OPORTUNIDAD PERDIDA EN EL 'SALVADOS' DE JORDI ÉVOLE

Ocho reflexiones sobre el decepcionante reencuentro entre De la Morena y García

García saca pecho de su defensa de los pobres: "He sido inflexible por los de arriba y súper generoso con los de abajo"

Reflexiones sobre el ‘Salvados’ de De la Morena y José María García

1) La obsesión de Jordi Évole por José María García

Quienes sigan la trayectoria de Jordi Évole ya habrán advertido la fijación que tiene hacía José María García. Con la de ‘Salvados’ del 11.02.2018 ya era la tercera vez que le entrevistaba. La primera fue en ‘Buenafuente’ en 2006, la segunda ya en ‘Salvados’ en La Sexta en junio de 2009 y la tercera, de nuevo en ‘Salvados’ en La Sexta en mayo de 2011.

En las cuatro Évole permite a García que hable como el gran profesor que evalúa a todos los medios de comunicación (todos son una mierda, y ninguno es auténticamente independiente ahora que no está él), mientras Évole finge sorpresa y admiración escuchando a García repetir las mismas cosas que ya le hemos escuchado decir en otras tropecientas entrevistas más.

Viendo esa fijación de Évole por García (como por Pedrojota Ramírez) uno se pregunta si el antaño ‘Follonero’ y hoy encarnación del periodismo ‘guay’, tiene muchas ganas de sentirse que es un nuevo García o Ramírez y por eso siente esa admiración por los periodistas que han presumido de marcar la agenda del país en política o deportes.

Realmente viendo a José María García poner a caldo una vez más ‘a los poderosos’ – ahora añadió a Villar Mir – ante la mirada cautivada de Évole uno se preguntaba… «¿Acaso García se cree que él no era de los poderosos?» (como cuando Mario Conde ponía a parir a ‘El Sistema’ como si él fuera de la Comuna de Aragón). Él fue tan casta y tan ‘poder’ como los otros. Igual que ya lo es Évole, como acertadamente le dijo Juan Luis Cebrián.

2) La humillación de Évole a De la Morena

La única duda que queda es si Évole quería hacer la enésima entrevista a José María PongoAParirATodoDios García para enseñarnos una vez más que no tiene abuela… ¿necesitaba para ello humillar a José Ramón de la Morena? Presentó el programa como el de ‘Los Reyes de la noche’ para luego reducir a De la Morena a un mero comparsa al final del programa (no apareció hasta el minuto 45 de un programa de una hora)? Y mientras a García se le permitió pontificar sobre todo, política, PSOE, Podemos, Rivera, medios, Familia Real, al pobre De la Morena a penas le dejaron decir cuatro cosas ante ‘el maestro’. Fue usado prácticamente para dar bombo al programa. Un poco de tácto, Jordi.

3) ¿Evento histórico de reunir a De la Morena con García?

Jordi Évole no dudo en decir que juntar a García con De la Morena era un momento histórico. A los documentalistas se les vendría a la mente aquel momento ridículo de ‘Salvados’ en que Évole junto a Zapatero con Jiménez Losantos y dijo «reunión histórica, por primera vez Losantos con un socialista» con lo que Évole demostraba ignorar que Zapatero había estado dos veces de invitado en el programa de Losantos. La documentación histórica nunca ha sido el fuerte de Évole (como ya demostró al intentar ligar a Cebrián con la banca por accionistas de PRISA y evidenció desconocer que el propio Cebrián había sido consejero de un banco, Bankinter). Tenía su gracia ver a Évole en blanco cuando García citaba a un ‘secretario de estado deportes’ sin que él tuviera repajonera idea de sobre quién le hablaba. Deberes, Jordi, deberías saber que más de un secretario de estado de deportes tuvo bastante que ver en esa guerra mediática sobre la que, en teoría, iba el programa ‘Salvados’ (y si Cortés Elvira o Martín Marín andaban viendo el programa igual se echaron unas risas).

En todo caso ‘sentar juntos’ a García y De la Morena, teniendo en cuenta que ambos ya habían aireado que habían hecho las paces, que hace 15 años que ya no son competidores, que García estáa retirado y le entusiasma poder sermonear ante las cámaras y que De la Morena ya no está en la SER ni en PRISA, sino en Atresmedia (la misma empresa para la que trabaja Évole), pues, digamos que lograr la hazaña de la reunión no es de Nobel de la Paz.

