Fernando G. Delgado (Santa Cruz de Tenerife, 1947) combina su labor como escritor novelista con la de periodista, en la que ha permanecido muchos años. Durante su conversación con Periodista Digital ha recordado algunos episodios de su trayectoria. No oculta que aquel por el que está más orgulloso es por la creación de Radio 3.
Actualmente acaba de publicar También la verdad se inventa (Planeta, 2012), ambientada en un programa de radio y a una intriga en torno a una voz que no se resuelve hasta el final de la obra.
- UNA NOVELA CON LA RADIO COMO PROTAGONISTA
- UNOS PERSONAJES DESCONCERTANTES
- VERACIDAD FRENTE A IMAGINACIÓN
- LOS SUPLEMENTOS CULTURALES DE LA PRENSA FRANQUISTA, MÁS LIBRES QUE LOS ACTUALES
- LA DEMOCRACIA Y LOS AIRES DE RENOVACIÓN EN RNE
- FELIPISTAS CONTRA GUERRISTAS EN TVE
- LOS ASESINOS DE LORCA Y EL PP
- UN BULO DESMENTIDO POR LA JUSTICIA
- «DEGENERACIÓN MORAL DE LOS MEDIOS»
- CONFLICTO ACTUAL EN TVE
UNA NOVELA CON LA RADIO COMO PROTAGONISTA
«Pensé que la radio era un recurso literario, porque necesitaba un medio de confesión de los personajes. Pensé en un programa de noche en la radio, porque es muy propicio para la intimidad y el desarrollo del imaginario. Finalmente también acabó siendo un escenario y según avanzaba la novela me di cuenta de que la radio también era un personaje, porque permite a sus oyentes desarrollar la imaginación. En ese sentido, creo que la radio es un medio único, precisamente por lo que pudiera ser su gran carencia, que es la falta de imagen. En el tiempo de la apariencia, resulta que el medio reflexivo por naturaleza es la radio».
«Cuando hay diálogo, a veces la televisión utiliza elementos que nos distraen de la esencia de un debate. En cambio la radio concentra y permite al oyente incorporar su propia visión de las cosas. Además no es solo un medio de comunicación, sino también un medio de expresión y, en ese sentido, la radio ha tenido verdaderos genios cultivando la creación, como Bertold Brecht por ejemplo. La gente me pregunta si la novela es un homenaje a la radio y no creo que la radio lo necesite. Es simplemente un préstamo, como también lo es el título, También la verdad se inventa, que es un verso de Antonio Machado. Ese título sintetiza mucho lo que la novela es en esencia».
UNOS PERSONAJES DESCONCERTANTES
«La locutora de ‘Suya es la palabra’ (programa de radio presentado por la protagonista) lo es más por necesidad que por vocación y ella misma se encuentra incómoda. Es más una locutora ocasional que profesional y eso hace que resulte cortante, quizás por timidez. Yo he trabajado en la radio y en alguna ocasión me decían que yo era cortante con los oyentes y, en efecto, lo era, pero también por timidez. Soy un gran tímido y los tímidos tenemos ese problema, que no sabemos cortar. Igual que los que no nos enfadamos, cuando nos enfadamos lo hacemos radicalmente».
«El director del programa de radio es un caso, casi paradigmático, de ‘progre’ derechizado. Es el prototipo de golfo sin convicciones. Seguramente haya muchas personas como este personaje y yo diría que es el más tópico de todos los que pueblan la novela, pero no me he inspirado en nadie en concreto. Si acaso, para el perfil de ese personaje he pensado en alguien que trabaja en la radio, pero que no tiene responsabilidades directivas. Sí tiene, en cambio, esas características».
«La novela empieza con la descripción de una voz que es el enigma de toda la historia. Y la identidad de este personaje es lo que agita a los demás a contar su historia. El enigma de esa voz y el desenlace de la historia que tiene que ver con ella es la gran intriga de la novela».
VERACIDAD FRENTE A IMAGINACIÓN
«No se puede exigir al que llama a la radio veracidad, ni siquiera verosimilitud, al oyente que llama para desahogarse. Al fin y al cabo el que llama no es un profesional del periodismo, sino un ser humano. Y los seres humanos tenemos a veces la necesidad de mentir para inventarnos».
«Tenemos una parte de imaginario que es verdad para nosotros, aunque sea pura invención. En nuestro recuerdo acaba sobreviviendo lo que hemos imaginado. A veces mentimos porque la imaginación crea sus propios inventos».
