El periodista Manuel María Bru comenzó la carrera de periodismo seis años después de haberse ordenado sacerdote por recomendación directa de monseñor Ángel Suquía, que fuera cardenal arzobispo de Madrid. Entre otros cargos, Bru ha sido delegado diocesano de medios de comunicación social del arzobispado de Madrid, director de contenidos sociorreligiosos de la cadena COPE, director religioso de Popular TV y profesor de periodismo y ética.
- MOMENTOS DE LA ENTREVISTA
- EN ABC SOBRE EL MODELO DE TELEVISIÓN DE ESPAÑA (2001)
- MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA IGLESIA
- MATRIMONIO HOMOSEXUAL PARA MEDIOS E IGLESIA
- DEBATE EN TELEVISIÓN SOBRE ‘EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA’
- LA DENUNCIA DE BRU A LA DERIVA DE LA COPE EN 2008
- LA DIFICULTAD DE UNA TELEVISIÓN DE LA IGLESIA
- LA ASIGNATURA PENDIENTE DE LA FICCIÓN
MOMENTOS DE LA ENTREVISTA
07:00′ – Bru contra el modelo de televisión
26:00′ – Encerrona en ’59 Segundos’ (TVE)
32:11′- Sus críticas al liberal de la cadena COPE
42:09′- Sobre TV de la Iglesia: PopularTV, MaríaVisión y 13tv
Además de su etapa en COPE (con algún programa como ‘Es Domingo’ que llegó a tener medio millón de oyentes) Manuel María Bru figura como asesor del periódico digital Diario Ya.
«Colaboré con el Diario Ya cuando un amigo mío de promoción, Rafael Nieto, compañero de curso, rescató la cabecera Ya como digital. Y yo estuve colaborando con él. Cuando lo dejó él yo lo dejé. No conozco a las personas que lo llevan ahora. Seguiré en el consejo asesor, pero asesorar, asesoro poco».
Ya fue el periódico de la Iglesia (de la Editorial Católica) que funcionó en España entre 1935 y 1997. Llegó a ser el periódico líder durante los años de la transición 1973-1976 con Alejandro Fernández Pombo como director, pero desapareció tras pasar por muchos empresarios (como Vocento, el Grupo Zeta o Rodríguez Menéndez).
«Sobre el Ya, la Iglesia vive un recuerdo traumático. Por lo que supuso el desenlace del Ya, dejó en la Editorial Católica una imagen muy amarga. Un periódico es una aventura muy difícil. La Iglesia católica fue pionera con El Debate en prensa de papel, y luego vino el Ya y una red de periódicos locales como La Verdad de Murcia. Pero ahora ya no hay presencia en ningún diario».
«Apoyo una idea del beato Juan Pablo II. Cuando se debatía si «medios de comunicación cristianos o cristianos en todos medios de comunicación». En realidad había un tema de fondo muy interesante. Las dos son visiones evangélicas y Juan Pablo II dijo «no poner los O poner los Y», medios católicos y católicos en los medios».
EN ABC SOBRE EL MODELO DE TELEVISIÓN DE ESPAÑA (2001)
Manuel María Bru publicó un artículo en ABC el 28 de febrero de 2001 en el que criticaba el modelo de televisión que había en España (en aquel momento era célebre el programa Tómbola y otros del mismo estilo). En el artículo Bru decía, entre otras cosas, que la raíz del periodismo debía ser el respeto a la dignidad humana y que «los colaboradores del programa, los propietarios del medio, los guionistas, los realizadores y todos y cada uno de los receptores, ponen en entredicho su propia dignidad».
«Era una afirmación un tanto fuerte. Pero creo que es verdad. En la sociedad de la información no podemos hablar sólo de francotiradores en medios, de personas aisladas, hay que hablar de todo un entramado cultural. Y todo eso está en la sociedad, todos somos responsables. En el caso de los medios audiovisuales es evidente. Se utilizan ondas hertzianas para denigrar a personas, es algo de lo que somos corresponsables todos».
Bru considera que la gran tentación de los medios de comunicación es «servir a algún tipo de poder» (político, económico) y no «servir a la sociedad» y añade que esa tentación la han tenido «incluso medios de comunicación eclesiales».
MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA IGLESIA
Sobre el debate del trato que los medios de comunicación dan a la Iglesia, en el que parece resaltarse mucho más cuando hay un crimen si es de alguien perteneciente a la Iglesia, que si es un civil, Bru explica su punto de vista:
«Se pide un plus a los hombres y mujeres de Iglesia. Se les hace un seguimiento cargado de una serie de prejuicios. Pero también hay una realidad para la Iglesia: los escándalos de sacerdotes que han causado delitos. Ante ellos, la Iglesia no puede más que aprender a crecer en humildad (…). La realidad es que somos todos humanos».
«Pero es cierto que se pueden establecer comparaciones. En el caso, por ejemplo, de la pederastia. ¿Cuánto han hablado sobre los casos de pederastia en el ámbito educativo, dentro de familias? Es que los números cantan. Pero tiene más morbo enfocarlo sobre la Iglesia, por lo que supone de sorpresa».
