El papel del Parlamento ha sido sustituido en los últimos meses por las tertulias televisivas
Comienza este 24 de febrero de 2015 el debate sobre el Estado de la Nación, pero el interés de los periódicos al respecto es mínimo. Ni ABC, ni El País ni La Razón ni La Vanguardia editorializan sobre él (el periódico propiedad de la familia Godó tampoco editorializa sobre la comparecencia de Jordi Pujol su esposa y su primogéntio en el Palamento catalán); solo lo hace El Mundo, que lamenta la ausencia de las dos estrellas políticas de los últimos meses: Pablo Iglesias y Albert Rivera, que no son diputados.El título del editorial es ciertamente contradictorio: ‘Un debate clave, pero con dos ausencias determinantes’.
El periódico dirigido por Casimiro García-Abadillo constata que el Parlamento ha perdido su condición de eje en la vida política, porque el debate se ha trasladado desde hace meses a las tertulias en las televisiones y las radios.
Por último, afirma que que Sánchez es quien más se juega hoy y mañana en el Congreso, porque una derrota ante Rajoy «le debilitaría definitivamente ante las primarias de julio».
Ambas ausencias hacen muy difícil que el Debate de este año sea un reflejo fiel de la realidad política de la España actual. En este punto, es obligado constatar que el parlamento ha ido perdiendo en estos meses relevancia como espacio natural de discusión política en favor de las tertulias en los medios de comunicación, especialmente en la televisión, con un efecto multiplicador en las redes sociales.
Pero aunque al Debate que se inicia hoy le falte la intervención de Podemos y Ciudadanos, sí servirá para evlauar los argumentos, y la fuerza, con que los dos partidos hasta ahora mayoritarios se enfrentan a los procesos electorales que se avecinan. Será la oportunidad de atisbar el grado de verosimilitud de la teoría que sostiene que el bipartidismo se ha acabado en España para siempre.