Bertín a Rahola: "Sólo hay una cosa que no le aguanto. Que me llame señorito. Mi padre nunca me dejó serlo"
En vísperas de las elecciones catalanas, La Razón publica este 23 noviembre 2012 un texto en el que Bertín Osborne contesta a Pilar Rahola por el artículo Aquí la imbécil que publicó en La Vanguardia unos meses antes.
Osborne confiesa no saber quién era Rahola y la describe usando las palabras de una de sus amigas:
«Sí, hombre, una muy chillona que sale en un debate de televisión, que era de Izquierda Republicana y ahora es de CiU, que tiene un marido del PP y está de los nervios con la independencia».
Rahola le había llamado macho ibérico, a lo que el presentador responde:
«Soy macho, efectivamente, poco dado a las ambigüedades sexuales, e ibérico, porque he nacido, igual que ella, en la Península del mismo nombre».
En los artículos de uno y otra se aborda la cuestión de la prohibición de los toros en Cataluña y el Corredor del Mediterráneo y de los taxistas paquistaníes de Barcelona:
«Me parece una vergüenza. Yo, por mi parte, cuando voy a Barcelona, si me coge un taxista que no habla nuestro idioma, me bajo».
Pero el punto más conflictivo es el hecho de que Rahola se refiriese a Osborne como «señorito».
«Sólo hay una cosa que no le aguanto. Que me llame señorito», dice Osborne sobre el artículo de Rahola, a la que desea que «alguien le aconseje que se relaje, que se beba una copita de cava».
‘AQUÍ LA IMBÉCIL’, POR PILAR RAHOLA
Ay, Bertín, tan alto, guapo, simpático y tan señorito y pasas por Barcelona y, zas, nos llamas imbéciles! Hombre, Bertín, eso no está bien, que no es la mejor manera de despedirse, después de unos días de feliz teatro en Catalunya. Yo que vi tu nombre en el Avui y fui rauda a gozar de tu sabiduría, y resulta que me encuentro con una sarta de lindezas que me han dejado noqueada. Es bien cierto que no es lo mismo ser gracioso que tener gracia, y tu gracia debe estar de paseo, porque la verdad es que no fuiste nada gracioso. Más bien, querido, has hecho una entrevista de pena, claro que es posible que los imbéciles no entendamos tu profundidad. Veamos tu predisposición a hacer amigos.
Dices, por ejemplo, que el corredor del Mediterráneo «no interesa a las marujas», que no tienen ni idea y que lo que quieren es cobrar a fin de mes y que gane el Barça. Querido, ¡qué mentalidad de macho ibérico barato! ¿No sabes que hoy en día las marujas son más listas y leídas y menos frívolas que muchos señoritos? A ver si resultará que quien no tiene ni idea de infraestructuras económicas eres tú y aún crees que las mujeres son cuatro tontas que sólo saben babear cuando ven un pata negra cantando boleros. Pues sabes, hasta para cobrar a fin de mes es importante el corredor, pero nada, tú a tus vinos y a tus toros.
Y hablando de toros, es en esta cuestión donde te pones estupendo. Lo más alucinante es que aprovechas una perorata clasista sobre taxistas pakistaníes para llamarnos imbéciles a los millones de catalanes que queremos prohibir la tortura de un toro en una plaza. Por supuesto estoy de acuerdo en que la contradicción de mantener los correbous es una vergüenza catalana, pero con la diferencia que tú quieres permitir todas las torturas y yo las quiero prohibir. Pero eso no es óbice para que digas barbaridades del estilo «el que ha organizado esta pantomima es un argentino. Debería volverse a su país con Repsol y su presidenta».
Pues bien, fueron más de cien mil argentinos los que firmamos la petición para prohibirlos y fueron decenas de diputados argentinos los que votaron en el Parlament, aparte de los millones de argentinos de este país que están en contra, estadísticas en mano. Como ves, hay mucha Mafalda y mucho Manolito en Catalunya.
En fin, entiendo que articular argumentos sesudos a favor de la masacre que se perpetra en una plaza de toros es una tarea imposible, y por ello necesitas caer en la descalificación, con la vana esperanza de que tus insultitos nos afecten. Pero lamento decirte que no es así, primero por aquello de que no ofende ni quien quiere y etcétera, y segundo porque muchos miles preferimos ser argentinos e imbéciles que torturadores de animales.
Es una cuestión de prioridades. Nada, querido, para ti la frase tanguera: «Sobre el fino garabato de un tango nervioso y lerdo se irá borrando el recuerdo…». Besos.
