Opinión / Enrique de Diego

La televisión catalana tiene una plantilla de 1.874 trabajadores (más que Antena3 y Telecinco juntas)

La televisión catalana tiene una plantilla de 1.874 trabajadores (más que Antena3 y Telecinco juntas)
Captura de la intervención de Enrique de Diego en el avance informativo de Intereconomía. 16 de septiembre de 2011.

Artur Mas está procediendo a desmantelar el llamado Estado de bienestar a escala catalana. La razón es que la Generalitat catalana carece de liquidez. Los principales culpables del desaguisado son los socialistas de Montilla, los comunistas y los independentistas de Esquerra, que han dejado una deuda insoportable de 31.740 millones de euros. Los siguientes culpables son Artus Mas y CiU que pusieron en marcha un andamiaje administrativo insostenible.

Artur Mas está actuando con la infinita crueldad del totalitario, dirigiendo toda su artillería contra los más débiles, mientras mantiene incólumes los privilegios de la casta política nacionalista y los intereses creados de la cultureta.

Ha depurado el subsidio del mínimo de subsistencia que han dejado de cobrarlo, con las nuevas normas, el 20%. Ha cerrado ambulatorios y ha reducido las urgencias. Además ha planteado una quita de entre 400 y 1200 en la paga de navidades al personal sanitario. A las universidades en septiembre sólo les ha transferido el 60% de lo previsto.

Ha subido las tarifas y ya ha indicado que las universidades están artificialmente subvencionadas. Se están despidiendo profesores asociados y ya están en marcha reducciones de plantillas. La decisión más polémica ha sido el retraso durante dos meses de los pagos a las residencias de ancianos y discapacitados.

Lo agraviante de todas estas decisiones adoptadas acuciado por la necesidad es que Artur Mas mantiene sin restricción alguna todo el agujero negro identitario. Como rancio totalitario, opta por la ideología -y los correligionarios- en vez de por las personas. Así de bajo ha caído Cataluña.

La misma entidad que no va a pagar a las residencias de desvalidos ancianos sí ha librado las cuantiosas subvenciones a las organizaciones juveniles de los partidos. El Departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat otorga 875.450 euros en ayudas a entidades de juventud, de los que 176.000 euros se conceden a ramas juveniles de los partidos políticos y otros 100.000 a las de sindicatos.

El cruel Artur Mas no ha hecho recorte alguno en las embajadas, que sin rentabilidad alguna más allá del oropel ideológico, cuestan al año al contribuyente catalán 180.000 euros anuales. El año pasado la Generalitat gastó 618.000 en doblajes de películas al catalán. Este año esa partida se ha incrementado, aunque esas películas no tienen demanda.

La Generalitat mantiene un entramado burocrático a la altura de sus alucinaciones separatistas que está hundiendo a la Cataluña real. Así el sufrido contribuyente catalán soporta al Síndic de Greuges (7.9 millones), Comisión Jurídica Asesora (3,4 millones), Sindicatura de Cuentas (12 millones), Oficina Antifraude (5,3 millones) y Consejo de Trabajo, Económico y Social (2,9 millones).

Los grandes agujeros de gasto no son tocados cuando se refieren a intereses creados de la casta parasitaria catalana o al proyecto de ingeniería social lingüística.

Así no hay reducción de gasto alguna en los consejos comarcales de las 41 comarcas, que tiene una partida de 630 millones y 2.700 trabajadores, de los que mil son consejeros.

La televisión catalana, que tiene seis canales, tiene presupuestados 383 millones. Y otros 49 millones a Catalunya Ràdio. Dan empleo a una plantilla de 1.874 trabajadores en la televisión (más que las plantillas de Antena 3 y Tele 5 juntas) y 421 en la radio.

La dirección general de Deportes de la Generalitat tiene un presupuesto de 82 millones, una de cuyas principales funciones es la promoción de las selecciones ‘nacionales’ deportivas catalanas, que, en 2010, recibieron una subvención de 1,2 millones. Tampoco se ha reparado en gastos en la celebración de la Diada cuyos actos han costado la friolera de 300.000 euros.

Artur Mas mantiene algunos organismos propios del nazismo o del estalinismo (más del primero, que era nacional-socialista), como la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales y el CAC o Consejo del Audiovisual de Cataluña, cuyos miembros cobran sueldos por encima de los 100.000 euros.

La búsqueda de una identidad perdida esencialista que, en realidad, nunca existió se sitúa, como discurso de la Cataluña oficial, por encima de la sanidad, de la educación y de cualquier servicio relacionado con la Cataluña real, con la de los catalanes concretos.

De esa manera, la sociedad real puede ser expoliada y saqueada por una casta parasitaria instalada que afirma querer llevarla al paraíso de la independencia mientras la sume en el infierno de la pobreza.

Otrosí: Gracias a todos: ha salido la segunda edición de mi libro ‘¡Indignaos con razón!’ (Editorial Rambla). La rebelión de las clases medias avanza, por la regeneración democrática, frente a los nostálgicos del totalitarismo y los huérfanos del socialismo.

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Autor

Juan F. Lamata Molina

Apasionado por la historia en general y la de los partidos políticos y los medios de comunicación en particular.

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