No veo a las redes sociales como una amenaza para el corresponsal, sino como un instrumento de información
Hablar con Ignacio Cembrero es hacerlo con uno de los mayores especialistas en el Magreb. El periodista, que después de muchos años en El País -incluida una traumática salida en 2014 tras las presiones del Gobierno marroquí, que le acusó de enaltecimiento del terrorismo- acabó recalando en El Mundo, cuya etapa, muy breve, ha decidido cerrar de manera voluntaria.
Cembrero acaba de recoger el premio que otorga el Club Internacional de Prensa al mejor corresponsal o enviado del año 2014 y por ese motivo fue invitado a El Burladero, la sección que habla de periodismo con periodistas en el programa ‘Rojo y Negro’ que se emite de lunes a jueves en Radio4G.
El veterano corresponsal reconoce que las Autoridades marroquíes le tenían en el punto de mira desde hacía tiempo -«cuando se cuentan algunas cosas se ponen muy nerviosas», tanto es así que, antes de mediar la querella por parte del Gobierno, acabó enterándose posteriormente de los contactos con el entonces Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero para presionar a la cúpula de Prisa con la intención de lograr su destitución, algo que no consiguieron pues afortunadamente «miraron para otro lado».
Sin embargo, tras la querella del Gobierno del reino alauí Cembrero no se sintió respaldado ni por la dirección de El País, que sin esperar a que se archivara la querella le llamó de vuelta a Madrid ni por el resto de la prensa convencional española. Sí recogieron su caso los digitales de nuestro país y medios prestigiosos del exterior, tanto en el Norte de África, como en Francia, Bélgica y blogs especializados en Estados Unidos. Ahora, tras su adiós al periódico de Unidad Editorial, ha decidido tomarse un tiempo para decidir su futuro: «tengo una propuesta modesta sobre la mesa, decidiré después del verano».
TITULARES MÁS RELEVANTES DE LA CONVERSACIÓN CON IGNACIO CEMBRERO EN ‘EL BURLADERO’:
Es una historia un poco larga. El primer ministro de Marruecos me puso una denuncia por enaltecimiento del terrorismo por colgar un vídeo de AlQaeda sobre el Magreb. Esa denuncia fue trasladada a la Audiencia Nacional. La dirección de El País me pidió que dejase la corresponsalía y me fuese a Madrid a ayudarles con otras cosas, yo contesté que esperásemos a que se archivara la denuncia porque estaba convencido. La anterior dirección [la de Javier Moreno] se negó y yo recurrí al Comité de Redacción del periódico. Al cabo de un mes me fui de El País
Fue un caso sonado fuera de España. Lo sacaron medios en el norte de África. Es curioso que Le Monde, Liberation, algunos blogs especializados en EE.UU se hayan hecho eco y aquí, en España, la prensa convencional no lo haya hecho. Tampoco me sorprende excesivamente. Hace unos años sí, pero con la situación de las empresas de ahora les hace ser más sensibles a las presiones. Son más débiles. Desde que empezó la crisis la prensa sigue en muy mal estado en el sur de Europa
Javier Moreno [exdirector de El País] no quiso en ningún momento abordar el asunto conmigo. Es una forma extraña de dirigir un periódico pero yo de este tema no hablé con él en ningún momento, lo hice con su segundo, Vicente Jiménez, que ahora es el director de la SER.
Dos miembros del gobierno socialista de Zapatero me contaron que en los últimos meses hubo gestiones del gobierno de Marruecos con el gobierno de Zapatero para que pidiera a Prisa que me quitaran del norte de Africa. Ellos me aseguran que miraron para otro lado y no hicieron caso a esta petición, hasta que llegó mi denuncia de enaltecimiento del terrorismo
No soy antimarroquí. Creo que es un país muy acogedor, aconsejo ir de turismo, merece la pena. Pero dicho esto hay determinadas cosas que hay que contar y no siempre se cuentan y si se intenta hacer a sus Autoridades les pone muy nerviosas
Creo que no hay vuelta de hoja a la figura del corresponsal, pero cuando vuelva la época de bonanza espero que los medios puedan volver a tener a periodistas especializados y con medios para trabajar en según que lugares. Internet y las redes sociales han cambiado el periodismo. Yo no las veo como amenaza, las veo como un magnífico instrumento de información y trabajo.
El primer requisito para un corresponsal es tener curiosidad para lo que ocurre alrededor y no perderla nunca. Eso no es solo para el corresponsal, es para cualquier periodista. Existe el riesgo de perder frescura cuando ya llevas un tiempo en el país. Solo el periodista especializado logra marcar diferencia con los demás. Las exclusivas son fruto de trabajar un área
