'The Washington Post' con Bezos sigue la estela de 'Boston Globe' y Newsweek'

Las grandes periódicos de EEUU son ‘trofeos’ para magnates

La atribulada prensa sólo espera que el nuevo 'The Washington Post' ayude a dar con la clave para salir del hoyo

El presidente de la editora del «Washington Post» destaca que el fundador de Amazon tiene la paciencia de hacer rentables negocios difíciles

¿Qué compraban los tiburones del cemento, la rasilla y la recalificación en la España de la burbuja inmobiliaria?

Muchas cosas, pero entre otras y de forma destacada, el nuevo millonario solía comprarse un hotel y el periódico local.

El hotel, para sentirse atendido, agasjado y servido como el Duque de Lerma. El diario, para mangonear en la política de la comarca y facilitar así, via chantaje, presión y manejos, que le concedieran nuevos contratos, recalificaciones y concursos.

En Estados Unidos, las cosas son bastante diferentes, pero también hay fiebre periodísitica entre los muy ricos.

Para muchos el negocio de la prensa escrita se ha convertido en un barco a la deriva, pero la decisión de Jeff Bezos, el fundador de Amazon, de hacerse con el Washington Post confirma el interés de los multimillonarios estadounidenses por experimentar con un mercado al borde del abismo.

Ahora, uno de los titanes de Silicon Valley, que dirige la tienda online más grande del mundo, se dispone a experimentar con una de las cabeceras más prestigiosas del país previo pago de 250 millones de dólares (unos 187,8 millones de euros).

Sin embargo, aunque esta operación dejase boquiabierto a Wall Street, Washington y Silicon Valley, no supone la primera incursión de un genio empresarial en el truculento mundo del periodismo escrito.

Como explica Jose Luis de Haro en ‘El Economista’, la adquisición de Bezos culmina una semana en la que John Henry, propietario de los Red Sox, desembolsaba 70 millones de dólares (52,59 millones de euros, aproximadamente) por el Boston Globe o Barry Diller, consejero delegado de InterActiveCorp, se hacía con el raquítico negocio del semanario Newsweek, por el que pagó un dólar además de asumir 40 millones en pagos de pensiones.

Esta tendencia no es algo nuevo. Precisamente por todos es conocida la afinidad de Warren Buffett, una de las personas más ricas del planeta, por el periodismo. De hecho, al término del primer trimestre de 2013 el Oráculo de Omaha había desembolsado un total de 344 millones de dólares (unos 258,47 millones de euros) en 28 cabeceras locales.

Además, tampoco debemos pasar por alto que Berkshire Hathaway, su brazo financiero, era el mayor accionista del Washington Post, con el 27,86 por ciento de las operaciones en su poder. De hecho, la compra por parte de Bezos supondrá para Buffett y sus inversores unos ingresos aproximados de 46 millones de dólares (34,56 millones de euros).

Aún así, el negocio de la prensa escrita no es un negocio rentable, y no generará demasiados beneficios a sus propietarios. Sin embargo, alimentan el apetito de aquellos que quieren incrementar sus papeles sociales, cívicos y políticos en el panorama nacional e internacional.

De momento, Bezos apostará por experimentar con la innovación que tan bien ha funcionado en Amazon, para salvar un negocio que lleva 136 años enfermo.

Bezos ya ha dicho que no tiene una barita mágica. En un mensaje a los trabajadores explico este 5 de agosto de 2013 que no llega con ninguna solución.

“No hay mapa, y el camino por delante no va a ser fácil. Tendremos que inventar, lo que quiere decir que necesitaremos experimentar”.

«Internet está transformando casi todos los elementos del negocio de la información: ha acortado el ciclo informativo, ha erosionado las fuentes fiables de ingresos a largo plazo y ha habilitado nuevas formas de competencia, algunas de las cuales pagan poco o nada por recopilar noticias».

El director ejecutivo de la firma, Donald Graham, y el nuevo comprador, Jeff Bezos, han aclarado que la venta no afectará a la gestión y distribución del periódico. La editora y el director de The Washington Post, Katharine Weymourth y Martin Baron, respectivamente, continuarán en sus puestos y no se prevén reestructuraciones de personal.

TERRENO INEXPLORADO

Graham ha reconocido que el diario, que pasará a la historia por haber destapado el Watergate, no ha permanecido al margen de los cambios vividos por los medios de comunicación en los últimos de años y que van desde la pérdida de lectores e ingresos publicitarios a la plena introducción de Internet.

Como explica E.J. Blasco en ABC, el reto que afronta Bezos es inmenso. Basta echar un vistazo a las cifras de la compañía que acaba de adquirir.

De los 109 millones de dólares que tuvo en 2002 la división de diarios , se pasó en 2012 a unas pérdidas de 53,7 millones. En ese mismo periodo se bajó de una venta de 769.000 ejemplares a 472.000. La redacción, que una vez llegó a contar con mil empleados, ha quedado reducida a 640 personas.

En cualquier caso, así como Bezos dio la vuelta al tradicional negocio de la venta de libros y cambió el mismo concepto del producto -venta online y libros digitales-, ahora tiene por delante el reto de hacer algo parecido en el sector de la información escrita.

Y de lo que consiga y sobre todo el cómo, están pendientes todos.

 

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