Sostres explica el retroceso de Podemos porque "la gente vuelve a tener dinero"
Echaba de menos las columnas de Salvador Sostres en favor del Gobierno y contra la chusma de los melenudos, como los editoriales del Arriba y de La Vanguardia entonces Española. Este 28 de julio de 2015 el escritor catalán vuelve a escribir un texto que de haber aparecido en El Mundo habría provocado espumarajos de rabia en Lucía Méndez, Carmen Rigalt y Pedro Simón.
Veo el título, ‘Lo peor ha sido la gente’, y dejo el ABC unos segundos para encender el primer cigarrillo y disfrutar de la lectura.
El PP ha aprendido la lección, se ha puesto al día, la transparencia ha llegado a sus estructuras y se ha demostrado capaz de hacer frente a las situaciones más dramáticas, tal como en su día lo hizo, brillantemente, Felipe González, el presidente más liberal que ha tenido España. No hay política más vieja que la que no resuelve los problemas y Podemos naufraga con su retórica venezolana y Ciudadanos está colapsando de narcisismo en sus divanes ultrapuros.
No me diga que no es un placer leer que Felipe González, el que quitaba y ponía directores de periódicos y el que diseñaba fusiones bancarias, fue el presidente más liberal que ha tenido España. ¡Ni Juan Prim! Y en los siguientes párrafos, palos a los votantes populistas (¿incluimos en ellos a los de Mas?) a los que Sostres llama hasta «afeminados».
Por graves que hayan sido los defectos y las debilidades de los partidos tradicionales, nada ha sido tan lamentable durante este tiempo como la sensación de vivir en un país entregado a toda clase de charlatanes. Nada ha sido tan deprimente como esta masa vulgar, preintelectual y afeminada, entusiasmada con vendedores de pócimas milagreras. La nota más baja de la crisis la ha dado el grueso de la tropa quejica y victimista, sin consideración alguna con los que con nuestro esfuerzo y nuestro sacrificio les continuábamos pagando la sanidad y la escuela de sus hijos, acribillados por una fiscalidad impagable, y teniendo que soportar que encima nos insultaran.
El PP ha hecho bien renovándose, pero el auténtico atraso es la izquierda, y el socialismo es el cáncer. Es dulce que los políticos escuchen a la gente, pero la gente tiene que saber hacerse digna de su condición ciudadana, y un poco más de contención, de prudencia y de virilidad no sólo sería lo deseable sino que es lo exigible.
El populismo retrocede porque la gente vuelve a tener dinero. Bien está. Pero también cuando no nos compran la muñeca tendríamos que comportarnos como ciudadanos y no este humillante desparramarnos mitad peronista, mitad venezolano, totalmente indigno de una democracia culta y civilizada.
Después de esta columna, sólo puedo decir:
ESPADA: UN FANTASMA RECORRE EL MUNDO, LA ESTUPIDEZ
Otro columnista catalán, Félix de Azúa, también se apunta a la bronca al populismo y a la fe en el individuo. ¿Será a una reacción al colectivismo que propone Artur Mas, sacando a cientos de miles de catalanes a la calle a golpe de silbato y de telediario de TV3? Azúa hace un experimento: comparar una novela negra de Petros Márkaris con otra de Francisco González Ledesma, y concluey que los españoles y los griegos de 2015 estamos muy lejos de Hernán Cortés y de Leónidas, respectivamente.
Los españoles somos hermanos gemelos de los griegos y necesitaremos una enorme inyección de individualismo osado, de iniciativa personal, de amor propio, si queremos dejar de ser una masa gregaria de lloronas subvencionadas y enanos gruñones. Y eso te incluye, Pablo.
En una imagen acertada, a los podemitas se les reprochaba que quisieran vendernos unicornios. Jorge Bustos (El Mundo) pone en su columna bisontes, pero de los de la cueva de Altamira.
