OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Pablo Sebastián: «Acebes pasaba el cazo por los bajos fondos del PP para Libertad Digital»

Manuel Jabois compara al PP con la CIA cuando niega conocer a los suyos caídos o capturados por el enemigo

Pavor en La Vanguardia a que irrumpa Podemos en el 'cinturón rojo' de Barcelona

Este año a cuyo final nos acercamos nos está sirviendo como unos ejercicios espirituales de los que hacían antes los jesuitas según la regla de San Ignacio de Loyola. Muerte de Adolfo Suárez, de Isidoro Álvarez y de Emilio Botín, abdicación de Juan Carlos, dimisión de Rubalcaba y procesamiento de Rodrigo Rato, Miguel Blesa y Ángel Acebes. Sic transit gloria mundi!

Rato ha pasado de genio, de mago (como le pintaba Peridis en sus monos en El País), de ‘tapado’ para sustituir a Rajoy, a ser un sospechoso de tener el ébola. Así narra este, 22 de octubre de 2014, José Oneto (Republica.com) su caída en el olvido.

La última vez que le vi y pude hablar con él, fue a finales de enero del año pasado. Yo había dado una conferencia en el Club Siglo XXI sobre la transición española y los urgentes cambios que había que hacer en la Constitución, que en esa fecha cumplía 35 años, dentro de un ciclo organizado por Eduardo Zaplana, en el que participamos varios periodistas de aquella época, que tan de moda se ha puesto ahora, denostar.

Aznar tachó de la lista, cuando le contaron como los bancos salvaron a su familia de la quiebra cuando el patrimonio familiar lo manejaba su hermano Monchi Rato «Rodrigo no me ha contado la verdad» se limitó a decir José María Aznar a algunos de los suyos… Y asunto visto para sentencia. El sucesor, sería Mariano Rajoy.

Su salida del PP es un paso más en su descenso a los infiernos, después de haber tenido todo, después de haber tocado el cielo con las manos, y después de haberse equivocado una y mil veces. Este miércoles tiene que depositar una fianza en la Audiencia Nacional de tres millones de euros por responsabilidades civiles por el caso «tarjetas», aunque lo grave es la querella presentada por UPyD, y la investigación que acaba de abrir la Fiscalía Anticorrupción por el cobro de seis millones de euros del banco Lazard, el que se encargó de la salida a Bolsa de Bankia, y en el que estuvo de director gerente inversiones, antes de pasar a Caja Madrid.

EL SOLDADO RATO, ABANDONADO AL ENEMIGO

Más cinematográfico, Manuel Jabois (El Mundo) lo compara con uno de los agentes de ‘Misión Imposible’ apresados por el enemigo y del que sus jefes niegan todo conocimiento.

La reacción del PP, el partido de la gente normal y el que más se parece a España, a la imputación de Rodrigo Rato ha seguido el patrón de la CIA cuando embarca a sus agentes: si algo le sucede no le conocemos, olvidaremos su identidad, no sabemos cómo ha llegado hasta ahí ni tenía autorización para desempeñar el cargo.

Rato es ya para Rajoy «esa persona de la que usted me habla», y lo es con tanta convicción que no se puede descartar que vaya a convertirse «esa persona de la que usted me habla y que me tiene que presentar algún día». El ejercicio de desmemoria es tan grande como el que afecta a los propios imputados delante del juez cuando tienen que recitarles su curriculum al revés, alegando brutalidad. Es probable que un día terminen paseando por Madrid sin encontrar la sede, cruzándose sin reconocerse, en ese instante primitivo en el que las cosas carecen de nombre y hay que señalarlas con el dedo, que es lo que está haciendo el juez.

¿Qué ha sido de la divisa de los infantes de marina: Ningún hombre será abandonado?

E Ignacio Camacho (ABC) dedica a Rato una columna, ‘El ángel caído’, cuya música de fondo me recuerda a un obituario.

El político con más talento de la generación aznarista era Rodrigo Rato Figaredo. Enorme parlamentario, brillante de ideas, sobrado de nervio y mordiente, pujante, ambicioso y afilado para las decisiones de riesgo. Tenía su propio círculo de seguidores y un ascendiente de pata negra en el partido desde los tiempos de Fraga. El éxito de su gestión económica no fue el de un tecnócrata sino el de una potente intuición política. Estaba dotado para el poder y sólo la compleja mentalidad de Aznar puede explicar que no fuese el elegido para sucederle. Quizá porque había empezado a desconfiar de sus relaciones y porque le veía demasiada personalidad para limitarse a manejar un legado.

