OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Arcadi Espada: «Carmona está feliz de haber mentido diciendo que no pactaría con Podemos»

Jaime González asegura que Pedro Sánchez envidia a Rajoy, porque los resultados del PSOE dejan pequeño el hundimiento del Titanic

Camacho explica que "el PSOE ha sido indultado de sus pecados" si ayuda a los pablemos a asalta rel cielo

El paquete del tabaco y casi la taza del café han desaparecido esta mañana del 28 de mayo de 2015 debajo de los papeles. La razón es que he tratado de reconstruir o encontrar el hilo de las declaraciones contradictorias de Esperanza Aguirre ayer. Primero con el PSOE, luego contra Podemos, más tarde con Podemos… ¿En qué quedamos?

Antonio Lucas (El Mundo) se lo reprocha a la ganadora-perdedora de las elecciones municipales en Madrid.

Esperanza Aguirre forma parte de esa cuota de dirigentes liberales (que defina liberal, que lo defina) capaces de dispensar unas descargas de falsa espiritualidad loquísima en todas direcciones. Es la mujer girándula de esta verbena. Ayer quería un frente para desbancar la legitimidad de Manuela Carmena como alcaldesa de Madrid y hoy quiere aliarse con Manuela Carmena si «renuncia a los soviets» en los distritos (según eldiario.es). Otro disparate. Aceptar los enredos de Aguirre para refundar o para pactar es como jugar a la ruleta rusa con todas las balas en el revólver. Su propuesta es ficticia, prefabricada, caediza, numerera. Va a ser el secante de la transformación que empuja a su partido, donde ya no saben a quién inventar que esté libre de pecado, de silencio, de culpa.

Y vuelve a caer en el viejo tópico de los ricos contra los pobres.

Lo que hay que recuperar es la política, la honestidad, la limpieza de las bodegas, que tampoco el país pide otra cosa. España busca cambiar de manos porque se ha abusado de demasiadas cosas que no se tocan con la mano: del dinero a la Ley Mordaza. Y entre los que también agradecen que esto adquiera un leve color de izquierdas son algunos ciudadanos de derechas escandalizados.

LA IZQUIERDA LE DICE A AGUIRRE QUE SE CALLE Y SE RINDA

Gabriel Albiac (ABC) opta por Esperanza Aguirre… aunque no sé cuál.

Que PSOE y PP se detesten está en la normalidad de las cosas. Ambos son constitucionalistas, sin embargo. Corruptos, ineptos, odiosos… pero constitucionalistas: mal menor. Constitucionalistas son los aún inéditos Ciudadanos. Enfrente tienen al autoproclamado populismo. Lo que es igual: un preámbulo de los fascismos clásicos. PP, PSOE, C’s deberán definir, de modo serio, su criterio. Y sólo hay dos: 1) el que fija el viejo eje metafórico «derecha/izquierda»; 2) el que marca la barrera del constitucionalismo.

1) Exigiría el pacto estratégico PSOE-Podemos; del cual derivaría la rápida absorción del primero en el segundo; en menos de diez meses, España estaría intervenida por la UE, y Grecia sería nuestro único horizonte. 2) Es la hipótesis Aguirre: un bloque constitucional que dure lo necesario para salir del atolladero.

Este es el juego. Estas son las responsabilidades.

En cambio, la izquierda socialista ya se frota las manos ante la posibilidad de recuperar Madrid, después de veinticinco años fuera del Ayuntamiento, por voluntad de los electores, hay que subrayarlo. Antonio Casado (ElConfidencial.com) bendice laicamente el acuerdo entre Carmena y Carmona, y le pide a Aguirre que se calle.

Uno tiene que restregarse los ojos y leer varias veces la propuesta alternativa de Esperanza Aguirre: un gobierno de todos, incluida Carmena, capaz de frenar la constitución de soviets. No es una broma. Justo en estos términos: «Un gobierno de concentración, incluida la señora Carmena, pero con un programa apoyado por todos en el que decaigan las propuestas de constituir soviets en los distritos municipales». A los enemigos de la civilización es mejor tenerlos dentro.