Enternece que se les llame nueva izquierda cuando sus primeros dos meses de poder los retrotrae aproximadamente al estadio magdaleniense de la evolución, cuando nos empoderábamos pintando bisontes en el techo de Altamira. Y no nos referimos ahora a lo rupestre de su indumentaria (aunque al parecer Kichi se ha comprado ya su primer traje, y no sé por qué el Ibex no ha repuntado de gozo celebrándolo), ni al escaso refinamiento de su protocolo y dicción, ni a que se muevan en bici, lo que no deja de ser un alarde tecnológico respecto de la mula; sino al hecho entrañable de que los Kichi, Colau, Carmena, Ferreiro o Ribó se empeñen en gobernar en un plano puramente simbólico, altamirano, infantil. Una cabecita real en una caja, un consistorio que abre su balcón al pueblo, unas pellas traviesas en la misa del patrón, un callejero por renombrar.
La utopía está en la naturaleza de la izquierda, y de su forcejeo con la realidad heredada y perfectible puede beneficiarse el progreso humano. Pero esta izquierda altamirana no es utópica sino ucrónica: se figura que ha llegado al poder en 1975 y que tiene que desandar el calendario hasta 1931. Cuando uno se pelea contra el paso del tiempo gana el paso del tiempo, como acredita el rostro de Meg Ryan; lo peor es que en el proceso comprometes la dignidad propia y la vergüenza ajena.
ay, las encuestas indican ya que los mitos de la caverna están dejando de entretener a la especie, que pide bisontes de verdad y no pintados.
A Arcadi Espada (El Mundo) le divierte que la prensa de izquierdas española se escandalice con Donald Trump a la vez que sigue de rodillas ante Pablo Iglesias y su tropa.
Observo que la prensa socialdemócrata habla con gran soltura de las estupideces de Donald Trump, el populista que amenaza con convertirse en el candidato de los republicanos. No tengo dudas de que Trump las dice. De hecho un fantasma recorre el mundo, y es el de la estupidez. La estupidez de Le Pen, de Farage, de Tsipras y en primer plano español la estupidez de Artur Mas y de Pablo Iglesias. Comprendo el peso del kilómetro sentimental y la facilidad con que uno puede llamar estúpido al que opera a cinco mil kilómetros de distancia.
Pero aun así es asombroso que las propuestas de los populistas españoles no se hayan sometido al juicio de la inteligencia y que haya vuelto a probarse que la altivez ideológica es el mejor camuflaje de la indigencia intelectual. Baste decir cuánto se ha insistido en que Iglesias era profesor, sin advertir la catástrofe que significaba esa insistencia. Y cuánta insistencia ha habido igualmente en la capacidad del presidente Mas de mostrarse sandio en varios idiomas.
A la opinión socialdemócrata le preocupa que este Trump diga pomposo: «El sueño americano ha muerto.» Una afirmación más o menos literaria, y por lo tanto mucho menos concretamente estúpida que llamar régimen a la época española que se abre a partir de 1978 y proclamar además su muerte inminente.
Soy yo el que parezco un analfabestia. Pedir a los socialdemócratas españoles que receten Walt Disney a la puerilidad populista ¡cuando gobiernan con ella!
Para terminar con el apartado podemita, el billete del director de ABC, Bieito Rubido, es mucho más serio y no recurre al humor.
Se empieza cambiando el nombre de un pabellón deportivo y se termina no se sabe muy bien dónde, pero muy lejos de la idea de democracia. Así pasan los días de los nuevos ayuntamientos de la extrema izquierda, sustentados por el PSOE del segundo Zapatero, llamado Pedro Sánchez, sin que la vida real de los ciudadanos mejore en nada. Ni un ápice de avance en mes y pico. Es el ritmo que se lleva ahora en las capitales de España, de ocurrencia en ocurrencia.
Lo peor es la constatación del escaso respeto por la democracia real de esta vieja izquierda, que de la noche a la mañana dicta normas en el ámbito municipal. La mayoría del pleno del Consistorio de Zaragoza se opone al cambio de nombre del polideportivo Príncipe Felipe, pero el alcalde aplica su propia ley, y con su autoritarismo anticipa cómo van a gobernar el día que puedan hacerlo en ámbitos superiores.