3) La ‘encerrona’ al Rey Juan Carlos

Cuando Jordi Évole se indigna de que figuras importantes del país no le concedan entrevistas tendría que pensar en lo importante para los que llevan producción y negocian entrevistas respetar lo acordado. Intentar meter a Juan Carlos I en una entrevista política después de haberle dicho que entraba sólo a felicitar a García no parece muy inteligente de cara a pactar futuras entrevistas. Dejando al margen que Évole parece muy crítico cuando las encerronas las hacen otros – hace poco parecía muy indignado con una encerrona de un tipo a Carles Puigdemont – pero no tanto cuando las hace él. Un profesional como él debería, por su propio interés, saber que cuando se pacta una entrevista o intervención, si no se cumple lo pactado, te estás poniendo piedras de cara a negociar futuras entrevistas. Él sabrá…

En todo caso sorprende que el Rey emérito se prestara a participar en ‘Salvados’ para elogiar a José María García que minutos antes lo acaba de poner a parir y que en su última entrevista en TV3, a Canut, prácticamente acusó a Don Juan Carlos de golpista.

4) De los personajes de los que nunca se habla en las entrevistas de trayectoria a García...

Si alguien quisiera algún día hacer una entrevista para analizar en serio la trayectoria de José María García hay una serie de nombres que inevitablemente tendrían que salir y que tuvieron un papel fundamental en el trasfondo de todos aquellos conflictos: Carlos Goyanes, Javier de la Rosa, Alfredo Fraile, Javier Clemente, Jorge Valdano, Antonio Asensio, José Plaza, Ángel María Villar, Eugenio Galdón. García lo sabe y De la Morena también. Évole, en cambio, no parecía saberlo.

Si Évole de verdad escuchó en su día, como dice, ‘El Larguero’ y ‘SúperGarcía’ debería recordar que ambos insistían desde sus respectivas trincheras que era una guerra sobre intereses económicos y empresariales. Sin embargo a juzgar por el programa de Évole parece como si aquella guerra fuera un mero ‘calentón’ personal.

Por poner un ejemplo, citó al ex presidente del Real Madrid Ramón Mendoza… pero… ¿se molestó Jordi Évole en preguntar el por qué de ese conflicto? ¿No es eso lo que debería hacer un periodista, preguntar? ¿Preguntar si influiyó algo el detalle de que Mendoza estaba en el Consejo de Administración de PRISA, es decir, era ‘jefe’ de De la Morena? ¿Preguntar si influyó qué papel jugó en aquella gresca que Mendoza defenestrara de su equipo a cierto empresario íntimo de García salpicado por la Operación Nécora?

¿Que papel tenían que ver los contratos de Dorna? ¿No era interesante haber preguntado a ambos personajes sobre esos temas o sobre si alguna vez ambos habían sido portavoz de intereses económicos? Sólo citó a Ángel María Villar y lo hizo sólo al principio y cuando De la Morena (que tanto podía haber hablado de aquella alianza de Villar con García no estaba delante. Al de Brunete ni le dejaron hablar sobre la Federación.

5) García: «He sido inflexible por los de arriba y súper generoso con los de abajo»

García volvió a repetir lo malos que son todos los medios en España: PRISA vendida, el duopolio vendido, los medios de la Iglesia casposos (lo cual no está mal en quien trabajó ocho años para ellos), etc, etc. Eso si no queda claro si para García el mayor delito de estos medios es que no hayan seguido contando con él.

Pero hubo una frase genial: «He sido inflexible con los de arriba» en referencia a los directivos mediáticos. Lo dice cómo si él nunca hubiera sido de arriba… ¿o se olvida de que fue el máximo jefe de aquel grupo mediático que pretendió ser ‘Admira Sport’ (Onda Cero / Antena 3 / Vía Digital) y que se fue al traste, según García, por culpa de todos menos de él? Supongo que cuando dice ‘inflexible’ se refiere a que quería mandar sobre sus jefes, porque básicamente los nombraba o echaba él. ¿O quién echó si no a Salvador Sánchez Teherán o a Pedro Díez como directivos de COPE? (A Pedro Díez, encima lo volvió a echar luego en Onda Cero).

Pero la cosa mejoró cuando dijo: «He sido súper generoso con los de abajo». Es en ese momento cuando a muchos se nos proyecta en la mente la imagen de García gritando a Ana José Cancio porque la joven periodista se atrevió a reprochar al Butano que también tenía derecho a entrevistar a los ciclistas que él acaparaba «¡Lo tengo las veces que me sale de los cojones, que sea la última vez que te atreves a decireme nada!». Lo cual prueba su gran generosidad.

