Ese fatídico día, el subinspector Torronteras libraba. Podía haberse desentendido, pero acudió a cumplir con su arriesgada vocación: servir a sus compatriotas
Cualquier ‘pelanas’ puede matar. Con honor y emocionado recuerdo a las víctimas de la masacre de Atocha, perpetrada por el islamismo, y de la que hoy conmemoramos el sexto aniversario.
Ni olvidamos ni perdonamos: 192 víctimas, 192 de los nuestros, héroes de lo cotidiano, que iban, con todas sus ilusiones y sus sueños, en los trenes de cercanías.
No quiero dejar de rendir agradecido homenaje a Francisco Javier Torronteras, quien con su sacrificio, el 3 de abril, ofreciendo su cuerpo como parapeto, salvó la vida de sus compañeros y subordinados. En Leganés no hubo teatro, sino heroísmo de un gran hombre. Ese fatídico día, el subinspector Torronteras libraba. Podía haberse desentendido, pero acudió a cumplir con su arriesgada vocación: servir a sus compatriotas, defender su libertad y seguridad.
HOMBRES LIBRES Y EJEMPLARES
Nuestra sociedad aún da hombres libres y ejemplares como Francisco Javier Torronteras.
Tampoco quiero olvidarme, porque es de justicia el homenaje, del heroico tedax Pedro, quien con riesgo de su vida, afrontó la desactivación de la bomba alojada en la mochila de Vallecas, permitiendo obtener, con su pericia y valor, más allá del deber, pistas que condujeron a la localización de los terroristas.
Pedro ha querido vivir su grandeza en el anonimato, sin afán de protagonismo, y yo le respeto, aunque sabe que tiene en mí a un español agradecido y a un amigo.
Junto a ellos, mi agradecimiento a todos cuantos en aquellos días, bomberos, policías, médicos, personal del SAMUR, dieron ejemplo de entrega y civismo.
«EL RETORTERO FEDERICO J. LOSANTOS»
Cuando Pedrojota Ramírez, y al retortero Federico Jiménez Losantos empezaron a difundir a difundir extrañas y esotéricas teorías y a negar contumazmente manifiestas evidencias, me sorprendió y puesto que les concedía a los tales credibilidad y rigor realicé mi propia investigación periodística, de la que pronto emergía que todo era una patraña y una asquerosa manipulación y un abuso de poder.
El primer fabulador de los delirantes ‘agujeros negros’ ya ha hecho mutis por el foro. El ingenioso ingeniero, trepa entre los trepas, que en sus patéticos delirios llegó a negar el suicidio de los malditos terroristas integristas de Leganés, ha sido una estrella fugaz que marcha hacia el ocaso.
Cuando simplemente defendí la verdad, he de reconocer que me quedé solo, porque, al parecer, en España se entiende que hay bandos y trincheras, y que es preciso mentir con los ‘tuyos’, porque hay ‘verdades’ de ‘derechas’ o de ‘izquierdas’, pero la verdad es la verdad y está en los hechos. Sin verdad, el periodismo no pasa de prostitución, de lacayismo o de matonerismo fascista.
«PEDROJOTA SIGUE DANDO LA MATRACA»
Pedrojota Ramírez -que sigue dando la matraca con el dinitrotolueno- no ha hecho más que mentir sobre el 11-M. En su perversa ambición, sin escrúpulos morales, sólo atendiendo a las ventas, ha protagonizado la historia más negra del periodismo español.
Pedrojota, en cuanto a la mentira, se parece bastante a Zapatero, al que tanto sirvió con la absurda conspiranoia llevando al PP del ronzal a un esperpento de oposición que fue clave para la victoria del inútil de La Moncloa. No es extraño que Zapatero se llevara a Pedro J, como premio, al ‘desayuno de oración’.
En cuanto a Federico Jiménez Losantos, quien me culpa de su mala fortuna, sin caer en mientes en sus intensos errores y en la ensoberbecida ceguera que le ha llevado a instalarse en la mentira y la manipulación, se trata de un personaje menor, de escaso bagaje intelectual, incapaz de administrar con humildad y espíritu de servicio el poder de influencia que se le concedió en monopolio de la derecha, para terminar de vocero de Rosa Díez.
MANIPULADORES
Al margen del patente interés mercantilista de estos manipuladores, del que se pavoneaban en su indecencia, han hecho una cosa de extrema gravedad: contribuir a desarmar y cegar a la sociedad frente al peligro islamista, de modo que aún hoy siguen propugnando y exigiendo la liberación de quienes mataron o colaboraron en el asesinato de 192 personas.
¿Para qué, para que asesinen a más gente? Han intentado convencer a los españoles de que eran ‘cuatro pelanas’. Resulta que los ‘pelanas’ matan. Lo están haciendo por medio mundo. Y siguen intentando matar en España en nombre del islam y de El Corán, se siguen formando en las mezquitas y continúan soñando con hacernos volar por los aires. No lo consiguen porque la Policía -esa Policía a la que tanto han denostado los serviles conspiranoicos que siguen actuando de coartada de los terroristas islamistas- se lo impide.
Para paliar esa ceguera y evitar definitivamente el desarme intelectual de este par de aventureros y relativistas morales de la derecha pagana he publicado ‘Islam, visión crítica’ (Editorial Rambla).
Cuantos incautos siguen aún a tamaños manipulares superlativos, utilizados y despreciados como mera carne de audiencia, pueden perder toda esperanza: de nada informan, ninguna novedad ofrecen, sólo chapotean una y mil veces repitiendo las mismas putrefactas mentiras.
El 11-M fue una terrible matanza islamista (como han asesinado los musulmanes a más de quinientos católicos en Nigeria) y el enemigo acecha.
ALIADOS TÁCITOS DEL ISLAMISMO
Aunque no se ofrezca apenas información a la opinión pública, la Policía ha evitado matanzas similares a la de Atocha que preparaban los ‘pelanas’ islamistas. Se está juzgando a un grupo de ellos que quería atentar contra El Corte Inglés de Princesa. A finales de año fueron condenados quienes querían provocar una masacre en el Metro de Barcelona.
De eso ni tan siquiera informan los aliados tácitos del islamismo, Pedro J y Losantos, los auténticos pelanas, quienes siguen pidiendo, en su desfonde moral, que se ponga en libertad a los asesinos del 11-M.