Nativel Preciado se inició como periodista en el desaparecido diario Madrid a fines de la década del ’60. A lo largo de las tres últimas décadas ha trabajado en múltiples medios de prensa, radio y televisión. Ha sido cronista parlamentaria durante la Transición. José Saramago ha dicho de ella que la sociedad española necesitaba de una mirada como la suya, «aunque sea una mirada cruel».
Algunos de sus trabajos referidos a dicha etapa política han sido publicados en Memoria de la Transición (1996) y en Los cronistas de la Constitución (2004). Actualmente participa en numerosos seminarios y conferencias sobre periodismo y literatura, es columnista del diario Público y del semanario Tiempo, del que fue fundadora en 1982; colabora en «Los Desayunos de TVE».
Manuel Vincent ha escrito de ella:
«Nunca habrás leído nada de Nativel Preciado que no haya sido medido, acertado e inteligente y, sin embargo, sus colegas la perdonan, incluso la siguen amando bajo el imperio de la mediocridad que nos envuelve. Ese es su destino: haber dado a esta profesión donde el nombre se entroniza con navaja, un talante poseído por el rigor sin estridencias. Nativel Preciado todavía conserva aquel punto medio que tenía cuando la vi por primera vez. Ha cometido locuras llenas de sensatez, ha provocado a muchos compañeros con su naturalidad, ha ejercido la inteligencia sin darle importancia, ha hecho siempre lo que le ha dado la gana y pareciendo sumisa ha sido una libertaria. Este libro de retratos que ahora publica (Fuera de Campo) es una galería de personajes o espectros que pueblan su memoria. Yodos ellos forman una rueda de indios bailando alrededor del fuego que Nativel Preciado aviva con una caña»
Es autora de los ensayos Fuera de campo (1991), El sentir de las mujeres (1966), Amigos íntimos (1998), Extrañas Parejas (2000), Ser mujer (VV.AA) (2000), La era del bien y del mal (VV.AA) (2001) y Hablemos de la vida (2002), con José Antonio Marina, y de las novelas El Egoísta (finalista Premio Planeta 1999), Bodas de Plata (2003), Camino de Hierro (ganadora del Premio Primavera de Novela 2007) y Llegó el tiempo de las cerezas (2008). Ha recibido, entre otros premios periodísticos, el Francisco Cerecedo (1986) de la Asociación de Periodistas Europeos; el Víctor de la Serna (1989), concedido por la Asociación de la Prensa a la mejor labora periodística del año, y la Pluma de Plata 2000. Forma parte del Consejo Asesor de Intermón Oxfam y del patronato de la Fundación Diario Madrid.