La averiada aspirante del PP a la Alcaldía de Madrid rescata esa figura de su memoria anticomunista corriendo el riesgo de que Carmena y sus seguidores -solo los más talluditos- digan que aceptan la propuesta siempre que Aguirre se comprometa a no recuperar los tribunales franquistas de orden público. Por el mismo precio. Con la misma lógica y los mismos prejuicios.

¿Qué quieren que les diga, señores? Me limito a recoger la sobria reacción de la interesada, Manuela Carmena. «Seamos serios, por favor». Pues eso.

Luz Sánchez-Mellado (El País) asegura que Carmena tiene «derecho al trono». Jopé con los republicanos.

La reina madre de la capital del reino, por nombre Esperanza, quedó tan trastornada por la hazaña de una subversiva ancianita llamada Manuela que osó plantarle cara, que trocó en víbora. Reptó para besar a la rana Carmona, mutada en príncipe en 24 horas. Y se dijo dispuesta a tragar con lo que fuera con tal de despojar a la advenediza de su derecho al trono. Porque el sapo le hizo la cobra a la bruja, que si no, a saber qué hubiera nacido de esa unión contra natura.

Ignacio Ruiz Quintano firma una de sus irónicas columnas. En la de hoy en la última de ABC considera a Carmena y su tropa como unos racistas ‘democráticos’, porque la democracia la van a traer ellos a Madrid. Por lo que se ve Álvarez del Manzano, Ruiz-Gallardón, Aguirre y Tierno Galván fueron alcaldes porque les puso Franco.

Visto lo visto, el Manuelato que sucede al Botellato sería la cena de Viridiana, resumida en este tuit de la «señá» Manuela:

-Mañana tenemos la primera reunión el equipo de 20 concejales y concejalas que tenemos la misión de devolver la democracia a nuestra ciudad.

Pero en el «tuit» de la «señá» Manuela hay también «racismo» ideológico, es decir, «razas» democráticamente superiores, sin entrar a la idea que esta buenísima gente tenga de «democracia», ya que nunca, ni en un tuit, hemos oído a la «señá» Manuela exigir el sistema mayoritario y la separación de poderes.

La superioridad moral, o racista, de la izquierda es también el tema de la columna de Ignacio Camacho (ABC): el PSOE ya no es casta para los de abajo.

Por obra y gracia del poder taumatúrgico de las urnas, las elecciones del domingo han reducido a la mitad el número de integrantes de la célebre «casta». El discurso populista contra el bipartidismo y las élites se ha reconvertido en horas veinticuatro: ahora se trata simplemente de sacar del poder a la derecha. Como siempre, por otra parte, sólo que hasta hace pocos días los nuevos radicales intentaban maquillar su estrategia presentándola como un cambio de ejes: de la convencional dialéctica entre izquierda y derecha a la de los de abajo contra los de arriba. Poco ha durado el tosco artificio; ya estamos de nuevo donde siempre. La hemiplejía moral, el frentepopulismo de vieja escuela, el espíritu del Tinell, los cordones de aislamiento, la tradición arrojadiza de las dos Españas. El PSOE ha sido indultado de sus pecados de casta mientras se preste a servir de comparsa en un asalto a los cielos… del presupuesto.

Como la izquierda siempre se absuelve a sí misma -ventajas de hallarse en el lado correcto de la vida- y las mentiras sólo pagan factura cuando las pronuncia la derecha, Sánchez se cree exento de cumplir sus propias y reiteradas promesas de no pactar con el populismo. Para disimular su endeblez se dispone a blanquear con su aval al extremismo sin entender que este puede acabar tiznándole la cara.

Arcadi Espada (El Mundo) también participa en la batalla de Madrid, y lo hace disparando contra Antonio Carmona, el candidato socialista. De su columna confusa, cuyo título es ‘Páctame’, sólo me queda claro que está muy enfado con la mentira que le espetó Carmona.