FEDERICO QUEVEDO MANDA UN RECADO DEL PP AL PSOE
Los veteranos no están de acuerdo con los cuarentones. Por ejemplo, Miguel Ángel Aguilar (El País), que se ocupa del último episodio de corrupción en ese PP varonil de Sostres.
Estábamos prevenidos por el estallido del caso Gürtel que se quiso circunscribir a la nómina de los invitados a la boda real de El Escorial, donde casaron el yernísimo, Alejando, y Ana, la prenda de la familia. Pero tenemos aprendido del Abc verdadero que «el fruto sano se zocatea enseguida si no se le separa a tiempo del que está cedizo» y la cuestión se zanjó con declaraciones solemnes.
Hubo que aclarar, de una vez por todas, que Bárcenas y Gürtel no eran la trama del PP pregonada por algunos y dedicada a captar fondos a cambio de lucrativas concesiones sino, por el contrario, otra muy distinta que sangraba al PP, en unos casos, y, en otros, se valía de modo inicuo de su nombre para llevar a cabo sus fechorías. Se trataba de verdaderos parásitos que se habían ido incrustando con engaño en la misma médula de la organización con el intento, a veces consumado, de sorprender la buena fe de sus superiores de la cúpula, ajenos al fraude. Una vez decidido que las carencias de Mariano Rajoy hayan de cubrirse con mayores dosis de Rajoy, verdadero as de la comunicación, la consigna va a ser saturar los medios de «recuperación económica» y señalar a quienes denuncian la corrupción como boicoteadores de las mejoras en camino, que pondrían en peligro si accedieran al poder.
Victoria Prego reprocha al PP que su organización en Cataluña no esté preparada para el último desafío separatistas, cuando han tenido al menos tres años para hacerlo.
Y no tiene candidato el PP para estas elecciones. No es verdad que se estén guardando precavidamente el nombre de quien va a encabezar su lista: es que todavía lo están buscando. Pero tiene muy poco banquillo el partido en esa Comunidad porque la dirección nacional ‘popular’, empezando por su presidente, ha exhibido una dejadez inexplicable a lo largo de toda la legislatura y no se ha preparado para una batalla que estaban convencidos de que no habría de llegar.
Pues esto es lo que ha hecho el Partido Popular en los últimos cuatro años: no se ha entrenado para lo que había de venir. Y ahora se encuentran con la necesidad de sustituir de urgencia a Alicia Sánchez-Camacho porque con ella en cabeza ya saben que se hunden. Es lamentablemente tarde para darse cuenta de lo que tienen delante desde hace tanto tiempo. Y con un nombre de postín tampoco llegan a tiempo de arreglarlo. Lo malo de esto es que ellos pierden pero lo acusa España.
Hermann Tertsch (ABC) une a Obama y a Rajoy en su desprecio a la realidad. En el caso del español, la corrupción tapará la recuperación económica en el discurso político.
En España, la derecha paralizada bajo los calores y humores del Tour de Francia solo balbucea. Pretendiendo algunos ilusos que la gentuza asustará tanto como ellos necesitan para escapar de la derrota. Ni lo sueñen. El caso Púnica ya está convertido en el único punto de la agenda de actualidad que, gracias a las televisiones de ese duopolio tan amigo, puede competir con la pausada sedición, el golpe de Estado sosegado, la traición tranquila, cuyas diferentes etapas acomete día a día el señor Artur Mas en Cataluña sin miedo ni a un susto.
