OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Juliana afirma que Soraya sabía dónde guardaban las papeletas del 9-N y negó a la Policía confiscarlas

David Gistau sale en defensa del dimitido fiscal Eduardo Torres Dulce: "Ha sido injustamente vapuleado por profetas incendiarios"

Carlos Herrera espera que la biología dé la libertad a los cubanos que no les ha dado el embargo de EEUU

Dimisión. Cuando se pronuncia esa palabra entre políticos es como si se soltase una blasfemia de carretero. Por eso, por lo sorprendente que es asistir a una de ellas en la España de Felipe VI, como ver un ornitorrinco, la mayoría de los columnistas escoge como tema de sus escritos la dimisión de Eduardo Torres-Dulce.

Sin embargo, para mí la noticia de este 19 de diciembre de 2014 se encuentra en la columna de Enric Juliana en La Vanguardia, que trata, sí, sobre la dimisión del fiscal general del Estado, pero que desliza una revelación. ¡Y entre paréntesis! Empieza así:

Puesto que todo ya es crónica deportiva, veamos como va el marcador. Ya que una de las aportaciones de la tecnología digital a la cultura contemporánea consiste en unificar todo el relato social bajo la pauta agonística de la narración deportiva, tendremos que convenir que la dimisión del fiscal del Estado Eduardo Torres-Dulce parece dejar el marcador del 9 de Noviembre del 2014 a favor de la escuadra catalana. Soberanistes Atlètics, cuatro; Brigada Aranzadi, cero.

En la descripción de los goles, Juliana escribe lo siguiente:

La sensación generalizada en toda España de que los soberanistas se salieron con la suya, al final del día. Llamadas de disgusto a la calle Génova desde las organizaciones territoriales del PP. Las portadas de algunos diarios madrileños. Los comentarios en voz baja de algunos de los ministros veteranos, desaprobando el enfoque permisivo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. (Algunos de los ministros séniors eran partidarios de una acción de policía fulgurante para incautar las urnas y las papeletas, localizadas días antes del 9-N en un almacén de Lleida). El disgusto de la vicepresidenta al sentirse cuestionada. La irritación del presidente.

¡Así que el Gobierno sabía que en un almacén de Lérida los separatistas habían guardado las urnas y las papeletas, y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se negó a que la Policía las confiscara! Lo que se diría de un Gobierno que sabe que en un almacén un cartel de la droga esconde toneladas de cocaína y de armas, y permite que los delincuentes las saquen a la calle.

PEDROJOTA SIGUE DE ‘RASPUTÍN’ DE LA POLÍTICA

Como hoy casi todos los columnistas se revelan peritos en el organigrama del Ministerio Fiscal y compañeros de butaca de cine de Eduardo Torres-Dulce, primero despacharé las columnas que tratan otros asuntos.

Jorge Bustos estuvo en la conferencia de Pedrojota Ramírez en el Ateneo de Madrid por cuenta de ElConfidnecial.com y nos cuenta lo que dijo el periodista.

El orador se dirigió al atril con paso firme, y cuando lo soltó había pedido la enmienda de la Constitución, la regeneración orteguiana de España, la reprobación del bipartidismo corrupto, un pacto entre Albert Rivera y Pablo Iglesias, un retorno a la edad dorada del ateneísmo y el fin de la censura política y empresarial, ejercida por ese poder oscuro que emana del Consejo de la Competitividad.

Los aplausos del respetable y algún «¡bravo!» espontáneo pautaron un discurso medido, pronunciado con el énfasis dramático que sabe poner el orador veterano sobre los puntos calientes -ETA, 11-M, separatismo catalán, «las comadrejas de la vieja política»­- para enardecer a su entregado auditorio. En esos momentos parece que no habla un periodista de 62 años sino un frontman de la escena rock. «Después de las doce campanadas tendréis noticias mías», concluyó. Mano en el pecho, el público en pie y un rosario de selfies.

Cerrado el contencioso con Unidad Editorial, fijada la empresa y apurando los plazos, el eterno director de periódico ajusta al máximo grado de tensión sus totémicos tirantes y esboza una sonrisa malévola. Pedro J. cabalga de nuevo.

Compruebo que a Pedrojota (bueno, al igual que a Cebrián y al apagado Anson) le gusta seguir dando consejos a los políticos: una alianza entre Albert Rivera y Pablo Iglesias, entre la corbata y la coleta, entre el mayor enemigo del separatismo catalán y uno de sus aliados objetivos… ¿No sería eso como juntar el fuego y el agua? ¿Y a quién votan los que no son de izquierdas?