Hace semanas le pregunté al candidato Carmona si iba a pactar con Podéis. «No», me dijo, a mí y a los españoles matinales. Carmona, que habría sido un buen alcalde y no pasó de candidato exagerado, aplicaba la lógica de la vieja política: no digas nunca que pactarás con el que te disputa los votos. Una vez celebradas las elecciones sigue aplicándola y feliz de haber mentido se dispone a hacer alcaldesa a Manuela Carmena. Su decisión se produce poco después de que Esperanza Aguirre le ofreciera un pacto que lo hubiera hecho alcalde a él mismo y que ha rechazado con grandes ínfulas y aspavientos.

Los taxativos aspavientos del simpático Carmona significan que la chifladura política de Podéis le parece ahora de suficiente mérito moral y práctico. Está en su derecho. El cerebro del hombre conserva una gran plasticidad hasta la hora de la extinción.

La actitud de Carmona, por el contrario, significa que el bipartidismo ni ha muerto ni está grave. El bipartidismo muere no cuando la izquierda o la derecha pactan con sus respectivas excrecencias, sino cuando una y otra son capaces, como el inmortal Bambino, de morder lo prohibido.

Alfonso Ussía (La Razón) publica una especie de romance en que Carmona corteja a Carmena. Perdone, amigo lector, que no respete el orden de los ripios.

Ayer, en la cena: «Carmena es muy mona. ¡Qué mona es Carmena!». Allí, en Barcelona La Colau se estrena, Y en Madrid, Carmona Gorjea a Carmena. «Me da mucha pena», Ha dicho Carmona Pensando en Carmena. «Está remolona, mi voz desentona y nada le llena»… ¡Qué bueno es Carmona! ¡Qué mala es Carmena! Vicealcalde suena Muy bien en Carmona.

Pero la Carmena Esa mozetona Más que sesentona De arisca melena Y algo percherona, A Carmona frena. Carmona, persona Romántica y plena Sigue en la intentona: «Me encanta Carmena». «Su boca me entona, Su voz me enajena, Su piel zagalona Mi amor envenena». Pero la Carmena Sonríe burlona, Y con voz serena Responde a Carmona. «Soy una leona Con macha melena. No te amo, Carmona, Me das mucha pena». «Te doy mi docena De votos, ligona», Insiste Carmona Y apunta Carmena.

Raúl del Pozo (El Mundo) afirma que la casta recurre a Felipe González para poner orden en el PSOE.

Hay nervios. Algunos políticos en la reserva hablan de recurrir a los dos Felipes: al Rey, para que ejerza su papel de moderador y llame a los partidos a desbloquear la tensión; y a Felipe González, para que impida que Pedro Sánchez cometa el error de liarse con Podemos.

La toma de los ayuntamientos y autonomías va a ser larga y compleja. Volveremos a sufrir el vicio español de la exageración. Viviremos meses de sobreactuación ante unos políticos que no están a la altura de la situación.

SOSTRES: ¡RAJOY, PEDAZO DE TÍO, RESISTE A LOS ROJOS!

Algunos columnistas destacan que el PSOE cavará su tumba si pacta con Podemos. Abel Hernández (La Razón) recurre a un episodio bíblico e invoca a los veteranos del partido.

Los socialistas, cegados por la atracción del poder, están jugándose, con la actual política de pactos, su hegemonía en la izqueirda, como Esaú vendió la primogenitura por un plato de lentejas. Muchos viejos barones dentro del partido califican de ‘abrazo del oso’ el entendimiento con los podemitas, y advierten de que, si no se reaccionaya, el PSOE puede descender en otoño a tercera fuerza en el conjunto de España. Alfonso Guerra avisó a tiempo de que se estaba alimentando «el huevo de la serpiente».

Jaime González (ABC) asegura que Sánchez envidia a Rajoy.