«La imaginación es parte de nuestra realidad. De pequeño, he jugado mucho a los personajes y realmente vivía el día entero en la piel de ese personaje. De manera que no me extraña que haya gente que viva en su propio imaginario otras vidas. Del mismo modo, como lector te enriqueces de las historias vividas en la novela. Cada uno puede ser el autor de sus propios mundos y vivir otras realidades. La novela defiende el derecho que cada uno tenemos a vivir nuestro propio imaginario».
LOS SUPLEMENTOS CULTURALES DE LA PRENSA FRANQUISTA, MÁS LIBRES QUE LOS ACTUALES
Delgado guarda buen recuerdo de su etapa en históricos diarios vespertinos como ‘Pueblo’, que encabezó Emilio Romero, e ‘Informaciones’, dirigido por Jesús de la Serna.
«Mi experiencia en el diario ‘Pueblo’ es en el suplemento literario y lo que hacía era entrevistas, artículos, críticas… Siempre gocé de la mayor libertad. Allí publiqué entrevistas a quién quise y no hubo nunca ningún problema. Había un respeto mayor, estando en el Franquismo, al que ahora tienen algunos medios estando en democracia. Ahora se excluye a alguien de un suplemento cultural sencillamente por razones ideológicas, porque el medio tiene una orientación u otra. En ‘Pueblo’ había una total independencia. En ‘Informaciones’, con Jesús de la Serna como director y con Pablo Corbalán como responsable del suplemento cultural, incluso llegué a publicar entrevistas con Alberti en pleno Franquismo y nunca tuve el más mínimo problema».
LA DEMOCRACIA Y LOS AIRES DE RENOVACIÓN EN RNE
Delgado fue nombrado director de Radio Nacional de España tras el triunfo electoral de los socialistas en 1982. Explica que en aquella radio no hubo especiales cambios tras el nuevo Gobierno.
«En RNE había un retén de profesionales muy preparados para la democracia, de manera que la Transición se produjo de una forma natural y no constituyó ningún esfuerzo. Quizás quedara algún reducto en las radios llamadas de provincias, donde todavía había directores con un claro marchamo franquista, que tenían en sus despachos las fotos de Jose Antonio o de Franco e incluso tenían alguna resistencia a abandonar el puesto. En cuanto a la información y los programas, ya había aires de renovación antes de la muerte de Franco».
«Fui director en el año 82 y ya había se había producido la transición con Sotillos y Castedo. Yo mismo fui el primer director de Radio 3, que fue una explosión jubilosa de renovación. Para mi, la parte más interesante de mi vida profesional fue la puesta en marcha de Radio 3. El objetivo era convertir el viejo tercer programa de RNE en una nueva emisora, de cuya renovación bebió luego toda la radio española. Todo esto se produjo antes de la llegada de los socialistas al poder. No soy nada nostálgico, pero si se me pregunta por la etapa más ilusionante de mi vida profesional ha sido la de Radio 3 y estrenar el Estatuto de la Radiotelevisión, aunque luego nos vimos defraudados por incumplimientos».
«Fernando Castedo fue forzado a dimitir y algunos dimitimos con él. Fue también cuando se cargaron a Adolfo Suárez. Pusieron a Robles Piquer, cuñado de Fraga Iribarne, de director general y que había sido el jefe de la censura en el franquismo y no teníamos nada que hacer, no ya nadie que tuviera una orientación de izquierdas sino cualquier centrista de la UCD que había capitaneado Adolfo Suárez».
FELIPISTAS CONTRA GUERRISTAS EN TVE
Delgado ha hablado sobre la división interna que había en TVE entre los sectores felipista, más cercano a Pilar Miró, y guerrista, alineado con José María Calviño.
«Era amigo personal de Pilar Miró, de hecho a Calviño le conocí cuando fui director de RNE. En medio de esa relación de tensión que había fui el encargado de recibirla en la casa de la radio cuando ella vino de directora general. Ella tenía derecho a renovar su equipo y yo no tenía ninguna aspiración de seguir allí. Ella me preguntó lo que yo quería hacer y accedió a que hiciera lo que yo le hubiera pedido con mucho gusto. Estuve a punto de irme de corresponsal a Roma, aunque luego terminé siendo consejero de RTVE porque me interesó más quedarme aquí. No tuve ningún problema con Pilar Miró».
