Día de luto. La víspera de la gran fiesta de Galicia se vio empañada por el terrible accidente de tren que se ha cobrado, por el momento, según la información que se maneja de fuentes oficiales, 77 fallecidos a falta de revisar aún dos convoyes. Obviamente, las portadas de papel no llevan otra cuestión que no sea el gravísimo suceso ferroviario en Santiago de Compostela. Sus respectivas ediciones on line están actualizando sobre la marcha la información que va llegando hasta las redacciones. Hoy, más que nunca, desgraciadamente, el dato en el papel ha quedado desactualizado.
EL MUNDO
El cierre de su edición de papel llegó a contabilizar 60 muertos. Su titular de portada es «Alta velocidad mortal», con una gran foto de los vagones del Alvia descarrilado, incluso uno de ellos totalmente hecho chatarra. Detalla el periódico que se trata del primer accidente ocurrido en las vías del AVE. También se cuenta que el Alvia Madrid-Ferrol circulaba con retraso y gran velocidad al entrar en Santiago en la víspera del Día del Apostol.
El Mundo lleva otros dos argumentos informativos más, «Griñán entroniza a Susana Díaz y arrincona aún más a Rubalcaba» y «Munar, juguete roto». Obviamente, a nivel de las portadas, son temas que, viendo la desgracia acaecida, quedan relegados a un lugar muy secundario.
EL PAÍS
El periódico de PRISA, que también llegó a contabilizar 60 fallecidos antes del cierre de la edición de papel, titula con «Tragedia en el tren de Santiago». Asegura que el descarrilamiento es el accidente ferroviario más grave de los últimos 40 años en España». También resalta en uno de los subtítulos que «el convoy circulaba con exceso de velocidad».
El País lleva en portada la grabación entre el maquinista y el control: «¡Voy a 190!». «El conductor admitió, atrapado en la cabina, que el convoy superaba el doble de la velocidad permitida, según fuentes de la investigación».
Según el relato del diario, el diálogo se produjo así:
Uno de los maquinistas del tren Alvia que descarriló ayer en Santiago de Compostela quedó atrapado tras el accidente en la cabina del convoy. A través de la radio con la que se comunica con la estación, cuando aún no sabía siquiera si había fallecidos, hizo un relato de lo que acababa de suceder. Expresó que le dolía la espalda y las costillas y que no podía salir. “¡Somos humanos! ¡Somos humanos!”, repetía. “Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia”. El conductor dijo que el tren había tomado la curva a 190 kilómetros por hora; después habló de 200, pero luego volvió a decir que, al entrar en la curva, el tren iba a 190 kilómetros por hora.
LA RAZÓN
Con gran foto del accidente, la idea escogida es «Tragedia en Santiago». La Razón, viendo que el número de víctimas iba a ser más elevado que los datos que se manejaban hasta la 1 de la madrugada (alrededor de unos 50 muertos) prefirió decantarse en el subtítulo por hablar de «Decenas de muertos tras descarrilar un Alvia de la línea Madrid-Ferrol». También se insiste en la idea de que «El tren iba a más velocidad de la permitida, según las primeras investigaciones». También hay hueco para uno de los tantos testimonios que hubo de afectados y gente que vio el fatal suceso, «Veíamos a gente demacrada sacando niños de los vagones incendiados».
ABC
El rotativo de Bieito Rubido también titula con «Tragedia en Santiago. Más de 60 muertos en un tren que circulaba al doble de la velocidad permitida». Detalla que el Alvia descarriló cerca de la estación.
LA GACETA
El cierre de portada de este diario tuvo que ser demasiado temprano ya que la cifra que destaca de fallecidos es, lamentablemente, ínfima con respecto a lo que finalmente sucedió: «Al menos 15 muertos tras descarrilar un tren en Santiago». El periódico, eso sí, invita al lector a meterse en su edición digital y a sintonizar Intereconomía TV para actualizar unos datos que han ido arrojando más decesos.
