Las madres de Ussía o de Carlos Herrera quizá vinieron de sectores populares. Si es así, seguro que siempre se preocuparon de que sus hijos llevaran las rodillas limpias, aunque luego hayan desarrollado un corazón sucio y una mente hedionda
El triste asunto del mantero muerto en Lavapiés, que dejó retratado a, entre otros, Juan Carlos Monedero, por alentar al odio cuando ya se sabía que el pobre senegalés murió de un infarto y no por la acción policial, ha puesto muy nerviosos a los podemitas–Policías municipales de Madrid se querellan contra Monedero y Rommy Arce por sus mentiras sobre el mantero muerto–.
Monedero, que fue el primero en dejarse ver por Lavapiés a hacer campaña, ha emprendido una campaña personal de desprestigio contra aquellos que le han señalado con tal de desviar la atención de su responsabilidad, ya que la Policía se ha querellado contra él y los concejales mentirosos de Carmena–Ussía desmonta los bulos de Podemos en Lavapiés y descubre la sucia alergia a la higiene del «mentiroso» Monedero–.
Pero su última andanada es la más bestia. El cofundador de Podemos se sirve de la plataforma que le brinda el diario ‘rourista’ Público, popularmente conocido como ‘Publico Today’, aunque estos tienen mucha menos gracia, para acordarse de las madres de, entre otros, Ussía y Carlos Herrera–Ussía responde a la querella de Roures destrozando al empresario y atemorizando a Albert Rivera–.
Del locutor de COPE machaca en varias ocasiones diciendo que se lucra de manera personal con la X que los contribuyentes católicos marcan en su declaración de la renta–Un cabreado Herrera le saca las costuras a dentelladas a Manuela Carmena y sus concejales «mamarrachos»–.
Empieza su texto, titulado ‘Las madres de Ussía y Carlos Herrera’, mencionando a «Ussía, Celia Villalobos, Pilar Cernuda y Carlos Herrera«. Y les llama de todo:
[…] dicen que la gente que no es de su cuerda son gente «sucia» , «no se ducha», con «basura» y «huelen mal».
Lo cierto es que estos buenos cristianos, con esos comentarios, dan ideas a los que echan gasolina al colchón de un pobre porque el fuego va a limpiar su mugre
Estos sacos de odio, chuletones, coñac y vino odian a los pobres
Estos personajes son el ejemplo ideal de haters. Buscan audiencia odiando y poniendo todos los días la diana sobre sus odiados
Desde una emisora católica, Carlos Herrera, que se queda quizá el mayor pellizco personal de la X del recuadro de la iglesia, es un maestro odiador, como ayer lo era Jiménez Losantos.
La única gente pobre que tienen cerca son contratados y, por supuesto, les insultan. A veces son tan sobrados que lo hacen en público, como Celia Villalobos
Siempre coinciden en llamar a los que no piensan como ellos «sucios». Porque los que se sienten de una clase superior, quieren creer que los pobres nunca están limpios.
Las madres de Ussía o de Carlos Herrera quizá vinieron de sectores populares. Si es así, seguro que siempre se preocuparon de que sus hijos llevaran las rodillas limpias, aunque luego hayan desarrollado un corazón sucio y una mente hedionda
Nuestras madres, porque sabían que no teníamos gran cosa, siempre nos enseñaron a estar limpios. Las rodillas limpias eran una religión. Carlos Herrera, Ussía y los demás odiadores en el fondo no nos insultan a nosotros. Insultan a las madres que nos enseñaron.
Como siempre hacemos, recomendamos la lectura íntegra del artículo de Monedero, al cual enlazamos, para que luego no salgan los listos de siempre a decir que confeccionamos con frases sueltas el sentido intencionado de esta nota.
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Herrera le saca las costuras a dentelladas a Carmena y sus concejales «mamarrachos»