El líder de la derecha, sin dejar de valorarle, tampoco cesó nunca de mirarlo de reojo. Cuando le dio el visto bueno para la presidencia de Cajamadrid Rajoy ya era, en pleno desplome zapateril y con Aznar amortizado, un intocable cesáreo.

Bankia era una trampa para elefantes. Cuando estalló la quiebra la quiso resolver con una huida hacia adelante como si todavía fuese vicepresidente económico; su orgullo de viejo general topó con un Gabinete de coroneles aterrorizados ante la amenaza de rescate europeo.

Camacho lamenta que «la histeria social» lo esté lapidando.

Lo más lacerante es que una figura de su relieve y prestancia se vea zarandeada en un escándalo de dinero. Sin ser un plutócrata nunca anduvo descalzo; no es hombre para echarse a perder por unos cientos de miles de euros. La histeria social de la crisis lo ha convertido en un pelele siniestro sin que en medio del derrumbe del sistema encuentre a nadie preocupado de otra cosa que no sea librarse de los escombros. En la desbandada del pánico al descalabro electoral, Rajoy ha intentado limitarle el oprobio. Pero el momento requiere lapidaciones expiatorias y sobra gente dispuesta a lanzar la primera piedra. En un tiempo inmisericorde con los ángeles caídos, Rato se ha enganchado las alas en la puerta giratoria de un banco.

Raúl del Pozo (El Mundo) se olvida de sus arrumacos con los de Podemos y Pedro Sánchez que le eché en cara ayer y hace de ‘savonarola’ con el noble pueblo español, al que le reprocha haber apluadido y votado a los corruptos a los que ahora lapida.

En qué país vivimos. En España. Acusamos a los políticos y a los millonarios de llevarse el jurdó a las Islas Vírgenes, de enredarnos con las Sicav y, mientras, miles de ciudadanos se llevan lingotes como escarabajos peloteros. No se fían de los bancos ni de la Bolsa, y tampoco se fían de los políticos. Algunos son tan estúpidos que no se sienten culpables ni responsables de los errores y desmanes del Gobierno o el partido al que han votado.

PABLO SEBASTIÁN ARREMETE CONTRA LOSANTOS Y PEDROJOTA

Estoy convencido de que Pablo Sebastián (Republica.com) ha disfrutado escribiendo su columna de hoy más que yo con el primer café y el primer cigarrito, porque atiza hasta dolerle la mano a tres de sus enemigos favoritos: Pedrojota Ramírez, Federico Jiménez Losantos y Esperanza Aguirre.

La entrada de Acebes en la escena política de la corrupción se veía venir, y sólo está encima de la mesa la parte contratante de fondos opacos del PP que desde la secretaría general del partido regalaba Acebes a sus amigos de la extrema derecha mediática -Libertad Digital- y a instancias del famoso, por su tarjeta negra de Caja Madrid, Alberto Recarte. Acebes pasaba el cazo por los bajos fondos del PP para el multimedia de Libertad Digital, que protegía Esperanza Aguirre, con toda clase de ayudas y concesiones de la Comunidad de Madrid a cambio de que la COPE y El Mundo, entonces en mano de Losantos y Ramírez la llevaran a ella en volandas y en contra de Rajoy hacia la presidencia del PP, tras el segundo fracaso electoral del hoy presidente en 2008, que ya y desde lejos se veía venir.

Fondos de corrupción, tráfico de influencias políticas y dinero público de publicidad y toda clase de ayudas, más posibles créditos blandos de las Cajas de Ahorro controladas por el PP en Madrid y Valencia sobre todo, he aquí la manera de respetar la libre competencia de estos ‘liberales’ (sic) del PP y de su entorno mediático más feroz. Los patriotas de pecho lata, los mismos de la ya más que fracasada conspiración del 11-M, donde las mentiras de Aznar y Acebes llevaron a la derrota electoral a Rajoy, mientras España entera preguntaba ¿quien ha sido? y el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez -que acaba de regresar al lugar del ‘crimen’-, el amigo del general Galindo y torturador condenado por los GAL (menudas amistades) emitía una película sobre ETA de Elías Querejeta -como lo ha recordado Ernesto Ekaizer-, para confundir a los españoles y evitar que se relacionara el atentado islámico con la guerra de Irak de Aznar. Un intento inútil en el que Acebes se esforzó todo lo que pudo y mintiendo sin parar.

