En Ferraz han abierto la caja de los odios. Vuelve el Pacto del Tinell. Es un programa político vintage, para nostálgicos, como la chupa de cuero con la que Pedro Sánchez derrotó a Susana Díaz. PSOE: Los pozos del silencio
Al grano: la declaración conjunta del PSOE y de los socialistas catalanes –que ya se conoce como Declaración de Barcelona– para la reforma de la Constitución no tiene otro fin que desmantelar la igualdad entre los españoles y crear una co-soberanía entre Cataluña y el resto de España. Losantos, a la yugular del líder del PSOE por su ambigüedad con Cataluña: «‘Esquizosánchez’ necesita ayuda profesional»
ABC lo resume perfectamente en el editorial: «El socialismo español ha dejado de mirar a España como un todo y sólo mira a Cataluña como la oportunidad de abrir un frente revisionista del pacto constitucional». El PSOE escupe en las lápidas de sus víctimas de ETA
«Sólo a alguien que no sabe qué es la nación, como Pedro Sánchez, se le puede ocurrir entregar a los nacionalistas la creación de una Justicia catalana, todo un regalo de impunidad para el nacionalismo corrupto y sedicioso. Y esto lo propone un socialista»
En El Mundo Cayetana Álvarez de Toledo lo clava: «El odio del PSOE a la derecha -su aversión a un pacto con el Partido Popular- es más poderoso que su amor a la igualdad. Es decir, que su propia ambición». Por la boca muere… García-Page: «El PSOE no va a ganar a Podemos podemizándose»
La columnista del periódico de Unidad Editorial, que se perfile cada vez más como la adjunta a Paco Rosell, llama la atención sobre algunas deserciones en el PSOE:
«La capitulación del PSOE coincide con la salida, voluntaria o a la fuerza, de una serie de dirigentes que podrían haber constituido una corriente crítica de nueva generación: Juan Moscoso, David Vegara, Bernardino de León, Álex Sáez, Leire Iglesias, Francesc Vallés… Y con ellos Eduardo Madina, que aún no se ha ido pero que lo medita».
A la política española le faltan héroes. Aquí como dice Isabel San Sebastián en ABC: «Cada cual a lo suyo, protegiendo su parcela, su garito y sus votos, mientras los golpistas avanzan a paso firme hacia la consumación de su delirio, pasando sobre los cadáveres, felizmente solo políticos, que deja una determinación tan contumaz como peligrosa».
Este 16 de julio 2017 El Mundo se lo decia claramente en el editorial: Sánchez comete un error asumiendo el camino a ninguna parte del PSC:
Plantear una reforma constitucional nada menos que para modificar la organización territorial sin contar con el PP es una equivocación de bulto y un brindis al sol. Máxime si el PSOE pretende hacerlo acercándose peligrosamente a algunos de los postulados esgrimidos de manera recurrente por el separatismo catalán.