El anuncio de la moción de censura que el 27 de abril de 2017 hizo Podemos en el Congreso de los Diputados es la cuestión única que este 28 de abril de 2017 podrán leer en las tribunas de opinión y editoriales de la prensa de papel.
Más allá de que todos coinciden en el fracaso de la misma, muchos opinan que lo que pretende Pablo Iglesias es interferir en el proceso de las primarias del PSOE dividiendo más al alocado gallinero del partido de la sede de Ferraz.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, asegura que la moción de censura que anuncia Podemos es el mejor regalo que podía tener un noqueado Mariano Rajoy:
Es el mejor regalo que podía soñar Rajoy, justo cuando andaba buscando el segundo aire como un boxeador sonado.
El editorial de El Mundo ve una segunda intención de Podemos en esa moción de censura:
Persigue desgastar al PSOE, que al estar inmerso en la carrera por su liderazgo no está en condiciones de forzar una crisis que provoque la caída de Rajoy.
Santiago González destaca las prisas de Iglesias en anunciar a los otros grupos la moción de censura:
No parece que una moción de censura pueda plantearse comunicando tus intenciones a tus socios 15 minutos antes de la rueda de prensa. Diez minutos después de su comparecencia ya había fracasado la moción, pese a lo cual insiste.
El editorial de ABC coincide con el de El Mundo en el análisis de que lo que busca Podemos es desangrar al PSOE:
Realmente no tiene el propósito de desbancar a Rajoy, sino de desangrar aún más al PSOE.
Ignacio Camacho también entiende que la intención es ir a dañar al PSOE:
Con el sentido táctico de un puro leninista trata de afilar las contradicciones del PSOE hasta provocarle un conflicto con su propio instinto.
Carlos Herrera va directo a preguntar a Podemos a quién proponen como candidato alternativo a Rajoy:
¿Quién es el candidato que proponen para relevar a Rajoy? ¿El Iglesias de las simplezas o algún mamporrero cazado al vuelo?
Hermann Tertsch señala a Sánchez y su pasividad interesada ante la nueva bravata de Iglesias:
Probablemente sabía antes que otros que Iglesias iba a elevar de tono sus gamberradas con una para ayudarle a él a ganar votos en ese tipo de primarias que son la ruina para cualquier partido.
David Gistau afirma que:
La moción, más allá de cuán autolesiva pueda volverse, pilla al PSOE sin redefinirse y concede a Podemos, durante unas semanas, la oportunidad de ser, dentro del Parlamento, la voz oficial y casi única de la oposición.
El editorial de El País subraya que Podemos no tiene fuste para presentar una moción de censura:
Ni es capaz de conformar una mayoría de gobierno a su alrededor ni tiene credibilidad como alternativa.
La Razón dice que la moción persigue fracturar al PSOE:
No se nos escapa que entre las intenciones de Iglesias está la de interferir en las primarias, dividir aún más a los socialistas y situar un falso debate sobre el futuro del inquilino de La Moncloa.