Federico Jiménez Losantos concluye en El Mundo sus dos columnas de análisis sobre Podemos. Según él, nos encontramos ante una repetición del Pacto de San Sebastián, en que cuatro gatos se confabularon contra la Monarquía de Alfonso XIII y vencieron por el derrotismo del rey y de sus ministros, cortesanos y generales.

El 17 de agosto de 1930 se firmó en San Sebastián un pacto político para derribar la Monarquía de Alfonso XIII.

En enero de 2000, el presidente de la Generalidad en funciones, Carod Rovira, representando al Tripartito Catalán (PSC, ERC y EU-V), pactó con la ETA (representada por Josu Ternera) que no hubiera más asesinatos en Cataluña. A cambio los catalanistas, tras la ilegalización de Batasuna, representarían nacional e internacionalmente a los terroristas.

Podemos partirá de Perpiñán para llegar a San Sebastián. Como en 1930 -fracaso de la Huelga General y el Golpe de Jaca- las fuerzas revolucionarias son pocas; como en 1931, la voluntad desertora del Gobierno y la Corona es mucha. Y la posición difusa sobre el separatismo catalán es la mejor arma del nuevo Prieto Tuero, ahora Iglesias Turrión, para tomar el Poder. Y a este paso, lo tomará.

CARRASCAL CREE QUE EL CASTRISMO DEJARÁ DE EXPORTAR SUBVERSIÓN

Sobre el anuncio (todavía no realizado) de restablecimiento de relaciones completas entre la primera democracia del mundo y la dictadura más antigua de América, algunos columnistas tienen el valor de salirse del discurso oficial de alegrías y plácemes.

Carlos Herrera (ABC) ya sólo confía en que el hecho biológico, como se decía en las postrimerías del franquismo, libere de verdad a los cubanos que viven en la isla.

Cuba, reconózcanlo sus fervorosos partidarios, es dependiente en todo, ya que es incapaz de producir nada que sirva para algo. Venezuela, su principal suministrador, se hunde en su paralela inoperancia y el Régimen, que es comunista pero no tonto, sabe que tendría que encender las lámparas con cerillas y mover los autobuses con saliva si la aportación petrolera se extinguiera. De ahí aprovechar la necesidad de Obama de escribir alguna página brillante para hacer ver que cede algo, aunque no ceda nada más allá de liberar algún preso. La libertad de la mayoría de presos, los de dentro y los de fuera de la cárcel, queda pendiente para más adelante, cuando la biología haga el trabajo que no han sabido hacer los embargos. Es un pequeño paso, indudablemente importante, pero queda una auténtica caminata. A ver qué cuenta el Granma ahora.

Ignacio Ruiz Quintano (ABC) equipara a Obama con Zapatero en la falta de principios que conduce a ceder ante los ‘liberticidas’.

La socialdemocracia consiste, esencialmente, en no creer en nada, y sólo así se explica que Obama (un líder de nuestro tiempo, como Merkel, Blair, Hollande o Zapatero) haya optado por una rendición glamurosa ante lo que García Domínguez llamó «la Corte del Rey Sol y Menores a Buen Precio».

Los cubanos seguirán sin poder salir de su isla, detalle que no estropea al periodismo de vanguardia el titular «Cae el Muro», y a la foto de Reagan y Wojtyła echando abajo el muro de Berlín opone, que es de lo que se trata, la foto de Obama y Bergoglio tirando en La Habana la muralla de Jericó, que vendría a ser, sin gracia, como la sábana que Claudette Colbert colgaba entre su cama y la de Clark Gable en «Sucedió una noche».

En «las aguas heladas del cálculo egoísta», la socialdemocracia triunfa por ser religión de un solo dogma: el dogma de que todo es relativo. Principios, ¿para qué? Como dijo del arte Juan Soriano, los principios son «como que se te metió una hormiga en el culo».

José María Carrascal (ABC) aporta el elemento ingenuo, porque considera que el castrismo va a dejar de vender su principal producto de exportación: la subversión.

Tanto o más importante es la repercusión que el paso tendrá en el resto del mundo, en Iberoamérica especialmente. Cuba tendrá que dejar de ser la exportadora, con hombres y material, de la revolución en el continente si quiere hacer honor al compromiso adquirido.

