La redacción de Deportes planta cara a su presidente

El trato «despiadado» de Grijelmo pone en pie de guerra a la plantilla de EFE

Amenaza con el "ostracismo profesional" a quienes no le obedezcan

"En un nuevo ejercicio de prepotencia, el presidente atacó sin miramientos a los compañeros de Deportes

La agencia EFE es un barril de pólvora. Tras la guerra de la dirección con los corresponsales externos, a Álex Grijelmo se le abre un nuevo frente: la redacción de Deportes.

«En un nuevo ejercicio de prepotencia, el presidente de la Agencia EFE atacó ayer sin miramientos, en una reunión con los compañeros de Deportes, al señalar que quien no abrace sus planes de “integración” quedará condenado al ostracismo profesional», denuncian los trabajadores.

Concretamente, -según la versión de los sindicatos-, empleó el eufemismo “finiquito profesional” para referirse al destino que, «a largo plazo», reserva a los empleados que no secunden su intención de fundir o liquidar las categorías profesionales y los distintos puestos de trabajo afectados por el plan de empresa que quiere acometer y que se niega a negociar con el Comité vulnerando el Convenio Colectivo, por lo que el 27 de octubre habrá un primer juicio en la Audiencia Nacional.

Grijelmo, fiel a su estilo, dejó muy claro que está dispuesto a «enterrar la carrera profesional de los compañeros de Deportes por «atreverse» en bloque a firmar un escrito en el que manifiestan su desacuerdo con la forma de aplicar el proyecto de la empresa (ellos y Cultura serán los primeros en sufrir la famosa «integración» a partir del 20 de octubre)».

Entre sus amenazas, afirman los sindicatos, hizo mención a posibles despidos si en un futuro fuesen aplicables las causas económicas u organizativas que prevé el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores, que, como recalcó, podrían sobrevenir si sus planes quedan en dique seco por una sentencia judicial.

El Comité Intercentros no tolera y denuncia las coacciones y los exabruptos proferidos por Grijelmo, despiadado en ésta y en otras actuaciones contra trabajadores de EFE, y quiere resaltar la gravedad de su comportamiento frente a un auditorio cautivo e indefenso, que no se corresponde con su discurso público ni con su historial de “luchador antifascista”. Por el contrario, desde hace años es incapaz de dialogar con la representación legal de los empleados de la empresa.

Sólo nos queda recordar que Grijelmo, como recalca el Comité de Empresa, es un simple gestor de una empresa pública nombrado a dedo y que la presidencia de EFE, por la naturaleza del cargo, nunca ha sido una canonjía de largo plazo y lleva implícito su propio finiquito.

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