Le recomienda que se olvide de transmitir sus mensajes y propuestas mediante tuits
Juan Luis Cebrián y Antonio Caño le echan una mano este 23 de octubre de 2014, al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. En un editorial titulado ‘Los planes del PSOE’, el diario progresista le dice a Sánchez que puede ganar al PP y ser presidente de Gobierno, pero para ello le pone los planes del titular.
Por un lado, El País defiende a Sánchez de cualquier implicación en el escándalo de Caja Madrid, pese a que fue miembro de la asamblea de la entidad financiera; pero por otro le indica que debe «afinar sus mensajes», olvidándose del tuiteo, y renovar el «pacto» con la clase media y la clase trabajadora.
Este futuro, sin embargo, está condicionado, según el periódico, a que el PSOE no se deje arrebatar por Podemos la condición de mayor partido de la izquierda.
Sánchez no lo tiene fácil porque necesita, a la vez, darse a conocer a sí mismo, potenciar a un equipo y concretar un proyecto. Se mostró pugnaz en su primer debate parlamentario en serio, el de los Presupuestos para 2015, que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pretendió solventar con el inclemente recurso de menospreciar al oponente e incluso de acusarle de no haber controlado Caja Madrid (por el simple hecho de haber formado parte de la asamblea de la entidad, obviando las mucho más concretas responsabilidades de personas del PP).
En España, el desgaste del Gobierno ofrece indicios susceptibles de facilitar el paso a una alternativa, y el PSOE es un partido que no rehúye las responsabilidades de gobierno. El problema consiste en recuperar el pacto con las clases medias y trabajadoras que en otros tiempos fueron su electorado natural, definiendo mejor cuáles son las razones por las que los votantes perdidos pueden confiar de nuevo en este partido.
Una de las tareas que Sánchez debería plantearse con urgencia es la de afinar sus mensajes, que han incurrido en errores tales como sugerir la desaparición del Ministerio de Defensa o la organización de funerales de Estado para las víctimas de la violencia de género. Los asuntos complejos no pueden explicarse bien con tuiteos o frases que parecen eslóganes, y el dirigente socialista usa estas fórmulas en exceso.
El compromiso a fecha fija es el de las elecciones municipales y autonómicas: un buen resultado del PSOE es que este partido se sitúe claramente como la primera opción de centro-izquierda, un espacio muy disputado por movimientos asambleístas frente a fuerzas políticas que, como la socialista, defienden la democracia representativa.