Y anuncia más escándalos en las cajas de ahorros manejadas por el PP y el PSOE.

Y esto, a lo que estamos asistiendo, es sólo el comienzo de lo que puede pasar. Porque como se abran las cajas fuertes de los créditos blancos a los partidos, políticos y familiares y medios afines del poder del PP en las Cajas de Ahorro rescatadas por el Estado, el espectáculo será asombroso y de larga duración. Es decir, si el PP perdiera las elecciones y se levantarán las alfombras de todo esto -y a no perder de vista las alfombras de Zapatero en el PSOE, que también las tiene- el olor y el rastro del atraco nacional iban alcanzar cotas nunca vistas en la España de la transición.

Màrius Carol (La Vanguardia), el director del periódico seguramente más subvencionado de España por los poderes públicos, también carga contra Acebes, y deja caer un elogio a Rajoy.

Su aspecto de político aseado lo llevó hasta la secretaría general en el 2004 -año de la derrota-, aunque dimitió en el congreso de Valencia, cuando Rajoy empezó a limpiar el PP para encaminarse al poder sin malas hierbas de por medio.

Parece que Acebes llegó a la secretaría general del PP llevado por la corriente o el viento y no por Rajoy, que ya era presidente del partido.

MIEDO EN LA VANGUARDIA A LOS ROJOS DE PODEMOS

En esta ocasión las dos mayores tabarras, la catalana y la de Podemos, se unen. Dos de los principales columnistas del periódico ex franquista (y ex lo que sea) La Vanguardia temen que Podemos aparezca en el oasis y estropee la fiesta.

Antoni Puigverd empieza su columna atizando a uno de los cocos favoritos del catalanismo: Aznar.

El tópico más usado estos días por unos y otros es que, a este paso, Aznar tenía razón cuando dijo: «Antes se dividirá Cataluña que se separará de España». Pero Aznar no se refería a la desunión de los partidos. Aznar amenazaba con la balcanización de Cataluña. Una balcanización que, si no se ha producido en estos años de tensión extrema y tras la intensísima propagación de las tesis de Rivera y Camacho, es que no llegará.

Son muchos los catalanes que se sienten también españoles y que viven el procés con inquietud, orfandad o decepción. Pero esto no les lleva a ponerse en brazos de los partidos que describen el catalanismo como una enfermedad. La sociedad catalana no se quiere romper. Ahora bien: esto no quiere decir que esté unida. ¿Independencia o sumisión? Existen más sensibilidades que estas.

El tremendismo de unos (¡rompamos!) y el temor de los otros (¡todavía no!) describe la división, pero no la causa. Una y otra vez las encuestas demuestran que el vacío del actor desaparecido (PSC) no lo llena el independentismo. Tampoco el españolismo. El vacío, al parecer, lo llenará Podemos. También en Cataluña, por lo tanto, el actor que nadie esperaba condicionará las posiciones del tablero.

A pesar de su experiencia italiana, Enric Juliana este 22 de octubre de 2014 es menos florentino.

Podemos es en estos momentos la principal novedad de la política española, con incidencia en Cataluña, muy particularmente en el área metropolitana de Barcelona. Hay mucha gente con la papeleta de Podemos entre los dientes esperando a que abran los colegios electorales. Es probable que sea Artur Mas i Gavarró el primero en hacerlo. Experimento Cataluña. Alto voltaje.

El actual grupo dirigente de Podemos -el triunvirato Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón- conceden mucha importancia al momento político catalán e intentarán estar presentes en el nuevo tablero, si hay anticipo electoral. Tienen mentalidad estratégica. Hay al menos dos trabajos demoscópicos que otorgan unos 12 diputados a Podemos, si las elecciones al Parlament se celebrasen hoy, con el actual sistema de partidos. Esos doce diputados podrían medio noquear a ICV y dejar a CiU y ERC por debajo de los dos 68 diputados, esto es, sin mayoría absoluta. En el Palau de la Generalitat tienen constancia de estas proyecciones.

Podemos es el décimo pasajero de la política catalana. No se le ve, pero se le intuye. Todos le temen. Experimento Cataluña. Experimento metropolitano.

