En EEUU tienen unas líneas para cualquier asunto y preguntes lo que preguntes nunca se salen de ese discurso oficial
Aunque actualmente desempeña su labor en Madrid para El Confidencial, Ángel Villarino ha ejercido el periodismo con residencia fija en Roma, Bangkok, Pekín y Washigton, amén de haber sido enviado especial a más de 25 países. De sus experiencias en destinos tan exóticos y las lecciones que sacó ejerciendo el periodismo internacional hablamos en ‘El Burladero’ de Rojo y Negro en Radio4G.
TITULARES MÁS RELEVANTES DE LA CONVERSACIÓN CON ÁNGEL VILLARINO EN ‘EL BURLADERO’:
Después de pasar 12 años conociendo mundo te das cuenta que vivir fuera también tiene una serie de inconvenientes pero a mí lo que me gustaba era el periodismo internacional y hacerlo desde el terreno
Comencé trabajando para La Razón en mi Erasmus en Italia. Ahora hay muchos ‘freelance’ pero hace 12 años cuando yo me fui no estaba tan extendido, en Roma fui de los primeros. La colaboración no me daba para pagarme una habitación entera, compartía, pero como había pocos ‘freelance’ pronto empezaron a surgir encargos
Me fui a Tailandia sin haber estado nunca en Asia. Estaba convencido que era el sitio donde estaba pasando todo. Allí todo cambia muy deprisa y desde Bangkok todo tienes a tiro de piedra y a precio reducido, se viaja barato. No había estado nunca en Asia.
No hay un manual de instrucciones para los primeros días del corresponsal. Normalmente cuando uno llega trae tres o cuatro teléfonos de gente que ya está allí. Suele haber un Club de Corresponsales, que en Tailandia era curioso porque era un bar, y allí haces los primeros contactos y poco a poco. En mi caso tuve la suerte que mi primer padrino fue David Jiménez [primer corresponsal de El Mundo]
China controla bastante al grupo de periodistas extranjeros que tiene allí pero no es como Cuba. China te controla y todo el rato juega con tu visado.
Hay líneas rojas, temas que hay que intentar no tocar, para no tener problemas no tanto tu, sino tus asistentes, ya que el 90% de periodistas acreditados trabajan con asistentes o traductores. En Pekín lo peor que te puede pasar es que te quiten el visado y te echen. Para un ‘freelance’ es lo peor que te puede pasar porque puedes perder tu trabajo pero los asistentes y los trabajadores pueden acabar directamente en la cárcel
Las líneas rojas son disidencia, Tíbet…temas que el Gobierno chino no quieren que salgan retratados. De la contaminación ambientan sí se puede hablar porque es tan evidente que tampoco se puede ocultar.
La corresponsalía de Washington no me terminó de encantar, fue donde más me he aburrido con diferencia. Allí estaba encargado de las relaciones bilaterales entre EEUU y México. Mi percepción es que la política de allí es transparente porque tienes mucha información que poder consultar, pero hasta cierto punto. Pero independientemente de lo que preguntes tienen unas líneas y nunca se salen de ese discurso oficial.
