Pedrojota, en uno de sus últimos servicios a El Mundo, retuvo a Fernando Lázaro in extremis
Casimiro García-Abadillo comienza a tomar ya las riendas de la dirección de El Mundo y ha decidido atacar la línea de flotación de todo aquello que oliera a Pedrojota Ramírez y sus amigos. El nuevo director del rotativo de Unidad Editorial ha decidido cargarse la sección de Federico Jiménez Losantos de los sábados que se titulaba ‘Las cuatro esquinas’, según ha podido saber Periodista Digital. De momento, la estrella de esRadio seguirá manteniendo su columna diaria ‘Comentarios liberales’.
Este movimiento confirma la falta de continuidad entre el proyecto de Pedrojota Ramírez y el del nuevo dirigente en el buque de El Mundo. Hace escasos días este medio ya se hacía eco del ninguneo del riojano hacia su sustituto, aprovechando cada vez que puede para referirse a El Mundo como una orquesta que funciona sola y obviando siempre que puede el nombre de Casimiro.
Periodista Digital ya había advertido la mano de Abadillo marcando distancias con la línea editorial impuesta por Pedrojota Ramírez. «¿A qué venía entonces abrir con Ucrania cuando ese ‘decálogo Abadillo’ anunciaba la importancia de «priorizar las noticias propias, las exclusivas, las grandes historias y reportajes»?», nos preguntábamos la semana pasada. —Abadillo ya marca distancias con Pedrojota ‘escondiendo’ a la Infanta en la portada de El Mundo—
Pedrojota jamás hubiera desperdiciado la oportunidad de servir en portada la cabeza de Granados que el diario se cobró con la exclusiva del 19 de febrero de 2014. Como bien saben los cazadores de la información, las piezas de caza son para exhibirlas. Y para exhibiciones, la del periodista lúgubre en ARCO.
ABC TIENTA A FERNANDO LÁZARO CON LA SUBDIRECCIÓN
No ha sido el único movimiento que se está produciendo en Avenida de San Luis. Semanas antes de la llegada de García-Abadillo a la dirección, Vocento le ofreció a Fernando Lázaro, experto en Interior y terrorismo del diario El Mundo la subdirección de ABC.
Pedrojota Ramírez reaccionó para convencer a Lázaro, un histórico de El Mundo, de que se quedara ofreciéndole blindar su contrato y el de su mujer, también trabajadora de este medio. Lázaro terminó por rechazar la oferta de Vocento, la cual inicialmente había aceptado.