Parece que los servidores de la burguesía catalanista temen que resucite Alejandro Lerroux y les meta chinitas en el invento…

La clave del auge de Podemos en Cataluña parece ser la misma que la que hay en el resto de España (otra prueba de que Cataluña no es diferente de España): la caída del partido socialista. Losantos (El Mundo) se ocupa de ello y dictamina que el PSC padece esquizofrenia.

El dirigente de los restos del otrora poderoso PSC ha ordenado a los alcaldes que le quedan -y que pueden perder sus poltronas en Mayo- que colaboren en ese sucedáneo de referéndum o merendéndum, sin censo de votantes ni garantía legal alguna, se ha sacado de la manga Artur Mas, Presidente de la Generalidad, que es un cargo del que debería haber sido destituido, y cabecilla visible del golpismo separatista, que es una actividad por la que debería haber sido ya procesado. Pero lo chocante de la orden de Iceta es que lleva al paroxismo la condición esquizoide del socialismo catalán, porque argumenta en favor de la participación de una consulta… contra la que también argumenta. Vamos, que dice que hagan lo que dice que estaría mal hecho.

Joan Tapia (Elconfidencial.com) presenta al Fouché de la política catalana, que puede acabar de presidente de la Generalitat sin apenas haber dejado la suite del Palace.

es interesante el cálculo de Duran i Lleida, seguramente hoy el político catalán en ejercicio con más horas de vuelo, el que más ha pactado con CDC y el que mejor conoce Europa a través de las redes democristianas (lo que no es ningún certificado de infalibilidad, que ese dote sólo lo tenía el Papa, y cuando hablaba excatedra).

Parece que Duran reconoce que Artur Mas quiere la lista única con ERC, aunque eso implique romper el viejo pacto con Unió. Pero que también cree que esa lista no funcionará porque ERC no cederá. Y que Artur Mas se lo pensará mucho antes de disolver. Por eso Unió ha decidido aguantar. Los devaneos de Mas con ERC o las CUP le molestan pero no le llevarán a romper. En todo caso, que sea Mas el que abandone el domicilio conyugal, aunque confía en que al final se imponga el instinto de conservación y decida agotar la legislatura.

Curri Valenzuela (ABC) confirma que Rajoy tiene como respuesta a Mas la hamaca.

La reciente llamada de atención de Susana Díaz a Pedro Sánchez tiene su origen en la negativa de la presidenta andaluza a aceptar el modelo de federalismo asimétrico que propone su secretario general. En cualquier caso, en Moncloa se toman todo este proyecto con mucha calma. «No es momento de tomar la iniciativa, – dicen- sino de sentarse a presenciar cómo quienes se han metido en este lío tan perjudicial para Cataluña y para España se despellejan entre ellos».

LAS «MASAS» PROGRESISTAS DEBEN SEGUIR ENCHUFADAS AL ESTADO

David Gistau comenta el programa de Évole de llevar de excursión a Oriol Junqueras a Sevilla, ¡y sin vacunarle!

La idea entera del programa dependía de una hipótesis falaz: que el encuentro de un catalán y unos sevillanos es el de dos culturas remotas, distantes cuando no antagónicas, que han de hacer el esfuerzo por descubrirse la una a la otra sin llevarse la mano al hacha. Si para Oriol Junqueras viajar a Sevilla es una aventura exótica de la que apenas recuerda un par de precedentes en su vida, el problema lo tiene él por no haber salido de su pueblo con más frecuencia, circunstancia que por otra parte explica muchas cosas.

Los catalanes y los andaluces son compatriotas desde hace medio milenio. De hecho hay en Europa muy pocas comunidades trenzadas por lazos tan sólidos y antiguos. Es cierto que estos años de tensión política e inercia disolvente han abierto una brecha sentimental que será muy difícil reparar. También lo es que los experimentos de ingeniería social del nacionalismo procuran desde hace mucho tiempo instalar la idea de que los catalanes y el resto de los españoles son distintos incluso en la procedencia histórica. Pero no sabía que la cosa había llegado tan lejos como para diseñar un programa a partir de la premisa de que el catalán que se reúne con sevillanos baja de un OVNI y se comunica con señales musicales, como en «Encuentros en la tercera fase».

Julián Cabrera (La Razón) sospecha que detrás de Podemos no hay más que humo, porque el partido no se atreve a presentar listas a las municipales no se aque le toque gestionar un gran ayuntamiento.

