Víctor Laínez, de 55 años, natural de Terrassa (Barcelona) y vecino desde hace años de Zaragoza, ha fallecido este 12 de diciembre 2017 en la capital aragonesa a consecuencia de la agresión sufrida el 8 de diciembre 2017 por un joven, al parecer, porque no le gustó que llevara unos tirantes con la bandera española.
Y Rodrigo Lanza, el asesino antisistema de origen chileno que ya dejó tetrapléjico un guardia urbano, está relacionado con movimientos de la extrema izquierda y la CUP en Cataluña, y cuya madre es una activista vinculada a colectivos y asociaciones de su entorno. Con semejante pasado, no extraña que los que apadrinan a los violentos con escaño, nómina y coche oficial salgan a defenderle.
Por ese motivo, Carlos Herrera ha estallado contra esta panda de podemitas que justifican la violencia cuando es aplicada a golpe de barra de hierro sobre sus enemigos:
«Los medios y las redes te pueden llamar ‘fascista’ en cualquier momento porque es una cosa que está a flor de boca. Atacado por la espalda. Este hombre llevaba simplemente unos tirantes [con la bandera de España] Seguramente Víctor tendrá una segunda muerte. La de algunos medios que investigarán a ver quié era este… ‘A ver si éste era admirador de Falange’, yo qué sé. Y desde luego algunos afines al asesino que van a difamar al muerto. Fíjense ustedes lo que estaríamos diciendo si hubiera sido al revés. No es un mártir del fascismo oficial. Por eso no va a recibir homenajes de ningún ayuntamiento. Del de Zaragoza seguro que no. No se pedirán explicaciones al ministro del Interior en el Parlamento. No se pondrá el cretino de [Diego] Cañamero una camiseta con su cara, en todo caso, se pondrá la del otro. Las diferentes varas de medir que tiene la gente».