El periodista Antonio Pérez Henares, director de Publicaciones de Promecal y colaborador de Periodista Digital, en relación al show montado por el escritor Juan Goytisolo en el acto de entrega del Premio Cervantes el pasado 23 de abril de 2015, aporta una prueba que deja al literato no solamente por los suelos, sino que además le retrata como un hipócrita y un desmemoriado (por no decir sencillamente mentiroso)
Pérez Henares tira de hemeroteca para demostrar la falsedad de la que ha hecho gala Goytisolo al recibir un premio que él siempre rechazó y que además criticó cuando se lo dieron a otros escritores como el fallecido Francisco Umbral. Además, le da un buen tirón de orejas por su discurso podemita:
Me interesa más bien poco como escritor. El mitin en el Cervantes demuestra que jamás mereció tal premio. No era el sitio, pero ademas el mitin fue burdo.
El periodista, seguidamente, aporta la prueba de la nula credibilidad de Goytisolo, que llegó a decir que él firmaría ante notario que jamás aceptaría el premio Cervantes. Este es el extracto de una entrevista que se le hizo el 10 de febrero de 2001 en el periódico ABC. Juzguen ustedes mismos:
-Usted criticó con dureza la concesión del premio Cervantes a Francisco Umbral en el artículo «Vamos a menos». ¿Qué hará si el año próximo se lo otorgan a usted?
-Estoy dispuesto a firmarlo ante notario: no pienso aceptar el premio Cervantes nunca. No soy ningún bien nacional ni estoy dispuesto a admitir ningún premio nacional. Quien piense que escribí esa crítica para que me lo dieran a mí, es que no me conoce ni conoce mi obra.
-¿Qué le duele de España?
-Con las cervicales tengo bastante.
-¿Qué hace con las críticas?
-Las frases las incorporo a mi próxima obra y sigo el consejo de mi amigo Néstor Almendros, que decía: «Nunca critico a mis enemigos porque a lo mejor aprenden». Por cierto, que encuentro muy sano que haya crítica a la crítica. Tengo entendido que Basilio Baltasar crea un premio a este tipo de obras. La reciente novela del crítico Juan Antonio Masoliver Ródenas, en este sentido, me parece muy interesante, porque se ríe de sus colegas. Curiosamente su editor habitual (Jorge Herralde, de Anagrama) no se la quiso publicar. Y es que aquí, en España, no existen los grandes editores al estilo de Gallimard en Francia.
