Tienen más salidas que el metro de Sol o de Plaza Elíptica cuando no les interesa meterse en asuntos pantanosos.
Los de Podemos se han convertido en unos maestros a la hora de eludir cuestiones que no les renta, electoralmente hablando. Y si hay un tema que a los podemitas les ha hecho un daño terrible en las urnas es Cataluña.
Su indefinición constante, que en realidad no es tal, a la hora de hacer frente al reto separatista les ha llevado a pegarse un talegazo en las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017 y, lejos de entender la lección, volvieron a perpetrar otro disparate permitiendo que la Mesa de ese parlamento autonómico estuviese presidida por un separatista, Roger Torrent.
Y claro, entrevista a la que va un cargo relevante de Podemos, la pregunta sobre Cataluña es obligada y las respuestas evasivas están en el manual de guerra de los dirigentes.
Pero la contestación que dio Irene Montero en Radio Nacional de España para argumentar que por qué su partido no habla de Cataluña es de marca mayor y para que en las facultades de periodismo se estudie como un digno caso de periodismo Groucho Marx o, dicho de otra manera, si en mi casa preguntan por ajos, yo digo que tengo cebollas.
¿Sabes por qué no me preguntaron ayer las mujeres en Elche por Cataluña? Porque cobran dos euros la hora cosiendo zapatos.
¿Sabes por qué no me preguntaron ayer las mujeres en Elche por Cataluña? Porque cobran dos euros la hora cosiendo zapatos. pic.twitter.com/sAmN4BvGcx
— Irene Montero (@Irene_Montero_) 26 de enero de 2018