tenía tanta confianza en sí mismo que decidió prescindir de la guardia pretoriana. Guardia personas compuesta por soldados españoles, los más leales. {/p}
{r}Los despachó diciendo que él no necesitaba protección. Asegura que Roma le necesita: “Yo he hecho todo por la fama y la gloria, no pasa nada si muero. Pero para Roma supondría una Guerra Civil”. {/r}
{sumario}SI CÉSAR VIVIERA HOY{/sumario}
{p}Adrian Goldsworthy confiesa entre risas que, definitivamente, si a uno le tocara por coetáneo César, es mejor tenerlo como amigo que como enemigo. {/p}
{r}Incluso si alguien terrible hacía algo bueno para César, le recompensaría. Si eras su enemigo y te rendías, a partir de ese momento te trataría como amigo. Pero si luchabas con él una segunda vez ten por seguro que te mataría.{/r}
{p}El historiador, preguntado por la posibilidad de encontrar hoy en día a un Cayo Julio César, reflexiona que {/p}
{r}Para que haya un César necesitamos tiempos difíciles. Pero qué hombre de los actuales es un general brillante, un gran orador, un historiador y literato como pocos en su época. Realmente, tienes tantas habilidades que es muy extraño. {/r}