En el programa salió Cristina Gallo en nombre de los que trabajaron con García (hubiera molado más Julio Merino en La Sexta, dada su ideología). Pero si se trataba en analizar la generosidad de García con sus compañeros periodistas podía haber preguntado a Pedro Pablo Parrado (García pidió su cabeza en la Cadena Rato), J. J. Santos (García pidió su cabeza en Radio España), César Lumbreras (García pidió su cabeza en COPE), Javier Ares (García lo llevó a los tribunales tras acusarle de hacerle chantaje) o Gaspar Rosetti (que dejó escrito en célebres artículos en Diario 16 lo que pensaba de su ex jefe), igual esa ‘generosidad’ hubiera quedado algo cuestionada.

6) De la Morena: «Nunca me metí con él de entrada»

Cuesta meterse con De la Morena después de la humillación del programa. Una única reflexión sobre sus palabras. Volvió a repetir, como en tantas otras ocasiones que él sólo ‘contestaba’ a García, como si simplemente fuera un joven impulsivo al que se le calentara la boca cuando le provocaban.

El problema para los que tengan memoria, es que recordarán que De la Morena tenía una sección que llevaba Alfonso Azuara que era, básicamente, meterse con García todos los días, haciendo ‘zapping’ con sus palabras, emitiendo sus declaraciones para ridiculizarle, etc. Eso no es un ‘calentón’, eso es una estrategia que decidió seguir ‘El Larguero’ y, dado que se mantuvo durante cinco temporadas, tuvo por fuerza que ser autorizada por la dirección de la SER (Delkader y compañía).

Así que de ‘calentón’ nada, Josérra, era una estrategia para crecer a base de polemizar y salió bien. Exactamente lo mismo, por cierto, que hizo El Mundo en sus inicios en prensa o, más claramente, La Sexta de José Miguel Contreras en sus inicios en televisión.

7) Ojo con esos audio

No deja de ser curioso que una productora como la de Jordi Évole, que es de suponer tenga su presupuesto cortesía de Atresmedia, no contactara con la Cadena COPE, la Cadena SER o la Cadena Onda Cero para negociar el uso de su archivo para emitir audios de García o De la Morena, sino que optara por los archivos de seguidores hemerotequistas y mediólogos como los de las webs Radio Chips, La Hemeroteca del Buitre o los del Grupo Risa. Aunque ahorrar siempre es importante.

Eso sí, podrían al menos rotular bien. Pusieron un célebre audio de García metiéndose con el ‘Vizconde’ (por De la Morena) y rotularon «Cadena COPE». No, hombre, compañeros de ‘Salvados’, eso no lo dijo en la COPE, eso fue en Onda Cero (noviembre de 2001, para más datos). Entre otras cosas porque durante su etapa en COPE (1992-2000) José María García se cuidó mucho de no citar nunca el nombre de De la Morena y centrar sus ataques en sus jefes (Polanco, Mendoza…etc).

En una polémica el grande nunca debe citar al pequeño para no hacerle crecer. Pero tras su pase a Onda Cero, García pasó a ser él el pequeño de la polémica (según el EGM, a partir de 2000 ‘El Larguero’ le sacaba a García más de medio millón de oyentes, y sólo entonces García empezó a atacar por su nombre a De la Morena). Ya que citan audios, al menos que los citen bien, lo tienen en Google. Hagan bien los deberes.

8) Oportunidad perdida

Cuando uno ha visto a Jordi Évole presumir tanto de poner nervioso a entrevistados sacándoles cosas chungas con su Ipad, y en cambio sacar apenas un par de chucherias contra García y De la Morena, cuando había taaantas cosas que podía haber sacado de los dos veteranos periodistas (y empresarios) García y De la Morena, la cosa resultó bastante decepcionante y más en una entrevista en la que se atrevieron a insultar – aunque fuera entre líneas – al difunto Jesús Hermida con un adjetivo que otros podrían haber usado para la entrevista en cuestión.

Fue una oportunidad perdida. Ver a una estrella mediática reflexionar sobre si fue vocero de los negocios de otros o de intereses político-mediáticos, o de lo que hay detrás de sus polémicas hubiera tenido su gracia pero no pudo ser. En su lugar nos ofrecieron por enésima vez el recital de una antigua estrella criticando lo mal que lo hacen todos menos él es más de lo mismo que ya habíamos escuchado demasiadas veces.

No hubo pregunta de «por qué» de las grescas y los conflictos, ni qué intereses había detrás de la guerra, de los derechos del fútbol, a pesar de que De la Morena y García tienen en sus respectivos CV minutos y minutos de programación dedicados a defender a empresas y sus intereses explotación de los derechos de emisión del fútbol. Ni se citó. No hablemos de pelotazos ‘telefónicos’, ni de recalificaciones bruneteras, sólo un par de charcarrillos y ya está. No era ‘periodismo’ era un ‘Qué tiempo tan feliz’ con cuatro monerías.. Decepcionante, muy decepcionante.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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