El periódico de Vocento apela a los "pactos fiables" y rechaza los "cordones sanitarios"
El PP tiene gobernará 2.768 Ayuntamientos con mayoría absoluta y es primera fuerza en 656 de ellos. En muchos de estos depende de los concejales de Ciudadanos para mantener la alcaldía. ABC y La Razón publican este 29 de mayo de 2015, sendos editoriales complementarios: el primero, incitando a Albert Rivera a pactar con el PP; y el segundo, alabando a Susana Díaz por oponerse a los acuerdos de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias.
Desde el título de su editorial, ‘Rivera debe garantizar la gobernabilidad’, el periódico que dirige Bieito Rubido deja clara su postura. Enumera una serie de argumentos para que Ciudadanos participe en «pactos fiables» e impida el acceso de la «extrema izquierda» a las instituciones. «Ahora no cabe ponerse de perfil», concluye.
La Razón advierte a Pedro Sánchez de que las alianzas con Podemos pueden suponer que el PSOE acabe devorado por Podemos. Por ello, pone como ejemplo de seriedad a Susana Díaz, que se encuentra en una situación tan difícil que sólo un acuerdo con el PP le permitiría seguir gobernando, después de su fracaso en las elecciones de marzo pasado.
ABC
Hasta ver si consolida su gran progresión, hoy por hoy la de Albert Rivera es una formación bisagra capaz de condicionar mayorías de gobierno, pero no de dirigirlas. A partir de ahí, se impone el sentido de la responsabilidad y no chantajes emocionales generadores de inestabilidad. El electorado ha dibujado un difícil puzzle de partidos en el que todos han de aprender a convivir con alianzas que, como mínimo, impidan la incertidumbre institucional y económica, algo que nunca aparece como prioridad de la extrema izquierda, a la que le vale con el desalojo de los populares del poder allá donde lo tengan. Conviene no olvidar que PP y PSOE siguen siendo claramente mayoritarios, pese al varapalo sufrido en las urnas hace cinco días, y que gozan de legitimidad para seguir liderando alcaldías y autonomías.
El argumentario con el que Rivera ha construido un discurso nacional se basa en la idea de una España unida, estable, profundamente democrática y combativa con la corrupción. Ahora no cabe ponerse de perfil. Ciudadanos tiene la oportunidad real de aplicarlo y garantizar sus propuestas correctoras junto al PP, partido más votado con diferencia en lugares donde no obtuvo mayoría absoluta. La lógica de los tiempos exige pactos fiables, no cordones sanitarios ni castigos basados en el sectarismo y cálculos interesados en el mayor provecho de uno mismo. Tampoco estrategias difusas para no retratarse. La llave de Albert Rivera es valiosa para garantizar certidumbre, y no debe arrojarla al vacío.
LA RAZÓN
Cuidado con algunas victorias. Susana Díaz ha marcado con claridad el criterio que el PSOE debe seguir en estas alianzas: ni ser un puente para Podemos, ni propiciar un pacto en contra de la formación de Pablo Iglesias. Si los socialistas aceptan este pacto sin condiciones claras corren el riesgo de ser devorados por un partido que, hasta el momento, sigue sin tener prisas en demostrar experiencia alguna de gobierno.
Sólo a los más despistados o directamente abotargados por la ilusión podría escapárseles la intención instrumental que estas candidaturas de «unidad popular» tienen para los objetivos de Podemos. El segundo instrumento es ahora el PSOE. Susana Díaz así lo ha visto: los socialistas no debería aceptar que Iglesias diga: «Ahora se puede hablar». ¿Quién marca las líneas rojas de lo que se debe hablar? Díaz dejó las cosas claras: «Me resulta llamativo que esta fuerza política dé por hecho que donde ellos tengan opciones de gobernar, el PSOE los tiene que votar». Ni un cheque en blanco.