Fue de nuevo protagonista involuntaria de la actualidad durante la moción de censura de Podemos contra Rajoy: el diputado popular Rafael Hernando recuperó la desafortunada expresión de Pablo Iglesias sobre la presentadora, cuando dijo aquello de «La azotaría hasta que sangrara». Pero fuera de ello, su lejanía de las cámaras ha reducido el perfil mediático de la periodista navarra. Hace justamente un año, Mariló Montero decía adiós a La mañana de la 1, de Televisión Española, después de siete en antena. Mariló decidió entonces tomarse un tiempo sabático en Nueva York, donde empezaba su carrera internacional como modelo su hija Rocío Crusset.
Según publica Informalia, sin embargo el objetivo de su estancia en la ciudad de los rascacielos no era hacer compañía a su hija, sino realizar algunos sueños pendientes, como dijo ella misma. Por ejemplo, perfeccionando su inglés, disfrutando de una vida sin el estrés de las audiencias, aprendiendo cosas nuevas y hasta haciéndose un selfie con Woody Allen, al que no es imposible encontrar por las calles de Manhattan.
A su vuelta a España se la vio visitar las instalaciones de Mediaset y todo parecía indicar que la periodista empezaría a trabajar con Telecinco en un programa a su medida. A Paolo Vasile le gustaba el perfil de la ex mujer de Carlos Herrera y parece que hubo buena sintonía entre ellos.
Sin embargo, Mariló Montero no regresa a los platós y de momento su vida profesional va por otros caminos que podríamos llamar el periodismo solidario. Ella misma nos lo ha explicado en los Premios Yo Dona: «No tengo prisa por volver a la tele». Estoy encantada con un proyecto de Naciones Unidas, el Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible». Mariló escribe las historias humanas y sociales que documentan los activistas de la ONU en los países donde trabajan y en sus planes entra también hacer ella misma esos viajes humanitarios.
Uno de los reportajes firmados por Mariló (publicado originalmente en el Diario de Sevilla en febrero de este año), Los pobres también ríen, ha tenido una gran repercusión en la web de este organismo de la ONU. La protagonista de la historia es la joven hondureña Xiomara Arriaga, madre de tres hijos y emprendedora admirable, que con su tienda de artesanía saca a adelante a su familia. Mariló está entusiasmada con este proyecto solidario, que además le permite ejercer su profesión, esta vez con la pluma en lugar de las cámaras.