Si el «Alfa» Iglesias se ofrece como la única alternativa a Rajoy y a Sánchez, tiene una primerísima oportunidad de oro para demostrar que «sí se puede» en eso que llamamos la política más cercana al ciudadano, la municipal. Déjese por lo tanto de tacticismos, concurra a los comicios de la próxima primavera y muéstrenos su magia, pero tomando decisiones.

Sería buena una demostración de cómo se gestionan las raquíticas arcas municipales, cómo se paga a los proveedores y funcionarios o cómo se mantienen y mejoran los servicios sociales o asuntos tan prosaicos como la recogida de basuras, el tráfico o el arreglo de aceras. Apuesto a que no lo harán, porque saben que tras arruinar ayuntamientos difícilmente obtendrían la confianza para arruinar al Estado.

Ignacio Ruiz Quintano es el mejor analista de Podemos que encuentro en la prensa, ya que no se limita a gritar «¡que vienen los rojos!» o explicarnos en tono petulante que sus votantes se alimentan de las tarjetas negras de Caja Madrid. Ayer explicó que el cielo que Pablo Iglesias propone asaltar es el Estado, con sus gabelas, coches, nóminas, subvenciones y concesiones, y hoy aclara que jamás tendremos en España una democracia como la de Estados Unidos porque «las masas» amamantadas por el Estado y compradas en la Transición tendrían que ganarse la vida.

El Sistema del 76 es un «Estado de partidos» importado de Alemania, que lo inventó para «integrar a las masas en el Estado», y que en España, que salía del franquifalangismo, encajaba como un guante Varadé.

¿Quiénes son las masas y dónde se encuentran? Las masas son las alegres muchachadas de los partidos y los sindicatos (con todo su aparato cultural al hombro), que sólo por eso pasan a constituirse en Estado, con sus nóminas y sus premios, sus fiestas y sus almuerzos, sus bodas y sus funerales… de Estado.

La alternativa a este estatismo alemán («¡Es alemán!», exclamaría Claudia Schiffer) sería la democracia yanqui, la única verdadera y, por tanto, la única que nunca vamos a ver, porque ¿qué haríamos con todas esas masas «desintegradas» y en la calle?

Huyendo, precisamente, de la democracia yanqui como gato del agua, el Sistema viene dando bolilla a un comunismo a la cubana como solución a izquierdas.

PEDRO SÁNCHEZ NOS LLEVARÁ A LA LUNA SIN DECIRNOS CÓMO

Juan Luis Cebrián y su escudero Antonio Caño confían la batalla por la opinión pública a los políticos socialistas. Anabel Díez escribe una columna sobre Pedro Sánchez y éste firma una tribuna en la que recoge los tópicos buenistas: promesas de campos de flores sin las moscas de los datos.

Trabajaré por un país tolerante y decente. En el que los diferentes se sientan iguales. Que garantice la igualdad básica de cada ciudadano en sus derechos y libertades. Que ampare al débil y al desposeído. Que elimine la pobreza. Que integre a quienes presentan discapacidades.

Un país en el que las reglas de la democracia se respeten y se acaten. Un país en el que las obligaciones de los ciudadanos se cumplan y se exijan por igual.

Un país en el que la corrupción y el fraude reciban castigo, desprecio, exclusión.

Un país en el que los que más tienen contribuyan más al bienestar colectivo.

Un país que contemple específicamente a las mujeres, sus aspiraciones y derechos.

¿Y cómo va a hacer todo esto? ¿Con más subvenciones, como diría Ruiz Quintano?

Hoy quiero dar el premio a la columna ridícula del día a dos columnistas, uno de Madrid y otro de Barcelona. Bilateralismo comunicativo lo llamo yo.

Lluís Foix (La Vanguardia) se emociona y sube por la escalera de la hipérbole hasta caerse.

Vivimos tiempos apasionantes. No sólo en Cataluña sino también en España, en Europa y en todo el mundo.

Y en el imperio galáctico, estimado Lluís, que te olvidas de él.

El segundo premiado es Luis María Anson, que en el billete que publica en su digital escribe lo siguiente sobre Ana Mato:

Ana Mato ha gestionado la situación sanitaria con eficacia y prudencia.

Me voy a tomar otra taza de café, ésta bien cargada. Si algún editor me pregunta por qué la prensa tiene cada vez menos influencia le daré la cita de Anson.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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