«Aquí todos somos iguales. La Fe y el sacerdocio no son una medalla ni un parapeto para protegerse. Si se ha incumplido la ley, las mismas consecuencias que a cualquier otra persona».
MATRIMONIO HOMOSEXUAL PARA MEDIOS E IGLESIA
Después de varias décadas en la que en los medios de comunicación la homosexualidad sólo era tratada como elemento de chanza trasgresor para programas de humor, a partir de 2005 el matrimonio homosexual se convirtió en un tabú de lo políticamente correcto, mientras que los contrarios al matrimonio homosexual pasaron a ser los trasgresores, identificados con la etiqueta de «homófobos» o «intolerantes», en este grupo se situó a la Iglesia en pleno.
«Es el riesgo de hacer juicios basándose en cuatro tópicos y no analizar cual es la visión auténtica de la Iglesia. En una sociedad culturalmente machista, como la de Europa y España durante años, la Iglesia fue un reducto de respeto a la homosexualidad. Se ha predicado siempre por el respeto a los homosexuales. Otra cosa es el valor moral, pero la llamada respeto a todas las minorías ha sido permanente en la Iglesia y en la comunidad cristiana. No es justo que se la acuse de homofobia».
«La Iglesia no condena la homosexualidad, lo que propone a los que estén en esa condición y sean católicos, es una vida de abstinencia. Y va dirigido sólo a los que sean católicos, de ahí, sacarlo como un ataque a la homosexualidad me parece injusto».
Bru ratifica la opinión de la Iglesia de que el reconocimiento de los derechos de los homosexuales debía haberse hecho con otra regulación que no fuera la de cambiar la legislación actual sobre matrimonio, suprimiendo las palabras «padre» y «madre» para poner en su lugar «progenitor A» y «progenitor B».
«No hay otro país en el que en vez de aprobar una nueva regulación, lo que se haya hecho modificado la ley del matrimonio (…) Por pensar distinto de esa regulación jurídica, se te tacha de homófobo».
DEBATE EN TELEVISIÓN SOBRE ‘EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA’
En 2007 Manuel María Bru participó en un debate en TVE (’59 Segundos’ de Globomedia) dirigido por Miguel Adrover y presentado por Ana Pastor, que era la subdirectora, sobre Educación para la Ciudadanía. En aquel programa Bru intervino en nombre de la COPE y fue de los pocos detractores de ‘Educación para la Ciudadanía’, lo que le llevó a ser atacado por el resto de tertulianos, a destacar José María Calleja que le dijo que «los de la COPE se merecían el infierno».
«Ese debate, siendo un programa de la televisión pública, y siendo un programa con fama de cierta neutralidad y de cierta objetividad, que todos hablen lo mismo, pasó una cosa que a mí nunca me había pasado en el mundo de los medios: Cuando entramos la religiosa y yo se hizo un llamamiento al auditorio para que se nos abucheara por parte de los organizadores del programa. Cuando lo vi estuve a punto de volverme y no participar. Eso ya te condiciona desde el principio. Eso era telebasura».
«Ese tipo de trastiendas ,de aplausos y abucheos en ‘Tómbola’ o en ‘Crónicas Marcianas’ todavía… pero en ’59 segundos’ a mi me parece tremendo. En cuanto nos llamaron para entrar en el plató, se levantaron unos carteles que ponía ‘abucheo'».
«Recientemente coincidí con uno de los periodistas de ese debate y me dijo ‘no te tratamos muy bien, me parece’ y yo ‘no, muy bien, no'».
En cuanto al tratamiento de los medios a frases de los obispos con una peculiar selección de fragmentos, Bru considera que «Se buscan cualquier excusa para repetir los tópicos de su línea anti-religiosa», pero que no es sólo con la Iglesia, sino que cada medio con frases de políticos o famosos, juega a sacar frases de contexto «esto es muy viejo».
LA DENUNCIA DE BRU A LA DERIVA DE LA COPE EN 2008
Manuel María Bru apareció en el centro de una fuerte polémica cuando desde su programa de la COPE ‘El Espejo’, hizo en junio de 2008 el siguiente editorial:
«Nunca me ha convencido la defensa de la libertad de los ‘liberales’, por muy natural que parezca que un liberal defienda la libertad. La razón de mi desconfianza es doble: primero porque el liberal puro, al no tener una visión trascendente de la vida, no suele dar mucha importancia al respeto a la dignidad humana de los demás a la hora de ejercer su libre albedrío. Segundo, porque su característico individualismo autosuficiente le lleva a magnificar el derecho a su propia libertad, y minimizar, cuando no negar, el derecho a la libertad de los demás».
Aquello se entendió como un ataque de Bru hacía el locutor y director de La Mañana de la COPE, Federico Jiménez Losantos, que se presentaba como liberal, pero que era acusado de ridiculizar las opiniones que no compartía (el veterano periodista Losantos da su versión de aquellos hechos en su libro ‘El Linchamiento’).
