La ley de desconexión de Cataluña, la situación interna del PSOE o las reticencias de los islamistas a más controles para evitar nuevos atentados yihadistas son las cuestiones esenciales que podrán leer este 26 de mayo de 2017 en las tribunas de opinión de la prensa de papel
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, subraya el poco aprecio que le tiene Mariano Rajoy al prestigio de la nación española invitando una vez más al jefe del golpismo catalán, Carles Puigdemont:
El decoro que los políticos deben observar al representarnos, sigue sin importarle a Rajoy. Sólo eso explica que insista, por tercera vez y por escrito, en invitar al cabecilla del Golpe a las Cortes.
Alfonso Ussía, en La Razón, le sugiere a Rajoy una posible respuesta a la carta de Puigdemont:
Distinguido señor. Tengo su carta delante de mí. Inmediatamente la tendré detrás. Atentamente, Mariano Rajoy. Contestar otra cosa sería hacer el canelo.
Santiago González, en El Mundo, le lanza un recado al purgador secretario general del PSOE:
Sánchez, que no está tan sobrado de talento como para despreciar la posible aportación de los barones, sigue con su vocación de cazatalentos en la búsqueda de mujeres fuertes.
Raúl del Pozo exige a Pablo Iglesias que se posicione claramente de una vez y diga en qué bando está, si en los que quieren la unidad de España o los que quieren romper con ella:
Durante la moción de censura tendrá tiempo para explicar cuál es su postura ante tanta marea y mareo en el intento de romper España y su Constitución.
Confesiones a Ignacio Camacho (ABC) de un socialista sobre la situación del partido:
Lo más inquietante es que tal vez ni siquiera Pedro tenga claro a dónde quiere llevar a la organización, porque sólo piensa en su propio beneficio.
José María Carrascal apunta que a Sánchez se le multiplican los problemas ahora que vuelve a ser secretario general del PSOE:
Entonces tenía que lidiar con Podemos, Ciudadanos y el PP. Hoy tiene que lidiar con sus barones, elegir entre Podemos y el PP y complacer a su militancia, que le ha devuelto al cargo con la promesa de derribar a Rajoy.
Manuel Marín entiende que Sánchez no está para hacer seguidismo de la moción de censura de Podemos:
Sánchez está obligado a refundar el PSOE, y no a hacer el trenecito a Podemos.
Carlos Herrera está convencido de que la Ley de Desconexión catalana no vale para nada:
Esa ley no sirve absolutamente para nada. Quizá solo para calmarle los ardores a los de la axila y la sandalia, pero para poco más.
Hermann Tertsch tiene claro que el último atentado yihadista, perpetrado en Manchester, no va a hacer cambiar a los islámicos:
Con los muertos de Manchester aun por enterrar se niegan ofendidos a más controles sobre unas comunidades que han criado a los asesinos. Jamás entregan al poder infiel a un fiel sospechoso.
El editorial de El País sigue cargando contra el presidente de los Estados Unidos y en este caso le dice a España que mucho ojo con el gasto en materia de defensa:
España no debe entrar al juego de evaluar su seguridad en términos de negocio, que es precisamente lo que Trump está proponiendo.