El desprecio a la realidad siempre tiene precio. Con Obama está claro que EE.UU. es menos ante los demás y más débil. Pero Obama se va. Los daños son serios pero no ponen a EE.UU. ni mucho menos en una crisis existencial. Que es exactamente donde estaremos nosotros muy pronto si unos siguen empeñados en violar la ley y otros asustados de cumplir su deber de impedirlo. Se empezó hace mucho tiempo a mirar hacia otro lado. Con la educación, con la corrupción, con el separatismo, con la revancha. Desde todas partes nos llegan avisos y amenazas a nuestra unidad, legalidad, seguridad e integridad. A falta de lados a los que desviar la mirada, para no ver la ofensa, la debilidad, la agresión, nuestros gobernantes ya entierran sus cabezas para no ver. En la esperanza de no tener que cumplir con su deber, postergan y esquivan decisiones cuyo costo y precio aumenta sin cesar. Mientras se pudre el Estado por pura falta de credibilidad de todos los agentes e instituciones. Como una cabeza de pescado bajo el sol.
Y sobre el PP, Federico Quevedo (ElConfidencial.com), oficial del Batallón de Guardia de La Moncloa, hace de mensajero de Rajoy o de Soraya y lleva un mensaje a Pedro Sánchez.
¿Es una casualidad que se haya levantado el secreto del sumario de la Operación Púnica unos días después de la Conferencia Política del PP, y cuando los sondeos dicen que empieza a recuperar parte del voto perdido desde las generales de 2011? Hay quien cree que no, que en este país un tanto bananero para estas cosas -no es la primera vez que los sumarios se abren, se cierran, se levantan y se acuestan coincidiendo con un periodo electoral- nada es casualidad. O, dicho de otro modo, nada responde a criterios estrictamente jurídicos, sino evidentemente políticos.
Y ese es el quid de la cuestión: «El PP tiene poder suficiente como para tener información sensible de otros casos de corrupción que pueden afectar a sus rivales políticos», me dice una fuente muy importante. Tanto que me aventura que este verano habrá alguna sorpresa que puede trastocar los planes secesionistas de Artur Mas, por ejemplo. El PP tiene información… Otra cosa es que esté dispuesto a usarla.
Y luego hay periodistas que se preguntan por qué el periodismo carece de prestigio…
EDURNE URIARTE: EL FEDERALISMO DEL PSOE ES «UNA MENTIRA»
La tabarra catalana se centra en una de sus concomitancias: la tabarra federalista del PSOE. Edurne Uriarta (ABC) la califica de «mentira».
Es una mentira recurrente. Cada vez que se pone feo el conflicto catalán, vuelve la mentira del federalismo. Mentira que saca el socialismo con la seguridad de que no se verá en la tesitura de darle contenido concreto alguno. Porque sus votantes no piden concreciones, les basta con la ilusión de una supuesta alternativa feliz que evitará las medidas duras y el drama. De ahí este asombroso fenómeno político de una obvia mentira repetida una y otra vez con total solemnidad por los líderes políticos y sin consecuencia alguna para su credibilidad.
Y todo lo anterior, la mentira federal, para evitar abordar la verdad. La verdad de que no existe más alternativa al secesionismo que la unidad de los partidos españoles y la aplicación de la ley. Ya vivimos en la alternativa federal, y hacerla aún más asimétrica no sólo no satisfaría al nacionalismo catalán sino que provocaría otra crisis por el otro lado, por el lado de esa mayoría clara que, o bien, quiere mantener nuestro modelo como está o bien quiere recentralizarlo.
Pablo Planas (Libertaddigital.com) pone a los socialistas ante una contradicción federal: el artículo 155 de la Constitución Española está copiado de la alemana, que es federal.
El artículo 155 merodea otra vez por la sabana catalana. La prensa del movimiento separatista lo invoca como los pastores al lobo, aunque crece la sospecha de que el mitológico 155 es como el monstruo del Lago Ness, una leyenda rural para dar más aliciente y realce a las próximas elecciones autonómicas, en concreto al día después. Mas es un artista de la ventriloquia y así como clama que proclamará la república catalana, susurra a los empresarios que lo que quiere en realidad es negociar un concierto vasco, que sería la letra pequeña pero pintona de una solución temporal al problema de la conllevancia.