«Esta frase, el haberla dicho en ese programa y haberla publicado en ese blog, a mí como sacerdote y como persona me cambio la vida. Pero me la cambió radicalmente. Mi vida se divide en dos: antes de publicar esto y después. Me encontré con algo que una compañera de profesión me comentó: «Manuel, no sabes lo que has hecho, has tosido a un dios y no te lo va a perdonar en la vida».
«Hacer esa declaración supuso que grupos sociales, para mi dolor y mi indignación, también personas en el ámbito de la Iglesia, pero en especial los afines a ese comunicador y el mismo me declararon la guerra. Significa que desde entonces hasta hoy, tendría una persecución. Y, como me amenazaron algunos, «hasta que me muera». Por ese editorial tan sencillo. Los poderosos en el mundo de los medios se las gastan así. A mí me han injuriado, han difundido de mí todo tipo de falsedades, campañas. Yo me he encontrado en este blog con insultos todos los días, por decir la verdad. Pero fue una verdad que en ese momento hizo mucho daño».
Bru nunca ha ocultado sus diferencias con el estilo de Jiménez Losantos.
«Tener como principal comunicador en el horario de máxima audiencia a una persona que no tenía nada que ver ni con su manera de entender la vida, ni con lo que es el ideario de la COPE y en el punto de vista formal, que su método comunicativo es el de la radio-basura, el del insulto permanente, en el desacreditar a las personas. Pues eso era algo impresentable. Y yo estaba ahí dentro, estaba en el consejo de la COPE dirigiendo los programas socio-religiosos».
«Había muchos escandalizados por esa situación. Sólo tenía dos opciones: irme o denunciar la situación desde dentro y opté por lo segundo: denunciar la situación en antena, porque en los pasillos ya lo había hecho. Eso me cambió la vida. Utilizar el espacio pequeño de mi programa diario, ‘El Espejo’, para decir aquello de lo que no me arrepiento ni un coma. Denunciar a ese tipo de liberal que se ríe de la libertad de los demás. A mí me cambió la vida, ha sido una experiencia muy dura».
LA DIFICULTAD DE UNA TELEVISIÓN DE LA IGLESIA
En el verano de 2010 la cadena Popular TV, propiedad de la Conferencia Episcopal, vivió varios cambios, que incluyeron que temporalmente se llamara ‘Popular María Visión’. Para finalmente desaparecer. En la actualidad la COPE es accionista de la cadena privada 13tv.
«Popular TV era una televisión muy deficitaria, no revelo ningún secreto, porque ¿qué televisión no es deficitaria? Pero Popular TV en el fondo era una red de televisiones locales, como Localia. De acceso a un tipo de publicidad de tipo-B. Con una contabilidad muy fragmentada, era más la audiencia real que la que se podía medir comparativamente como para tener acceso a una mayor publicidad».
«En 2010 ya hay una crisis económico, el Grupo COPE no podía asumir la situación de Popular TV y surge un empresario mexicano que propone una manera de sacar a flote a Popular TV. Ante una oferta de ese tipo y con inversión la COPE acepta. Era un estilo mucho más temático religioso, un estilo sudamericano que el televidente español tenía difícil asumir. Aún así en ese tiempo hubo algún programa que funcionó bien. Pero ese proyecto no tuvo éxito. Fue una aventura que duró lo que duró y al final se optó, ya no desde la cadena COPE, sino desde la Conferencia Episcopal intervenir en el proyecto de la cadena 13tv, que era un proyecto que ya había empezado. Ellos siempre quisieron contar con la Iglesia y esa es la realidad que existe ahora».
Bru no oculta sus dudas sobre el hecho de que 13tv no tenga licencia propia, sino use una alquilada (otorgada en su día al grupo Recoletos-Unidad Editorial).
«Me parece un problema a resolver que la Iglesia tenga que gastar dinero por tener una antena que no es suya. En Popular TV las antenas eran concesiones administrativas a ellos o de las diócesis».
«A mí me parece que cuando una antena se la concede al Estado español para que la desarrolle, si no la desarrolla, debería devolverla para que el Estado se la pudiera conceder a otro. En vez de eso negocian con su antena y la alquilan. Eso me parece que está mal hecho. ¿Eso es poco ético sólo por el que lo pone en alquiler o también contribuye el que paga? Es un problema ético que merecería una reflexión».
LA ASIGNATURA PENDIENTE DE LA FICCIÓN
El periodista y sacerdote también opina sobre el papel de las series de ficción. Preguntado por el hecho de que no exista ninguna productora de series que siga los valores cristianos y que en la mayoría de series si sale un representante de la Iglesia es como elemento de burla o elemento negativo, hace la siguiente consideración:
«Le corresponde a la sociedad: hagamos series de televisión sin prejuicios contra la Iglesia. Hay de todo, pero la mofa permanente en muchas series de TV de éxito a figuras eclesiales no tiene un mínimo disimulo. Y al final, eso es mucho más eficaz, desde el punto de vista del descrédito de una institución, que cualquier informativo. Es la transmisión a través de un relato. El relato enseña lo que es bueno o lo que es malo. Se aprende a través de la ficción, hay que tener cuidado con los mensajes que se dan. Pero el gran desafío es de la sociedad, no de la Iglesia».
Con la colaboración de Esther Tristán.