El País, feliz con el posible apoyo de Ciudadanos a Susana Díaz
El País se afana este 4 de mayo de 2015 en construir una gran coalición en torno al PSOE, y más en concreto en torno a Susana Díaz, con Ciudadanos y con el PP de alidos menores.
En un editorial titulado ‘Un gesto responsable’, el periódico dirigido por Antonio Caño aplaude a Ciudadanos por lo que sería un acto de «responsabilidad» si sus parlamentarios se abstuvieran en las votaciones en el Parlamento andaluz para elegir a Susana Díaz.
Como los nueve escaños de Ciudadanos no son suficientes para permitir la investidura de Díaz, que ya se ve que no fue la gran vencedora de las elecciones anticipadas de marzo pasado, el editorialista progresista reclama al PP que también arrime el hombre y permita que Díaz sea investida.
El cebo que El País tiende al PP es que en unas semanas éste tendrá que negociar con otros partidos en numerosos parlamentos autonómicos y ayuntamientos. Sin embargo, ¿por qué el PP debe dejar que gobierne el PSOE como lista más votada cuando en 2012 el PSOE se alió con IU para impedir, precisamente, que gobernase la lista más votada, entonces la del PP?, ¿qué garantías tiene el PP de que el PSOE respete en esta ocasión la lista más votada?
En los próximos días, el partido Ciudadanos tendrá la primera oportunidad de hacer un gesto favorable a que en Andalucía gobierne la fuerza más votada, si finalmente se abstiene en la segunda votación de investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta, tras el rechazo previsible de toda la oposición a apoyarla a la primera.
El movimiento del partido centrista va en la buena dirección, no por el hecho de anudar una fuerza emergente a una tradicional, sino por el plus de responsabilidad que puede aportar un partido moderado y reformista que, sin renunciar a las mayores cotas posibles de votos, está bien situado en el centro del tablero.
La abstención de Ciudadanos es insuficiente para la elección de Susana Díaz, que precisa de la misma actitud por parte del PP o de Podemos. Y ahí conviene dejar claro que la crítica del Partido Popular a Ciudadanos es una táctica cortoplacista, que prescinde de la realidad de que en menos de tres semanas se producirán otras elecciones municipales y autonómicas en las que el PP necesitará el apoyo de otros. Mucho tienen que aprender las fuerzas tradicionales de lo que significa dirigir una Administración sin mayoría absoluta. El banco de pruebas andaluz debe servir para engrasar los oxidados mecanismos de la negociación antes de que la catarata de elecciones pendientes los exija a una escala mayor.
Tras algunas concesiones populistas (que ojalá no se repitan), Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, demuestra cintura política al flexibilizar su anterior dureza respecto a todo pacto.
Ciudadanos cuenta con adversarios en el escenario tradicional que intentan perversamente presentar el apoyo a una investidura como si fuera una coalición vergonzante. Los que insisten en la línea de la denuncia y la traición son los peores adversarios de la gobernabilidad y de la estabilidad.