Iñaki Gabilondo es uno de los pesos pesados de la Cadena SER y del Grupo Prisa, propiedades de Juan Luis Cebrián, y su opinión parece trascendental hacia el magnate del gigante multimedia que se ha visto mezclado con los papeles de Panamá —La exmujer de Juan Luis Cebrián, Teresa Aranda, también aparece en los papeles de Panamá–.
Las palabras de Gabilondo, tan escuetas como un «prefiero no decir nada», pueden interpretarse de dos maneras: o bien el comunicador está profundamente indignado con los acontecimientos que se han venido produciendo últimamente (aparte de los papeles, la demanda a los medios que lo han publicado —Juan Luis Cebrián inicia acciones legales contra La Sexta, ElDiario.es y ElConfidencial.com–, o la prohibición a sus empleados de colaborar con dichos medios —Cebrián fulmina a Ignacio Escolar de la SER en represalia por las informaciones que le vinculan a los papeles de Panamá–), o bien prefiere mostrar servilismo, no enfrentarse al líder y no dar que hablar. O todas ellas a la vez.
Fue en una entrevista concedida a ‘El Español’, en la que Gabilondo habló largo y tendido del panorama político, con amplias respuestas y reflexiones. También lo hizo sobre el periodismo, su presente y su futuro, pero se quedó mudo cuando la entrevistadora le cuestionó por el tema tan de moda de Juan Luis Cebrián:
Están surgiendo infinidad de otras iniciativas: el periodismo sin ánimo de lucro, o los colectivos de periodistas de investigación como los que han dado la información de los Papeles de Panamá.
A colación de los Papeles de Panamá, ¿qué opina de que se haya vinculado el nombre del presidente de Prisa Juan Luis Cebrián a esta información, y qué opina de su prohibición a los periodistas del grupo de participar en los medios que han descubierto esta relación?
Prefiero no decir nada.
Y eso que sobre el sector periodístico sí se había explayado Gabilondo, un periodista al que es difícil dejar sin palabras:
Por último, hablemos de periodismo. Su libro El fin de una época coincidió con el cierre del canal CNN plus y su sustitución por el canal de Gran Hermano 24 horas. ¿Estamos viviendo una banalización de los medios de comunicación?
En el mundo que existía antes había un edificio empresarial periodístico identificable, los grandes medios de comunicación que llegaban a los ciudadanos a través de conductos determinados. Eso ahora ha reventado en una explosión absoluta, en la cual los medios tradicionales están releyendo su papel para ver en qué se convierten, y los que han nacido están tratando de explorar los caminos del futuro. Y hay millones de iniciativas.
El mapa de la situación ha cambiado por completo. Cuando se observa desde la perspectiva empresarial, se entona una especie de canto fúnebre: ¡muere el periodismo! Pero lo que mueren son estructuras periodísticas. Se ha puesto de manifiesto la enorme necesidad del periodismo. Lo primero que escasea en las inundaciones es el agua potable, y lo primero que escasea en las inundaciones informativas que a través de internet llegan en alud es la información potable. Por lo tanto los medios de comunicación tienen que acreditarse en la medida que sean solventes.
En el caso de que esto sea un aviso a Cebrián, no habrá sido el primero en desafiar al magnate Gabilondo, pues otro comunicador de su misma empresa, la Cadena SER, ya lo ha hecho —Javier del Pino incumple el veto de Juan Luis Cebrián y lleva a rostros de LaSexta a la Cadena SER–.