Al menos 30.000 estudiantes comenzarán la universidad un mes después del inicio de las clases debido a que éstas coinciden con la convocatoria de septiembre de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), más conocidas como Selectividad.
Según los cálculos realizados por Europa Press, tomando como base el número de los que se han presentado en esta segunda vuelta (unos 43.000) en todas las comunidades autónomas –a excepción de País Vasco y Navarra, que la realizaron en el mes de julio–, y que, de media, en esta convocatoria aprueba un 70 por ciento, cerca de 30.000 alumnos se encontrarían en esta situación.
Ante este desfase, algunos alumnos deciden incorporarse a las clases en calidad de oyentes para no perder el temario que se imparte durante las primeras semanas de curso, aunque se aplican sin saber si están admitidos en esa universidad para cursar esa carrera o si el grupo al que se han incorporado será finalmente el que se les asigne.
En este sentido, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Estudiantes Universitarios (FAEST), Ana Isabel Nieto, señala que además del solapamiento entre los exámenes de selectividad y el inicio del curso, los aspirantes a universitarios deben lidiar con la burocracia, que retrasa la formalización y confirmación de matrícula varias semanas demorando así, su acceso a las aulas.
«Viene pasando desde hace varios años y siempre hemos insistido a las comunidades autónomas y universidades para que se pongan las pilas porque al final, quien lo paga siempre es el alumno, que tiene la incertidumbre de no saber, cuando ya han empezado las clases, si está admitido o no en la carrera que quiere cursar y si va a tener o no plaza en la universidad que ha pedido», explica Nieto en declaraciones a Europa Press.
Para Nieto, hay varias soluciones posibles, pero todas se resumen en la necesidad de «modernizar el sistema educativo español» y «adaptar los calendarios» ya que además de adelantar la Selectividad a julio, habría que modificar la fecha del final de curso de Bachillerato, para que los estudiantes dispusieran del mismo tiempo que tienen actualmente para preparar la prueba de acceso a la universidad. «Tenemos que sentarnos todos y arreglarlo», ha señalado.
El portavoz del PP en la Comisión de Educación en el Congreso de los Diputados, Juan Antonio Gómez Trinidad, afirma que este «desajuste» se produce por la «falta de coordinación» del Ministerio de Educación. Si bien reconoce que la gestión de Selectividad dependende de las comunidades autónomas, el departamento de Gabilondo «tiene la responsabilidad de liderar» el cambio del calendario de estas pruebas.
«EL PROBLEMA SE AGRAVA CON BOLONIA»
Asimismo, alerta del «problema» que va a suponer para los estudiantes que se han examinado en esta segunda vuelta este curso, sobre todo, tras la entrada definitiva de todas las universidades españolas en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), pues las clases presenciales «son más importantes que nunca».
Para Gómez Trinidad, la solución estaría no sólo en el adelanto de las pruebas a julio, sino también en cambiar el Bachillerato de dos cursos a tres, una reivindicación que su formación lleva solicitando desde hace timepo. «Ahora segundo de Bachillerato se ha convertido en un curso de sólo un semetre que consiste únicamente en la preparación de Selectividad», advierte.
Desde el Ministerio de Educación han indicado que el ministro Gabilondo valora la iniciativa de País Vasco y Navarra de adelantar la selectividad en las universidades, pero en todo caso, han señalado que este asunto le concierne tanto a las universidades como a los gobiernos autonómicos, que podrían proponer este cambio en el Consejo de Universidades y en la Conferencia de Polítia Universitaria, respectivamente.
