La enganchada de la semana pasada entre Pilar Rahola y Elisa Beni en el Gabinete de Julia Otero sigue trayendo cola en las redes sociales, y también es el sonido más escuchado de la web del programa Julia en la Onda.
El tema en cuestión era el atentado de la revista Charlie Hebdo, por el cual Pilar Rahola arrancó con el siguiente monólogo: «Este es el 11-S de la prensa. Estos locos nos han declarado la guerra, por una locura totalitaria a todos los que amamos la libertad. Este no es un tema religoso. Esto es que una ideología totalitaria secuestra a un Dios para su beneficio. El buenismo es una debilidad de las democracias, de la cual se aprovechan».
Elisa Beni, que compartía la tertulia con Fernando Iwasaki y Rahola, respondió a la catalana: «No debemos caer en trampas. Ellos manejan el concepto de la guerra, que es un error. La respuesta debe ser fría. Muchos dirán en nuestro país que nos debemos ser buenistas y que hay que responder» -justo lo que había defendido Rahola-.
Esta última entonces le contestó: «Es un error mezclar la discriminación con la delincuencia. La pena es que no hagamos nada y expulsemos a los imanes integristas que llenan la cabeza de mierda a chavales y les sugieren meterse una bomba en la barriga. A esos hay que expulsarlos».
«Este tema hay que tratarlo de forma sosegada», defendió Beni, ante una Rahola que se sintió aludida y contestó visiblemente molesta: «Aunque lo haga con pasión, defiendo ideas claras, fruto del racionamiento». Beni sostuvo que ha sido un error en nuestro país toda la investigación paralela del 11-M, por la cual hay ciudadanos que nunca han creído que el atentado de Madrid fuera obra del yihadismo. «No estamos acertando el tiro», cortó Rahola, a lo que Beni, enfadada por la interrupción le contestó: «Si quieres tiras y aciertas tú».
Pocos minutos después Rahola abogó por prohibir el burka, cosa que fue comparada por Beni con la estética de los judíos, por lo cual la catalana estalló: «Comparar estas cosas es una salvajada, Elisa». Otero entonces intentó templar gaitas y cortó el rifirafe para dar paso a la publicidad, intentando así que el debate no subiese más de tono.
A la vuelta las tertulianas volvieron a engancharse a gritos, por lo que a Julia Otero no le quedó más remedio que cortar los micrófonos a ambas contertulias para inmediatamente después despedir el programa.