En el triángulo urbano Madrid-Barcelona-Valencia, el hundimiento del socialismo -cualitativa y cuantitativamente- deja pequeño al del Titanic. (…) De los setecientos mil votos que el PSOE perdió el domingo en toda España, un tercio se fueron solo en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia, lo que permite hacerse una idea del destrozo.

El socialismo ha dejado de ser el referente urbano de ese eje de progreso que amenaza con irse al carajo y que forman -ya veremos cuánto dura- las tres capitales más pobladas del país. En consecuencia, sus posibilidades de erigirse en auténtica alternativa de gobierno en las próximas elecciones generales son -salvo milagro o carambola a tres bandas- estadísticamente nulas, aunque por aquello de cubrirme las espaldas lo dejaré en altamente improbables.

Si Mariano Rajoy tiene un problema, ya le gustaría tener a Pedro Sánchez el problema de Rajoy. Y aunque sean maestros vendiendo humo, lo malo es que por el humo se sabe dónde está el fuego.

Francisco Marhuenda (La Razón) se aferra a la misma idea: el PP está agonizante, pero el PSOE está en resucitación.

¿Dónde está la victoria socialista? Pedro Sánchez confía esconder este fracaso consiguiendo poder territorial, pero lo hará a costa de una gran debilidad. (…) El PP se verá sustituido en las comunidades donde no pueda gobernar por coaliciones tan amplias como inestables. No hay duda sobre el retroceso popular, pero no es menos grave el socialista. La fórmula de conseguir el poder a cambio de importantes cesiones. Es la obsesión de alcanzar La Moncloa sin tener en cuenta las consecuencias, aunque es posible que resulte contraproducente. Es un PSOE débil que tendrá que someterse a las exigencias de Podemos o de formaciones independentistas.

Salvador Sostres (El Mundo) no se anda con estadísticas ni gráficos, sino que dice que el PP ha ganado, que Rajoy ha ganado y que Aguirre ha ganado.

Rajoy tendrá que aguantar que la extrema izquierda alardee de su avance, siempre discreto y dependiendo de carambolas para gobernar. Y sobre todo tendrá que aguantar, como en 2008, a la extrema derecha, superficial y gritona, de casino de pueblo sin mar, y que tanto se parece a la extrema izquierda en su incomprensión del alma.

Esperanza ha estado, una vez más, sensacional, y si los socialistas madrileños se entregan a Carmena nadie serio volverá a confiar en ellos y morirán fagocitados por Podemos, tal como Izquierda Unida acabó fagocitada por el PSOE. Además, como líder antistema, es mucho más sexy Pablo Iglesias.

Que el presidente permanezca contrasta con los que no hacen más que quejarse y nunca ofrecen nada. Cuando seguir cansa, entonces eres dueño en lo que vales. Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí. Hay una virilidad fundamental y ni lloricas ni ultrapuros levantaron nunca nada.

¿QUÉ ES ADA COLAU: SEPARATISTA O ROJA?

¿Y qué ocurre en Cataluña? Pablo Planas (Libertaddigital.com) ve a la monja Forcades de presidenta de la Generalitat. El ‘prucés’ continúa y sólo se renuevan sus dirigentes.

Una monja contestaria y separatista, hija de la inmersión, el pujolismo y el movimiento kumbayá, el nacionalcatolicismo en versión estelada. Su primer movimiento de peones ha sido sugerir una santa y triple alianza entre los suyos, ERC y las CUP de David Fernàndez, que ha pasado de chaval de la chancla a matón piquetero al asalto de las tiendas de móviles. Si las autonómicas son en cuatro meses, una monja presidirá la Generalidad.

Estos personajes, religiosas separatas, borrokas amb mongetes, rastas y pikas de la estelada son el producto más depurado de la escuela catalana, experimento a lo doctor Mengele del evasor Pujol.

El procés no se detiene; se frena si acaso para que se bajen Mas y los empresarios que tanto le han reído las gracias. Tsunami en el oasis. La poltrona de molt honorable no es una sedia stercoraria, el trono del palpado testicular, sino el próximo asiento de sus engendros.

