"Ahora en estos días con el frío que hace, un poco de calor del infierno puede ser bueno para la salud."
El lunes 24 de enero de 2011 en ‘Protagonistas’ (Punto Radio), programa que conduce desde hace 40 años el veterano periodista Luis del Olmo, el periodista leonés entrevistaba a Santiago Carrillo, con motivo de la publicación de su último libro, ‘La difícil reconciliación de los españoles: de la dictadura a la democracia’.
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La charla, en principio, discurría en un tono amable. Pero al llegar a la última pregunta, que versaba sobre la masacre de Paracuellos durante la Guerra Civil, Carrillo perdía los papeles.
Mire usted Luis, váyase usted al infierno. Me ha hecho esa pregunta cada vez que me ha interrogado. Le he contestado… Estoy hasta el copete de escucharle a usted preguntarme lo mismo cada vez que hemos hablado. Usted me ha dicho que es que hay gente que si no me lo pregunta le va a hacer reproches. Mire usted, que le hagan los reproches que quieran. Yo pienso que está usted demasiado preocupado por lo que diga la derecha, Luis.
Ante tal salida de tono, el veterano locutor, que no interrumpió a Carrillo en su discurso, no dudó en defenderse:
Preguntar no es ofender, don Santiago. Lamento que usted me haya mandado al infierno. No esperaba eso de usted.
Tras este reproche, Carrillo, quizá consciente de la gravedad de sus palabras, reculó:
Escuche, Luis. Yo tengo toda la simpatía del mundo por usted, pero ya es demasiado. Hace meses ya le respondí por quinta o sexta vez a esa pregunta y ya me duelen los colgajos de oír que usted me hace esa pregunta.
Ante esta ‘queja’, Del Olmo replicaba:
Le he hecho esta pregunta y le he hecho otras 14 preguntas. Me voy al infierno a ver si ahí me pueden condenar o me pueden absolver, don Santiago.
En ese momento, Carrillo trató de quitar hierro al asunto y se ‘disculpó’ del exabrupto:
Ahora en estos días con el frío que hace, un poco de calor del infierno puede ser bueno para la salud.
Usted sabe que el mi afecto también está con usted. Ahora, estamos hablando ante el público y hay cosas que no puedo evitar