‘BERTÍN OSBORNE RESPONDE A PILAR RAHOLA’, POR BERTÍN OSBORNE
La señora Pilar Rahola me pone a caer de un burro en un artículo en «La Vanguardia», llamándome macho ibérico barato y otras lindezas, y yo, aún no recuperado de la sorpresa, le quiero aclarar algunos puntos en estas líneas. Debo reconocer que me ha sorprendido un poco todo esto, puesto que ella y yo no nos conocemos de nada. Hasta tal punto no nos conocemos, que me ha tenido que explicar una periodista amiga, quién era.
Para darme indicaciones, me ha enseñado una foto suya en internet, y para darme incluso más detalles me ha dicho: «Sí, hombre, una muy chillona que sale en un debate de televisión, que era de Izquierda Republicana y ahora es de CiU, que tiene un marido del PP y está de los nervios con la independencia».
Así, textualmente. Yo, a pesar de todo, seguía sin reconocerla , y mi amiga, la periodista, me ha hecho leer el artículo de marras. Me llama, en él, macho ibérico y, la verdad, es que tiene toda la razón, porque lo soy. Soy macho, efectivamente, poco dado a las ambigüedades sexuales, e ibérico, porque he nacido, igual que ella, en la Península del mismo nombre.
A partir de ahí, se mete en un jardín mezclando gardenias con repollos. Dice que he llamado imbéciles a las «marujas» catalanas, que me río del Corredor Mediterráneo, que me gustan los toros y el vino, que soy un señorito y que critico a los taxistas paquistaníes. Todo en un batiburrillo al que no le he encontrado ni los pies ni la cabeza.
Con ánimo de aclarar las cosas para que la gente lo entienda, la historia fue así: una periodista catalana me pregunta si me preocupa el Corredor Mediterráneo. Yo, por un momento, pienso que me está hablando de algún maratoniano de Valencia o de mi amigo Pedro de la Rosa. Cuando me explica lo que quería decir, me entra la risa porque pienso que es una broma.
Con la que está cayendo en este país ¿a quién coño le puede importar el Corredor Mediterráneo? Le contesté que preguntara a «cualquier María» que fuera por la calle si el famoso corredor le importaba una higa. Le dije que era cosa de políticos y periodistas porque en la escala de prioridades de la gente de la calle, el corredor Mediterráneo es una coña marinera.
Lo dije y lo mantengo. Es posible que a una señora culta y preocupada por el Corredor Mediterráneo le haya podido parecer que la llamaba imbécil. Lo siento muchísimo. No era mi intención. El que me diga en otro párrafo, como una crítica, que me gustan los toros y el vino, me hace hasta gracia. ¡Ya lo creo que me gustan! Recuerden que soy un macho ibérico y esas cosas nos gustan muchísimo.
De los taxistas paquistaníes dije, solamente, que parece mentira que con el paro que hay entre los catalanes se den 800 licencias a extranjeros que no hablan nuestro idioma y que incluso, nos señalan el GPS de sus coches con el dedo para que nosotros escribamos la calle a la que vamos. Me parece una vergüenza. Yo, por mi parte, cuando voy a Barcelona, si me coge un taxista que no habla nuestro idioma, me bajo.
Sólo hay una cosa que no le aguanto. Que me llame señorito. Mi padre nunca me dejó serlo. Todo lo que tengo lo he ganado con mi trabajo. Desde la primera casa hasta la última camisa las he comprado con mi esfuerzo y mi profesión. Yo no cobro subvenciones, ni pongo el cazo, ni tengo mamandurrias, ni fundaciones piratas, ni he mangado un duro del dinero público como bastantes políticos corruptos que tiene ella cerca.
Trabajo como un burro para sacar adelante a mi familia y dar trabajo a más de 15 personas. ¿A cuántas da trabajo la señora Rahola? Sí, me declaro un macho ibérico, trabajador, honesto y solidario. No hago daño a nadie y me gusta España, los toros, el vino, la paella, el flamenco y los catalanes. Tengo tantos amigos en Cataluña como en Andalucía y Madrid. A algunos les gustan los «corre bous», son del Barça y son buena gente, y amigos de sus amigos.
Va a ser mejor que alguien le aconseje que se relaje, que se beba una copita de cava, que se saque los gatos de la barriga, sonría a la vida, a Cataluña, a España, y que se ponga a dar conferencias del Corredor Mediterráneo, que tiene un futuro extraordinario.