"Ahora nos someten a un Dragon Khan de decisiones incomprensibles que van desde la investidura de Jordi Sànchez a la petición republicana de acercarse a los socialistas"
Está fatal de los nervios. Quizá le pase factura ahora el haberse presentado a las elecciones generales de 1993, o su trágica aventura de llegar a la alcaldía de Barcelona con el respaldo de 46.000 barceloneses, o a lo mejor se acuerde de aquel año 1995 en que repitió en la lista de ERC al Congreso, obteniendo 162.000 votos, o quién sabe si del tema del PI, de la mano de Àngel Colom… sea como fuere está desquiciada, y carga incluso contra sus compinches de faena. (Épico estacazo del economista Gonzalo Bernardos a Pilar Rahola dejando en bolas su cuento separatista).
En un artículo que firma este lunes 6 de marzo de 2018 en ‘La Vanguardia‘, titulado ‘Ridículo’, Pilar Rahola pierde los papeles una vez más, y hace sangre a dentellada limpia acordándose de TV3: (La arrabalera Pilar Rahola vuelve a montar otro numerito en TV3 con un invitado)
«Si visto de cerca el panorama ya parecía un sketch del Polònia, ahora que estoy al otro lado del Atlántico, tengo la impresión de que la situación ha derivado hacia el esperpento. Por supuesto, se pueden entender los factores que interactúan en este festival de despropósitos, y cada vector tiene sus razones y explicaciones. Pero la ciudadanía no tiene por qué conocer los susurros que nos silban a la oreja de los connaisseurs, ni pide explicaciones alambicadas.
De hecho, vistos los últimos tiempos, si algo resulta grandioso, es la capacidad que ha demostrado la masa social independentista para entender y aceptar lo incomprensible. Son muchas las decisiones que no se han entendido, tantas como respuestas no dadas, pero lo han aguantado todo, desde las repúblicas abortadas hasta las porras policiales, y cuando han sido llamados a las urnas han respondido con más rotundidad de lo que imaginábamos todos: nosotros, y los del otro lado del puente aéreo.
Sin embargo, ¿cuánto más aguantarán? Esa es la pregunta que deberían hacerse los tres partidos del arco independentista, que parecen demasiado acostumbrados a que la ciudadanía se lo perdone todo. ¿Todo? Porque una cosa es pedir resistencia, y ahí están, resistiendo; otra es pedir resistencia sin entender todo lo que está ocurriendo, y ahí están, resistiendo; y otra muy distinta, pedir resistencia mientras los líderes políticos perpetúan un espantoso ridículo.
En ese punto, quizás ya no habrá tanta bula, ni tanta paciencia. Lo mínimo que se puede pedir, en este momento tan duro para Catalunya, sometida a la represión más importante que hemos sufrido desde el franquismo, es que nuestros políticos estén a la altura. Y cada día acumulan más bajura.
¿Qué carajo es esto? Después de más de 50 días de marear la perdiz del acuerdo, con las miserias de los partidos danzando entre bambalinas, ahora nos someten a un Dragon Khan de decisiones incomprensibles que van desde la investidura de Jordi Sànchez a la petición republicana de acercarse a los socialistas, o al iluminismo de la CUP que decide boicotear a un preso político que lleva cinco meses en la cárcel por su compromiso nacional.
No nos pidan que entendamos este sainete, nacido de las miserias de la baja política. Resuélvanlo ya. Y si son incapaces, tiren la toalla y hagan presidenta a la tal Arrimadas. Total, hay veces que parece que trabajen para ella».
Pilar Rahola, ridiculizada en casa propia con un ‘zasca’ bestial sobre el timo de la independencia