Seguimos con el tema catalán a vuelta. A menos de un mes ya para las elecciones autonómicas en Cataluña, el 21 de diciembre de 2017, a los líderes separatistas que pretenden presentarse a las urnas les empieza a entrar el canguelo y buscar argumentos, reales e impostados, para poder salir de la cárcel.
Así, en editoriales y columnas de la prensa de papel de este 22 de noviembre de 2017 podemos leer como todo un exvicepresidente como Oriol Junqueras (ERC) ya se ha cansado de ser el martir de Estremera y es capaz de comerse el sapo de que él cumple la legalidad con tal de salir del talego.
Salvador Sostres habla sobre el acongoje que persigue a Oriol Junqueras y cómo está buscando los argumentos para que le liberen del presidio:
Los más estrechos colaboradores del líder republicano, curtidos en toda clase de batallas que llevaron hasta las últimas consecuencias, le aconsejaron la semana pasada que no saliera de Estremera hasta pasadas las elecciones para no regalarle a Puigdemont la exclusiva de la épica del represaliado. Pero entre sus virtudes no se encuentran ni la valentía ni la capacidad de sacrificio y su esposa le ha exigido que haga lo imposible por volver a casa.
El diario El Mundo subraya que la Justicia no tiene por qué poner en la calle a un sedicioso que persiste en negar el imperio de la ley:
El líder de ERC aspira a llegar a las elecciones sin haber renegado de una hoja de ruta que liquidó el marco estatutario. Sin embargo, atendiendo a lo que podríamos llamar doctrina Forcadell, resultaría incomprensible dejar en libertad a Junqueras mientras éste no acepte la intervención del Govern y no renuncie de forma explícita a la vía unilateral.
Federico Jiménez Losantos critica el conchabeo político para acabar cargándose la Constitución española:
La Constitución Española no funciona porque los políticos, apoyados por comités expertos en justificar lo que les digan, la someten a la trituradora autonómica, esas 17 pirañas que han devorado al Estado y destrozado a la Nación.
Luis Ventoso, en ABC, no está por la labor de que se toque la Constitución Española:
¿Debemos reformar hoy la Constitución que nos devolvió la democracia y ha propiciado la etapa más libre y próspera de España? No, por supuesto. Todo retoque que tienda a fomentar un mayor autonomismo constituirá además una bofetada en la cara del sentir dominante entre los españoles, que abogan mayoritariamente por el modelo actual, o en todo caso por fortalecer el Estado. Por fortuna, Rajoy le hará un fino Lampedusa al torpe Sánchez.
José María Carrascal subraya que las mentiras de los separatistas van a continuar hasta el infinito y además sin disimulo alguno:
La prueba de que ese frente comunitario va a mantenerse cerrado a cal y canto a tal brote secesionista acaba de ofrecérnosla la negativa de trasladar a Barcelona la Agencia Europea del Medicamento, después de haber sido la principal candidata desde el comienzo. Ha quedado la última. Como los conocemos, no nos extrañaría que echasen la culpa al gobierno español. Sólo les queda la mentira, como la de Turull y Rull aceptando el 155 para salir de la cárcel sin renunciar a sus objetivos.
El editorial de La Razón pide a La Zarzuela que el Rey no deje de lado a Cataluña y que incremente su presencia en esa región:
Es importante restablecer cuanto antes la normalidad institucional y, precisamente por su ejemplaridad, es necesaria la presencia del Rey en Cataluña en tanto que Jefe del Estado. Las instituciones de la Generalitat están intervenidas por el Gobierno tras la aplicación del artículo 155, una decisión necesaria, limitada en el tiempo y consensuada por los partidos constitucionalistas, sin más objetivo que convocar elecciones, devolver la estabilidad política y frenar la sangría de empresas que estaban abandonando Cataluña – al que hay que sumar el golpe de que Barcelona no sea la seda de la EMA-, un tejido empresarial que Don Felipe conoce muy bien.