David Trueba (El País) aporta la perla progresista del día y no se aparta una coma del catón que predican nuestros izquierdistas de subvención: los cubanos son solidarios (no como los españoles, envilecidos por el capitalismo), el embargo es bloqueo y la culpa del hambre en la isla es de Rajoy y, sobre todo, de Aznar.

En ese desafío al bloqueo ha pervivido el régimen cubano, que encontraba la coartada perfecta para aislarse, golpear y perpetuarse enfrentado dialécticamente a sus ocasionales enemigos, incluido el último episodio en el que envió más médicos a la cura del ébola en África que cualquier potencia mundial. Los cubanos, azotados por el drama de la emigración y la precariedad, han sostenido el imaginario colectivo con enormes expresiones artísticas tanto dentro de la isla como en el exilio.

Toca preguntarse, en esta sincronía mediática, por qué el Estado español ha perdido su papel de interlocutor privilegiado. Lo tuvo hasta mitad de los noventa, cuando una radicalización de la receta neoliberal para América Latina se convirtió en prioridad económica y descarriló la influencia política. Pese al vínculo irrompible entre los ciudadanos de ambos países con buenos tiempos, ahora tan recortados, de ayuda a cooperación y desarrollo, España ha tenido un triste papel en el deshielo de hoy.

Y Francesc-Marc Álvaro escribe en La Vanguardia una columna titulada ‘Una isla’ que, vistas las ideas del columnista y sus últimos escritos, parece una exhortación a los catalanes para que se atrevan a arrostrar las tormentas de la independencia. Así concluye:

Con el recuerdo del colonialismo español y siempre bajo la sombra del Tío Sam, los cubanos desarrollaron una identidad fuerte, admirable y digna, sometida a los caprichos de la geopolítica y a los corsés ideológicos, castigada por el inmovilismo y el imperio. Deseo y espero que los cubanos salgan adelante.

SANTIAGO GONZÁLEZ ECHA LA INSTANCIA PARA AMIGO DE TORRES-DULCE

Y ahora la ración de columnas sobre Torres-Dulce.

David Gistau (ABC) revela que es amigo del fiscal.

La dimisión de Eduardo Torres-Dulce constituye un acto final dignísimo e insólito por lo que tiene de excepcional ante la costumbre política de sobrevivir a toda costa en un cargo, aun adaptándose a las más infames exigencias gregarias. Para los amigos, al menos para este amigo, la noticia es además liberadora, pues recuperaremos para una existencia más provechosa a un compañero injustamente vapuleado por profetas incendiarios de distinta catadura al que además hace ya mucho tiempo que uno lo veía cautivo de una voluntad estéril. La voluntad de restituir a la Fiscalía una independencia ajena a intromisiones políticas después de que el periodo de Zapatero terminara de reducirla a un papel instrumental que alcanzó su propio hito de grosería cuando Otegui, recién detenido, se acogió a sagrado con el famoso «¿Esto lo sabe el fiscal general?».

Santiago González (El Mundo) no es amigo, pero ha echado la instancia.

Eduardo Torres-Dulce ha sido un fiscal ejemplar en su independencia, por eso estaba condenado a dejarlo. Aquí estamos más hechos a la Fiscalía como un apéndice del Gobierno en los asuntos de la Justicia.

Fernando González Urbaneja (Republica.com) compara la dimisión con el nombramiento de Rafel Hernando como portavoz del PP en el Congreso:

El Estado ha perdido al fiscal Torres-Dulce y ha ganado al jabalí Hernando. El saldo para el ciudadano es obvio.

Emilio Campmany (Libertaddigital.com) lo ensalza frente a los Cándido Conde-Pumpido, Jesús Cardenal y Eligio Hernández.

Eduardo Torres-Dulce, en abierto contraste con lo que han hecho sus predecesores y por respeto a su propia dignidad profesional, ha intentado siempre hacer lo que creía correcto. Salvo error u omisión, nadie que haya ocupado su cargo antes que él se había comportado así.

Pablo Sebastián (Republica.com), en cambio, niega que se enfrentase al Gobierno.

Desde luego, lo que nunca podrá escribir, ni pretender, es que estuvo ‘Solo ante el peligro’ como Gary Cooper en una de sus películas preferidas. Él se subió a ‘La diligencia’ del poder, pactó, reculó y avanzó cuando le convino y al final el implacable Mariano Rajoy lo presionó y machacó ‘Sin perdón’. Y este fiscal, de buen talante y buena cabeza, al final ha sucumbido víctima de los juegos opacos del poder que a lo mejor pensó que no existían o que eran fáciles de vadear con un ‘Río Bravo’ de poca profundidad, que resultó ser un torrente, un ‘Río sin retorno’, donde resulta imposible navegar.