LOS ASESINOS DE LORCA Y EL PP
Uno de los momentos más polémicos de la carrera de Fernando Delgado fue un comentario en la Cadena SER, durante su etapa al frente de ‘A vivir que son dos días’. Fue Un comentario en el que consideró que lo que quedara de los asesinos de Lorca votaba al PP. El periodista ha explicado el contexto:
«He vivido en carne propia los efectos de la maledicencia y de un periodismo de trastorno. (…) Un gran amigo mío, que era Secretario de Estado de Cultura con el PP, Luis Alberto de Cuenca, dijo una cosa que me parece un error sustancial: «Si Lorca viviera votaría al PP». Entonces yo desmentía eso y defendía que no se podía especular con los muertos, pero que en caso de emitir un juicio sobre los derroteros ideológicos de Lorca, por lo que él había dicho y hecho, no cabría deducir que votara a un partido de derechas. Entonces dije que lo que sí se podría decir es que los que mataron a Lorca o lo que quede de ellos podrían votar a un partido conservador. Luis Alberto de Cuenca no se enfadó por eso, pero enseguida empezaron otros a manipular esto diciendo lo que yo no había dicho. Incluso el presidente del gobierno llegó a decir en la comisión del 11-M que le habían llegado a acusar de matar a Lorca».
UN BULO DESMENTIDO POR LA JUSTICIA
Hubo quien atribuyó a Fernando Delgado la siguiente frase supuestamente pronunciada durante la jornada de reflexión electoral posterior al 11-M: «Tienes ustedes la ocasión de librarse de gente como Alfredo Urdaci, Alfonso Ussía o Jiménez Losantos, herederos de los asesinos de Lorca». Urdaci y Ussía se hicieron eco del bulo, dándolo por cierto. Delgado acudió a los tribunales, que dictaminaron que era mentira que hubiera pronunciado esas palabras el día previo de las elecciones generales de 2000.
«Nadie dijo nada parecido a eso, ni siquiera Eduardo Haro Tecglen que era un poco ardoroso. Nadie habló de eso, respetando rigurosamente el día de reflexión, pero además, el que me conoce sabe que no entra en mis modos insultar, descalificar o decir que hay que votar para hacer desaparecer a unas personas, cuando a mí no me gusta nombrar a nadie salvo para elogiarla. Yo expreso ideas que pueden ser o no compartidas, pero no nombro a personas».
«No conozco personalmente ni a Urdaci ni a Ussía, al único que conocía era a Federico Jiménez Losantos, que no se hizo eco del bulo. A las otras dos personas no las he tratado, ni para bien ni para mal».
«Hay dos políticos que tienen un sambenito, aunque dicen ellos que nunca lo dijeron. A Alfonso Guerra se le atribuye la frase: ‘El que se mueve no sale en la foto’. Y a Eduardo Zaplana se le atribuye una declaración de que él está en política para enriquecerse. Ambos negaron haberlo dicho, pero por mucho que lo nieguen se sigue diciendo de uno y otro. Te estoy poniendo el ejemplo de dos políticos de distinta naturaleza. Estos casos no son frecuentes, porque si lo fueran sería espantoso».
Delgado lamenta que a pesar de que los tribunales acreditaron la falsedad del bulo, aún continua perseguido por él.
«DEGENERACIÓN MORAL DE LOS MEDIOS»
«Muchos medios están en manos de poderes ajenos a los intereses de la profesión periodística. Están en manos de poderes financieros y políticos con fines que no son los estrictamente legítimos de un medio de comunicación. Hay poderes económicos que se han hecho con medios y hay medios que se han convertido en poderes económicos. A veces estos poderes económicos tienen mayor poder político que el propio poder político. Eso me parece una degeneración moral de los medios de información».
CONFLICTO ACTUAL EN TVE
El triunfo electoral del PP supuso el despido de Fernando Delgado de TVE en 1996. Delgado celebra que transiciones posteriores han sido más respetuosas.
«El Gobierno de Zapatero fue bastante respetuoso con los profesionales de RTVE, muchos permanecieron en sus puestos. Ahí tenemos a Ana Blanco presentando los informativos con distintos gobiernos, lo que es un gran logro de una gran profesional. Ese respeto me parece muy de celebrar. Los informativos de TVE son los más objetivos y mejor planteados en mucho tiempo».
«Es una buena programación de una televisión pública. Lamentaría que eso cambiara. Han cambiado la ley y este acuerdo-marco democratizaba más los procesos de sustitución en el medio y eso es lo que ha impedido que si alguien tuviera ahora la tentación de hacer tabla rasa no pueda hacerla. Las cosas están complicadas y alguien se propone tomar determinaciones por decreto-ley, lo que sería poco aconsejable y no sería bueno para nadie».
Con la colaboración de J. F. Lamata y Roberto Cid.