Por el contrario, José García Domínguez (Libertaddigital.com) está contentísimo con la victoria de Ada Colau.

Nadie lo dude, si Ada Colau decidiese algún día asomarse al balcón de la Plaza de San Jaime sería para proclamar la Comuna, no la independencia. Y nuestros abatidos patriotas de hojalata lo saben. De ahí que anden tan consternados a estas horas.

Tras la marca Colau se alinean dos tradiciones políticas seculares en Cataluña, ajenas ambas al independentismo. Por un lado, la que procede del PSUC, el peculiar comunismo catalán tan impregnado en todo momento de Gramsci y el marxismo italiano. Por otro, la libertaria que se quiere heredera del espíritu cenetista siempre presente en la memoria sentimental de esta ciudad. Créame, lector, a cualquier catalán que se sienta hijo putativo de alguna de esas corrientes ideológicas una señera estelada le suscita la misma emoción que una salchicha de Frankfurt. No es casualidad que en la fiesta de celebración de la victoria no hubiese ninguna. Repito, ni una. Eso sí, tan lúcido como de costumbre, el Madrid que honró con el título de Español del Año al jefe de los verdaderos perroflautas anda preocupadísimo porque los promotores de la secesión han sido desalojados del poder en Barcelona. Que Santa Lucía les conserve la vista.

Joan Tapia (ElConfidencial.com) desgrana el rosario de las derrotas de CiU en las elecciones municiaples.

Se produce algo parecido a una hecatombe (…) en el área metropolitana de Barcelona. Ahí CiU ha quedado completamente marginalizada. Es la séptima fuerza en L´Hospitalet, la segunda ciudad catalana, donde saca un concejal frente a los 11 de la alcaldesa socialista Núria Marín y donde Ciutadans se convierte en la segunda formación por número de votos. Es la quinta fuerza en Badalona (la tercera ciudad catalana), donde tiene dos concejales y donde el alcalde será el popular García Albiol (diez ediles sobre 27) salvo que el PSC (4 concejales) apoye a Dolors Sabater, la primera de una lista (5 ediles) de una plataforma apoyada por la CUP. Y se queda sin ningún concejal en ciudades tan emblemáticas del cinturón barcelonés como Cornellà o Santa Coloma de Gramanet.

Y concluye pidiendo árnica a ‘Madrit’.

lo ha dicho Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior- la victoria de Ada Colau en Barcelona es otro foco de inestabilidad. ¿Le interesan al gobierno del PP dos focos de inestabilidad en Cataluña?

Que hay preocupación entre los nacionalistas burgueses es innegable. Basta leer La Vanguardia. Pilar Rahola dice que Ada Colau ha ganado, pero poco, y anima a Trias a seguir rampante.

La victoria de Colau es la más pírrica de las victorias de la historia de la ciudad. Puede ser alcaldesa, pero también Trias, y todo depende de las alianzas. En estas, la rendición súbita de Trias la noche electoral debió ser una mala noche, porque no tiene ningún sentido que no se bata el cobre para ser alcalde. Personalmente, y con todas las distancias ideológicas, me parece más política la actitud de Esperanza Aguirre. Sea como sea, y por lo que se sabe en pasillos, puede que esta situación haya cambiado y que se esté abriendo nuevamente el abanico. Si ese es el caso, que gane quien sepa más, consiga más complicidades y, en consecuencia, tenga más votos en el plenario, tanto sea Colau -que parece tener más opciones-, como cualquier otro.

Pero dar por hecho que 11 concejales sobre 41 hacen a alguien alcalde es matar la política. Y eso tiene de nuevo lo que servidora de monja. Hagan ustedes, Trias, Collboni, Bosch, Colau, Lecha, política de verdad, hablen, pacten, consensuen y quien saque el gordo, que gobierne. Porque Barcelona merece más política y menos derrotismo, más lucha y menos rendición.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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