A Melchor Miralles le dejan el sueldo, la tarjeta de crédito y un buen despacho
Aunque media España sigue estupefacta ante el aguante demostrado en su momento por Pedrojota Ramírez, no es esa la principal cualidad del director de El Mundo.
Lo que ha permitido a Pedrojota salir de embrollos que hubieran acabado con la carrera profesional y la vida personal del mejor plantado, no es su notable capacidad de encajar, sino el íntimo convencimiento de que todo lo que es bueno para él es bueno por naturaleza. Y al revés.
Y da igual lo que dijera o pensara antes, si llegado el momento le conviene cambiarlo. ¿Se acuerdan ustedes de lo que decía y opinaba no hace mucho sobre Ernesto Sáenz de Buruaga?
El 23 de noviembre de 2002, sin ir muy lejos, en una de sus largas cartas dominicales y cuando todavía estaba Aznar en La Moncloa, escribía:
«Corremos el riesgo de seguir llamando Democracia a algo que en realidad tenga todos los atributos de una plutocracia, o sea del gobierno de los más ricos».
«Pese a que sobrevivan el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, el poder fáctico se ha dividido en político, económico y mediático y cuando alguien -directa o indirectamente, por sí mismo o a través de sus aliados- reúne las suficientes dosis de cada uno de esos tres ingredientes su margen de maniobra e impunidad en nada tiene que envidiar al de Vespasiano y los demás césares».
Algún incauto pensaría que iba a leer un acto de contrición por el pelotazo de casi 10 millones de euros que había dado apenas unos meses antes, cuando se salió de Onda Cero, renunció a seguir manejando La Brújula y traspasó a Admira /Telefónica las emisoras recibidas en graciosa concesión de los distintos gobiernos autonómicos del PP.
EL BOTONES SACARINO
Nada de eso. Cubriéndose pudorosamente con la frase «aunque formalmente gobierne un partido compuesto en su mayoría por personas íntegras de economía modesta«, Pedrojota atacaba a César Alierta, que a esas altura seguía pagando las facturas del carísimo suplemento Cultural que edita El Mundo, además de entregarle otras regalías.
Lo bueno venía al final, cuando Pedrojota, refiriéndose a Ernesto Sáenz de Buruaga, a la sazón mandamás en Antena 3 y protegido de Alierta, afirmaba:
«El nuevo Vespasiano me mandó ejecutar… a través del botones Sacarino. A ver, Sacarino, usted que tiene tantos premios y ahora que le hemos ascendido, dígale a Isabel San Sebastián que no consiento que el director de El Mundo vuelva a salir nunca en mi televisión. A la orden, don Cesáreo, ¿manda usted alguna cosa más?».
Los ciudadanos normales supondrán que Ernesto Sáenz de Buruaga se habría enfadado al verse tratado como un trapo y por segunda vez en una semana, en las páginas del segundo periódico nacional.
Imaginarán que el conocido periodista no iba a olvidar la ofensa y que retiraría hasta el saludo a Pedrojota. Que rompería con él. Nada de eso. El «botones Sacarino« siguió sonriendo a Pedrojota, no fuesen a cambiar las tornas y a él le pasasen factura.
Rara vez, durante años, Casimiro García-Abadillo o Melchor Miralles han faltado como invitados a Madrid Opina, el programa que dirige en Telemadrid y ahora, Buruaga saca réditos a su «buen comportamiento«.
COPE Y VEO TV
Dentro de poco le podremos escuchar todas las mañanas en la COPE y le veremos, los que tengan ganas y tiempo, en Veo TV, porque Pedrojota lo ha fichado para su televisión con su mano derecha, Rafael Ortega, y por la friolera de 600.00 euros.
Como informó puntulamente Periodista Digital, el objetivo real de la oferta no es que Buruaga suba datos de audiencia de Veo, sino que haga de ‘caballo de Troya’ para un plácido desembarco de Pedrojota en las mañanas de la COPE, a corto plazo, y a medio y largo plazo al control del conjunto de los informativos de la cadena.
Miralles ayer no quiso hacer declaraciones a este medio y dedicó buen aparte del día a lanzar sus ya clásicos mensajes místicos de paz y amor en Twitter. En Unidad Editorial le buscan sitio y él sólo tiene claro -según cuentan fuentes cercanas a Veo7- que no les perdonará un euro de su contrato blindado.