El fundamento de tal artículo es la «coerción federal» o «bundeszwang» del artículo 37 de la Ley Fundamental de Bonn. Coerción federal, por lo que se supone que los socialistas de Sánchez estarán a favor. «Bundeszwang», el martillo del Estado.
Ignacio Camacho (ABC) prescinde argumentos del constitucionalismo comparado y simplemente reclama la aplicación del 155.
Si el soberanismo llevase a la práctica su órdago ilegal, los españoles deberemos reclamar al Gobierno que actúe para contrarrestarlo. Ni choque de trenes ni gaitas: el Gabinete prevaricaría si permitiese la fractura del Estado cuya gestión y defensa tiene encomendada. Existe un mecanismo constitucional legítimo que además, frente a lo que sugiere la propaganda secesionista, no insta al despliegue militar ni enormidades parecidas; ni siquiera menciona la suspensión de la autonomía. Simplemente contempla la imposición de instrucciones forzosas a las instituciones amotinadas, previo acuerdo por mayoría absoluta del Senado.
En el actual punto de la cuestión carece de sentido la apocada cautela de no despertar a la bestia. La bestia está bien despierta, desafiante de pura arrogancia. Ya no ha lugar a tabúes; lo que debería ser tabú en un país moderno es la aventura excluyente, rupturista y cimarrona de una secesión por las bravas.
Frente a lo anterior, La Vanguardia recurre a uno de los budas de la sociedad española, el octogenario Antonio Garrigues Walker, que repite su receta de negociar de nuevo para seguir manteniendo en pie el chiringuito.
Entre una independencia total más que problemática y una dependencia inconfortable y para algunos claustrofóbica tienen que existir salidas razonables. No se les pide que lleguen a las mismas conclusiones ni a consensos de ningún género, pero pueden colaborar como mínimo en evitar formular o que se formulen descalificaciones absolutas y amenazas dramáticas. Hay que calmar a una ciudadanía que no acepta que se la coloque de forma arbitraria en rumbo de colisión y que recibiría con entusiasmo debates y diálogos civilizados que le ayudarán a entender una situación ya de por sí compleja que algunos gozan convirtiéndola en ininteligible para sacar provecho en unas aguas que ellos mismos han revuelto.
Demos por seguro en todo caso que los catalanes acabarán sabiendo lo que está en juego y sabrán decidir con buen sentido y con grandeza en unas elecciones tan importantes para ellos mismos como para el conjunto de España. Unas elecciones, además, que nos darán claves importantes sobre lo que está pasando y lo que puede pasar en nuestro mapa político.
Lo que pasa es que la propuesta del anciano ya no la acepta casi nadie…
NIETZSCHE, AMIGO DE LOS ANIMALES
Raúl del Pozo (El Mundo) me hace sonreír al vincular a Nietzsche con los nazis y los locos, y luego, como quien no quiere la cosa, con los animalistas. Bueno, Hitler amaba más a los conejos y los perros que a los judíos.
A estas alturas no se sabe si Nietzsche fue un precursor de Hitler o un libertador de la inteligencia ofuscada por la superstición. Los enemigos lo describen como un tipo fatuo, endiosado, contaminado por la enfermedad del lenguaje, autoritario, dogmático y misógino. En los últimos años de su locura se bebía su propia orina y se preguntaba: «¿Cómo hemos podido bebernos el mar?». Representa el esplendor del nihilismo. «Dios es una idea que retuerce todo lo recto y complica todo lo sencillo», escribe.
Los monos -pensaba- son demasiado buenos para descender de los hombres. Quizá la leyenda de paladín de los animales le viene de la famosa historia del caballo. El día 3 de enero de 1889, Nietzsche abandonó su casa de Turín para dirigirse al centro de la ciudad. En el paseo fue testigo de una escena que él consideró pavorosa: un cochero maltrataba a su caballo que, agotado, no podía continuar su trote. Entonces, el filósofo rodeó el cuello del caballo con sus brazos y rompió a llorar (esta historia ha llevado a eldiario.es a publicar un blog titulado El caballo de Nietzsche, coordinado por Ruth Toledano, para defender a los perros, toros y galgos que se exterminan en España). Nietzsche se está convirtiendo en el Marx de la clase animal.
