Cake Minuesa, director de 'Daños Colaterales', a los asesinos de ETA

«Tenemos las cámaras delante… ¿No teneis hombría para pedir perdón a las víctimas?»

"Algunos os arrepentiréis y querréis pedir perdón, ¿no?"

"Si habláis de un conflicto, de un problema, de paz, lo suyo es pedir perdón"

El sonrojante aquelarre montado por los asesinos de ETA beneficiados por el fin de la doctrina Parot y que estos y sus compinches celebraron este 4 de enero de 2014 en el Kafe Antzokia de Durango -antiguo matadero local- ha concluido de manera inesperada.

De repente, rompiendo el plácido guión diseñado por los terroristas y tras escuchar los aplausos que se dedicaban a si mismos los asesinos, uno de los periodistas presentes en la sala se levantó, caminó unos pasos y les preguntó a la cara por qué no pedían perdón por los asesinatos cometidos.

«¿No van a pedir perdón a las víctimas?».

El periodista es Cake Minuesa, un reportero de raza que dirige y presenta ‘Daños Colaterales’, programa de Intereconomía Televisión.

Cake había aguantado toda la comparecencia de los etarras y decidió intervenir cuando José Antonio López Ruiz, Kubati, el etarra que mató a la dirigente ‘rebelde‘ de la banda Yoyes, anunció que daba por cerrado el acto y que no admitirían preguntas.

El portavoz del grupo de mediadores con el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), Estanis Etxaburu, quien ha introducido el acto, replicó algo atónito al reportero: «Hemos dicho que no vamos a responder a ninguna pregunta y aquí termina la rueda de prensa».

«Algunos os arrepentiréis y querréis pedir perdón, ¿no? Tenemos las cámaras delante», ha proseguido el periodista entre los aplausos de algunas de las personas que estaban en el local, incluidos varios periodistas.

Etxaburu eludió responderle y se limito a mascullar: «Daremos una copia de todo lo que hemos dicho aquí».

Cake Minuesa, haciendo caso omiso a los ‘gorilas‘ que se aproximaron y empezarón a darle tirones de la manga, para que se marchara, insistió:

«309 víctimas. ¿No tenéis nada que decir? Si alguno queréis pedir perdón… Si habláis de un conflicto, de un problema, de paz, lo suyo es pedir perdón».

Antes de que dos abertzales de la organización le conminaran con malos a retirarse y abandonar el local, el periodista añadió:

«No tenéis la hombría, la dignidad y la vergüenza de decir ‘queremos pedir perdón’. ¿Qué habéis ganado matando?».

Cake Minuesa es de origen valenciano. Empezó en la profesión haciendo algo de radio, cuando todavía estudiaba Derecho y en 2009 recibió una ‘Antena de Plata’ por ‘Ponte a Top’, un morning show cargado de humor y realismo. 

Este domingo, 5 de enero, Luis del Pino entrevistó a Cake en ‘Sin Complejos’ de EsRadio y el periodista reconoció que sintió miedo:

«No tanto dentro, sino al salir del antiguo matadero, cuando nos topamos de frente con los familiares y amigos de los asesinos a quienes había preguntado por las víctimas minutos antes… Esos no sólo te miran, también te dicen cosas».

«Lo que buscábamos, preguntandole por sus crímenes y víctimas, era  sacarles los colores a los terroristas; fue un intento de  arrancar la verdad de esta gente, de saber cómo se sienten después de pasar por la cárcel y esperaba un gesto de dignidad, suyo, de ellos, que pidieran perdón a las víctimas, pero no lo hicieron».

Acto autorizado por Pedraz

El acto, autorizado por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz media hora antes de su comienzo, se ha limitado a la lectura de los dos comunicados, uno de los excarcelados de ETA por el fin de la doctrina Parot y otro del grupo de mediadores con el EPPK.

A la entrada de los medios en el Kafe Antzokia, los más de 60 expresos estaban ya colocados en grupo para posar ante los medios gráficos.

Por delante, en una mesa con un mantel rojo, se encontraban Kubati y la también expresa Itziar Martínez, que ha leído el mismo texto en euskera, y en medio de ambos, Etxaburu y Arantza Garbaio, de la plataforma de contacto con el EPPK.

Los periodistas han logrado identificar de inmediato a alguno de los etarras más sanguinarios, como Francisco Javier Martínez Izagirre, alias Javi de Usansolo, Juan Manuel Píriz, Jesús María Zabarte o Isidro María Garalde, Mamarru.

No han estado Domingo Troitiño, un histórico del más sanguinario comando Barcelona de ETA, el que en 1987 cometió la matanza de Hipercor, con 21 muertos, el mayor atentado de la organización terrorista.

Tampoco se ha visto a otro de los beneficiados por el fin de la doctrina Parot, Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, alias Txikierdi, quien en 2004 firmó una carta con otros dirigentes de ETA en la que pedían a la dirección de la banda ETA que abandonara las armas.

La duda ha sido Inés del Río, cuyo caso fue el que propició que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declarara nula la doctrina del Tribunal Supremo de restar los beneficios penitenciarios del total de la condena, no del límite de reclusión de 30 años.

Ante la dificultad de poder reconocer su rostro, los organizadores no han querido confirmar la presencia de Del Río, aunque alguno de ellos ha asegurado que habían estado «todos».

Para evitar cualquier gesto que pudiera motivar alguna denuncia por enaltecimiento del terrorismo, el único cartel que se ha exhibido ha sido el habitual del colectivo Etxerat con el lema «Euskal preso eta iheslariak. Etxera» (presos y exiliados vascos, a casa).

El grupo de expresos, delante de un fondo negro, ha permanecido silente durante la casi media hora que ha durado el acto.

Tras la comparecencia, se ha desalojado a los periodistas y los excarcelados han disfrutado de un almuerzo en el local.

 

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