¿Seguirá la Reina, que tanto ama a los perros, defendiendo a su nuera?
No es nuevo que Jaime Peñafiel no comulga con doña Letizia. El periodista que tanto años ha cubierto las crónicas de la Familia Real Española siempre ha sido muy crítico con la actitud de los Príncipes de Asturias, sobre todo de Doña Letizia Ortiz.
En su columna de este domingo, 17 de octubre de 2010, en el suplemento ‘Crónica’ de El Mundo, —Y le pusieron de patitas en la calle— Peñafiel asegura que a la Princesa no le gusta el perro que tanto ama Don Felipe. Un dato que:
Aunque puede ser una simple anécdota, retrata, primero, el fuerte carácter de Letizia. Segundo, quién lleva los pantalones, quién manda en la casa y, tercero, su falta de respeto por lo que el Príncipe ama: su perro, en este caso un pequeño schnauzer negro «hijo de su querido Pushkin que formó parte de su vida juvenil».
La estrecha relación que, según Peñafiel, han mantenido Felipe y su perro era tal que el animal «cuando intuía que Felipe estaba a punto de marcharse a Estados Unidos para estudiar en Georgetown el perro empezó a tener problemas de desajustes, vomitando con frecuencia».
Don Felipe no llamaba a nadie para que recogiera los vómitos, sino que lo hacía él mismo
Según relata el colaborador del periódico de Pedrojota, después de la boda, «lo primero que hizo Doña Letizia fue poner de patitas en la calle al pequeño schnauzer de su marido, que tuvo que salir del hogar, en aras de la armonía familiar para dormir en el jardín», asegura.
¡Pero qué mandona es Letizia y, además, no lo disimula! Después de esto, ¿tiene alguien la menor duda de quién manda en la Casa de los Asturias? Desde luego, no es el perro. ¿Seguirá la Reina, que tanto ama a los perros, defendiendo a su nuera? ¿Seguirá el retrato de la Soberana, a pastel, de dudosa calidad, presidiendo, sobre la chimenea, el salón principal?