Suárez era un demócrata hasta las vísceras
El libro de Pilar Urbano, ‘La gran desmemoria’ de la editorial Planeta ha movido las placas tectónicas sobre las que se asentaba nuestro recuerdo de la Transición. Desde la muerte de Adolfo Suárez la obra ha ido ocupando los principales titulares de la prensa española y generado todo tipo de reacciones. Hasta el punto de que el hijo del fallecido presidente Suárez ha acusado a Pilar Urbano de mentir y Zarzuela ha reaccionado diciendo en un comunicado que todo el libro es «pura ficción».
SINOPSIS
Pilar Urbano hace un ejercicio de investigación para acabar con mitos y medias verdades que han desfigurado nuestra reciente historia.
La autora sale al encuentro de las dudas y sospechas del hombre de la calle: si el Rey fue verdaderamente «el motos del cambio» o si el temor al Ejército y al búnker le aconsejaron pisar el freno; por qué el monarca se ausentó en París mientras Suárez legalizaba el Partido Comunista; desde cuándo y hasta dónde estuvo el Rey informando de la Operación Armada; cuál fue el auténtico motivo de la dimisión de Suárez; el juicio militar del 23-F, un simulacro consentido para tapar la trama conspirativa de diputados y empresarios dispuestos a gobernar bajo un general…
Pilar Urbano introduce al lector en las estancias del poder, permitiéndole asistir a escenas electrizantes y escuchar en toda su crudeza los diálogos de los protagonistas tal como fueron.
TITULARES MÁS RELEVANTES
«Todos los diálogos que están en el libro son rigurosa historia, son diálogos que me los ha contado Suárez o confidentes de Suárez»
«El Rey no está con el golpe del 23-F, en el libro lo que se dice es que el juez instructor le toma declaración a Adolfo Suárez y es quien dice que sólo dos personas sabían quién era el elefante blanco. Uno de los que lo sabía era el propio Adolfo Suárez. Yo no he inventado nada, sino que he tomado testimonios del Rey, de Suárez y de Sabino Fernández»
«La estrategia que se usa desde los palacios es insonorizar los libros, ¿Por qué molestas? Porque hay verdades que son incómodas»
«A partir de 1979, Suárez empieza a volar en solitario y a decir que quien gobierna es él. Empieza a controlar al Rey, a proteger al Rey del Rey mismo. Hay una serie de discrepancias entre ambas, entre ellas que Suárez le dice que no vaya al País Vasco y el Rey va, que no traiga a Armada, y el Rey lo trae»
«El Rey pide servicios y lealtades, pero no considera que tenga que ser leal con otros. Él utiliza a las personas como piezas de un engranaje»
«Cuando Suárez hace la reforma política, él quiere presentarse a unas elecciones para no ser sólo un presidente elegido a dedo por el Rey y eso a Don Juan Carlos no le gustó»
«El punto más bajo de las relaciones entre Suárez y el Rey es cuando el presidente tiene que dimitir, cuando sabe que estaban preparándole una moción de censura»
«Entre ambos libros ha pasado una mitificación de la imagen del Rey. Allí [en Con la venia, yo indagué el 23-F (Vergara, 1982)] no hay trama civil, cosa que hay en el segundo [La Gran Desmemoria, 2014] y por eso ha molestado a tantas personas»
«Me parece poco escrupuloso con la Constitución derribar y nombrar a un candidato alternativo a través de un golpe militar. La operación Armada llega hasta las costuras de lo legal, se puede hacer, raya las líneas rojas, pero se puede hacer».
«Había ansias por parte de UCD para echar a Suárez y así calmar ese ruido de sables que había en el Ejército»
«Suárez era un demócrata hasta las vísceras»
«La dimisión de Suárez se carga la ‘Operación Armada'».
«El Rey le dijo a Armada el 13 de febrero que la Operación De Gaulle había acabado»
«El Rey se desprende de la Operación Armada el día 13 de febrero cuando le dice a Armada que ya ha elegido a Leopoldo Calvo Sotelo»
«El Rey no estaba metido en el 23-F. ¿Si estoy convencida de eso? Mi convecimiento está en ese libro. Si tengo otros convecimientos y no los puedo demostrar no puedo hacerlos públicos por respeto al lector»
«El mensaje del Rey iba dirigido a los golpistas porque en ese momento la Corona estaba en peligro»
«Lo de Évole es un sacrilegio, no se puede hacer porque la gente, encima de que está poco informada, se confunde más»