Lo reconozco: me aburren todas estas elucubraciones y palmeos. Sólo se salva la columna del catedrático progresista Javier Pérez Royo, que clama contra la degradación de la Fiscalía General del Estado… cuando calló cuando la realizaba su entonces admirado Zapatero.

No sé quién será designado para sustituir a Eduardo Torres-Dulce, pero cuesta trabajo pensar que alguien que se respete a sí mismo y sea celoso de su autonomía pueda aceptar un nombramiento por parte de un Gobierno que ha actuado de la forma en que acaba de hacerlo. Aunque previsiblemente ya se tenga pensado un candidato de un perfil semejante al del presidente de RTVE, en el que el carácter servil sea elemento constitutivo de su personalidad.

RESPUESTA A IBARRETXE: INSOLIDARIDAD CON LOS DEMÁS ESPAÑOLES

Por fin en El País de Antonio Caño y Juan Luis Cebrián se permite que alguien replique al artículo de Juan José Ibarretxe del día 16 cuya tesis era que España gestiona muy mal sus recursos económicos, mientras que los vascos lo hacen muy bien, y en consecuencia merecen más dinero y soberanía. José María Ruiz Soroa responde así.

Todos los hacendistas, todos los balancistas fiscales y todos los investigadores de cuentas públicas españoles, catalanes o vascos les dirían al unísono: sí, el sistema foral de financiación hace que, para unos mismos servicios, las Administraciones vascas cuenten con unos recursos públicos disparadamente superiores a los de las demás Administraciones españolas. En concreto, su sobrefinanciación es entre el 80% y el 100% de la media española. Los vascos disponen de entre 1,8 y 2 euros para dar servicios públicos, allí donde los españoles disponen de 1 euro. Notable diferencia, vive Dios, dirían nuestros investigadores, pero ¿por qué se produce?

Bien: básicamente, y según las cuentas agregadas, porque el País Vasco, a pesar de ser una de las regiones más ricas de España, no aporta lo que le correspondería a la solidaridad interterritorial con las regiones de menor renta, sino que es receptora neta de financiación. Según la recta de regresión le correspondería aportar un 8% de su PIB, pero en lugar de ello recibe un 1%.

Y sobre la renta universal que el Gobierno vasco concede a todos los habitantes del territorio, incluso a inmigrantes, y sin casi controles, añade lo siguiente:

cuando Ibarretxe presume de que el País Vasco ha puesto en marcha un sistema universal de garantía de ingresos para toda su población, incluidos los inmigrantes extranjeros, de hecho, ese sistema se basa precisamente en los recursos que le proporciona el no ser solidario con las otras regiones españolas. En otras palabras, que los vascos son supersolidarios con sus ciudadanos pobres gracias a que no dan ni medio euro para la solidaridad con los extremeños, andaluces y demás pobres españoles.

Hermann Tertsch (ABC) lamenta que Sony haya renunciado a distribuir su película sobre el rey comunista de Corea del Norte (aquí la Guerra Fría no ha acabado, por mucho que se empeñen algunos columnistas españoles, que parecen enterarse de lo que pasa en el mundo por Sálvame).

Educamos desde hace ya varias décadas a los niños en la idea de que casi todo da lo mismo mientras nuestro pequeño mundo no se vea alterado. (…) Gracias a este masaje cultural hemos logrado convencer a todos de que huir del conflicto es el fin supremo de la política.

Sony renuncia a estrenar la película y lo justifica: Por miedo. El gigante Sony y el mercado norteamericano se someten a las órdenes censoras de Kim Yong Un. Este gesto espectacular del peor y más cobarde apaciguamiento tendrá efectos inmensos. Cada vez está más cerca el día en que renunciaremos a todos nuestros sacrosantos derechos a cambio no ya de sobrevivir, sino de evitar un peligro. Toda película, todo libro, periódico o programa podrá ser vetado por tiranos grandes o pequeños, cercanos o remotos si la amenaza es lo suficientemente creíble y contundente. La claudicación occidental ha saltado al estrellato.

José María Marco (La Razón) constata que la reislamización del mundo musulmán es autora de cientos de miles de muertes.