Tambien sobre aninales escribe Alfonso Ussía (La razón), que denuncia la caza de venados por furtivos para suministrar la cornamenta a los chinos, quienes creen encontrar en ella un poderoso afrodisiaco.
Desde hace pocos años, Sierra Morena, la más romántica y prodigiosa de nuestras sierras, está en el punto de mira del interés de los chinos. Ha desaparecido prácticamente la caza furtiva en pos de la carne de las reses. Los chinos han descubierto que las cuernas de los venados guardan una sustancia milagrosa para sostener en el hombre aquello que se cae cuando los años mandan. Pulverizan las cuernas, y ese polvo mezclado con una sustancia que sólo conocen los chinos, se vende a precio de oro en los mercados de esa nación tan grande como sospechosa. Y unos grupos de chinos se han llegado hasta Sierra Morena.
Los guardas que cumplen con su deber, se juegan la vida. Otros se cubren los ojos para no ver. La Guardia Civil carece de efectivos suficientes para abarcar la inmensidad de la sierra, y las autoridades sólo permiten a los guardas llevar unas carabinas que más parecen piezas del «Museo del Tempranillo» que armas disuasorias. Hay guardas amenazados de muerte, y con ellos, sus familias.
CAROL SE LAMENTA POR LA MUERTE DEL LEÓN CECIL
Ramón Pérez-Maura (ABC) se queja de que no haya un departamento universitario de propaganda, digo, de análisis de la Monarquía.
¿Cómo es posible que esta Universidad española que cada vez tiene una orientación más práctica y menos teórica no dedique el más mínimo interés a la institución capital del Estado? Y no sólo eso, se ignora radicalmente una institución que ha marcado la política del mundo entero, que ha evolucionado de diferentes maneras en distintas partes del planeta y que aún hoy tiene características radicalmente diferentes: desde la Monarquía española, constitucional, a la saudí, autoritaria, pasando por la malaya o la vaticana, que son electivas.
Mientras las facultades de Ciencias Políticas están atiborradas de podemitas seguidores de Iglesias Turrión, dedicados a promover la revolución (pendiente) nadie en España parece molestarse en formular un corpus teórico sobre la institución que define nuestro sistema político. Y en estas cuestiones, cuando no lo hacen los que están a favor, acaban haciéndolo los que están en contra. Y responder siempre es más difícil.
Bueno, querido Ramón, las quejas a Campechano, que como dijo Zapatero «es un buen republicano». Juan Carlos estuvo empeñado en pasar desapercibido y en aburguesarse (salvo en el tren de vida).
La columna ridícula del día la firma el impagable Márius Carol, que dedica su billete en La Vanguardia a la caza por un español de un león en Zimbabue. Empieza como un documental de naturaleza.
El león es un animal impresionante, pero observarlo en plena naturaleza resulta un espectáculo impagable. Oír sus rugidos al anochecer en la sabana sobrecoge. Ver un ejemplar cazando su presa asombra por su decisión y destreza.
A los que crecimos con la serie Daktari, cuyo león estrábico protagonizaba continuos incidentes en un centro de estudios del comportamiento animal en África, nos cuesta pensar que despanzurrarlos constituya un placer. El caso de Cecil no tiene tanto que ver con la caza como con su carácter furtivo. Seguramente eso comportó una descarga adicional de adrenalina. Será interesante saber el nombre de quien cometió la fechoría, pero aún más conocer sus íntimas razones.
En proporción al número de personas involucradas, La Vanguardia, y algunos otros periódicos y medios de comunicación, han dedicado más espacio a este león que, por ejemplo, a los cristianos árabes muertos por los integristas islámicos, a las víctimas de Boko Haram, a los ucranianos fallecidos en la guerra en el este de su país e incluso a los africanos ahogados en el Mediterráneo.
¡Anda que si el cazador resulta ser catalán…!