Según algunas encuestas recientes, son más numerosos los pakistaníes que piensan que la India es más peligrosa para su país que el TTP, por ejemplo, lo que coloca al Gobierno en una situación complicada. En cuanto al segundo, el ataque de la escuela establece un récord de atrocidad, pero colocado en la serie de violencias desencadenadas desde el arranque de la reislamización del mundo musulmán operada en el siglo XX, es una gota más en un inabarcable océano de sangre.

Raúl del Pozo (El Mundo) dedica su columna al socialista Antonio Carmona, candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid.

La derecha está sin candidato, los de Podemos no se presentarán, sólo Antonio Miguel Carmona ataca desde Malasaña. El PSOE sufre mucho desgaste, pero Carmona lleva en su bolsillo la piedra para arrojarla en Sol, la pedrada que mueve ondas concéntricas. Se ha empeñado en ser alcalde y lo puede ser. Patea la ciudad como un misionero y luego visita los platós con el búho de Minerva y los apuntes.

Carmona sigue su escapada en solitario y mira de reojo a ver si atacan los pequeños napoleones a los que ve como a aquellos populistas del Dieciocho Brumario, cuando el rayo cayó de un cielo sereno, y los jefes de la Asamblea fueron cayendo víctimas de los tribunales.

¿Van a repetirse mucho estas columnas escritas de hinojos dedicadas a Carmona? Porque faltan más de cinco meses para las municipales y Del Pozo puede ahogar en almíbar a sus lectores…

MÀRIUS CAROL YA SE HA OLVIDADO DE JUAN PABLO II

En La Vanguardia tropiezo, nunca mejor dicho, con una tribuna firmada por Baltasar Garzón, que pone al pie de su firma como oficio o vocación «juez». ¿Pero no ha sido expulsado de la carrera judicial por prevaricación?

Ahora, con el informe del Senado, la Jurisdicción Universal puede y debe recuperar su protagonismo para lavar la imagen de una injusticia planetaria, eliminar argumentos a los terroristas para justificar sus acciones, como aconteciera con los GAL en España, y hacer que las víctimas sean reparadas, sin que importen las acusaciones que sobre ellos pesen, que, en todo caso, hoy serían insostenibles precisamente por las torturas sufridas.

Vaya, me da la impresión de que el delincuente mantenido ahora por la peronista Cristina Fernández quiere volver a su juzgado con dos pistolas (hablando metafóricamente), porque la Humanidad le reclama.

La columna ridícula se la doy a María José Navarro (La Razón), que hace tiempo que no la recibía, debido a la competencia que existe entre los columnistas por este galardón. La periodista que dirigió un programa en COPE (¡qué persuasivas tenían que ser las cartas de recomendación que tenía, como decía antes Luis María Anson de quien le caiga mal!) se las ingenia para meter al Atlético de Madrid en el anuncio del restablecimiento de relaciones entre EEUU y Cuba:

El Papa, además, parece que ha actuado sin que se entere nadie, de forma discreta y eficaz, esto es, exactamente al contrario que el departamento de fichajes del Atleti, que vocea todo con anticipación suficiente como para que suba el precio del lateral derecho que ríase Vd de la luz, oiga. Si el Papa Francisco ha sido capaz de esto, una se pregunta dónde está su límite ¿Conseguirá suavizar la situación en Palestina? ¿Conseguirá que Venezuela sonría a Aznar? ¿Conseguirá que Lex Luthor invite a vino a Superman y que financie la operación de miopía a Clark Kent? Yo, la verdad, del Papa me creo cualquier cosa: ha sido capaz que servidora, del Atleti hasta la úlcera, admire a un hombre vestido de blanco.

Es tan disputado este premio que a punto ha estado de llevárselo Màrius Carol (La Vanguardia) con otra columna de elogio al Papa por su trabajo sobre Cuba.

El Papa está presente como actor privilegiado en conflictos como el cierre de Guantánamo, la reforma migratoria en EE.UU., en Venezuela (para acercar posiciones entre Gobierno y oposición), en Turquía (por su papel en la región) y en el diálogo entre Israel y Palestina. La Iglesia católica no sólo está preocupada por salvar almas, sino también cuerpos. Este Papa no sólo intenta ser cercano, sino decisivo.

¿Sólo «este Papa», Màrius?, ¿ya has caído en la papolatría? ¿Ya te has olvidado de Juan Pablo II, que frenó la guerra entre Chile y Argentina, que trató de detener la que libraron Argentina y Gran Bretaña, y que contribuyó a derribar el Muro socialista? A este paso, después de San Pedro no va a haber ningún papa hasta Francisco I.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

Lo más leído