Más de 3.000 personas llenaron la Rambla de Cataluña en los aledaños de la fuente de Canaletas para mostrar su apoyo incondicional a la Rojigualda
La histórica victoria de este miércoles de la Selección española frente a Alemania rompió los audímetros. Nada más y nada menos que 14.007.000 de espectadores siguieron el partido en directo por televisión, con una cuota del 81,5% de
audiencia sumando las tres cadenas que lo retransmitieron –Telecinco, Canal + Liga y Canal Plus–. En Cataluña el seguimiento del partido fue masivo. Más de dos millonesde catalanes estuvieron pegados al televisor de media, mientras que 3.330.000 espectadores llegaron a conectar en algún momento con el duelo entre españoles y germanos.
Todo ello en un contexto marcado por la voluntad de la Generalitat por subvencionar selecciones deportivas propias, como lo demuestran los 1,2 millones de euros que destina a la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas para “la promoción internacional del deporte catalán y de sus selecciones”. El pico de audiencia se produjo a las 22.19, instantes antes de que el árbi-tro pitara el final del partido.
En ese momento, más de 17 millones de españoles –el 88,1% de la audiencia– estaban preparándose para vivir una noche mágica. L os andaluces fueron losforofos. Un 84,9 % de sus ciudadanos vieron el partido. Les siguen murcianos,
valencianos y baleares.
Lo cierto es que pocos minutos antes de empezar el partido las ciudades españolas mostraban una insólita imagen: calles y playas vacías, concentraciones en bares y plazaspara animar a los de Del Bosque. Una vez terminado el partido, el silencio y la soledad se transformaron en riadas de gente equipada con los colores de la Selección y la bandera española, cantando y gritando,de coches pitando, de petardos sonando. Euforia desmesurada. España jugaba por primera vez una final de un Mundial y se tenía que celebrar. Barcelona no fue una excepción.
Más de 3.000 personas llenaron la Rambla de Cataluña en los aledaños de la fuente de Canaletas para mostrar su apoyo incondicional a la Rojigualda. Otro millar de aficionados se concentraron en la plaza de España, recordando la estampa de hace dos años cuando los de Luis Aragonés se alzaron con la Eurocopa. En la plaza Artós unos 500 jóvenes se reunieron para festejar la efeméride bajo consignas poco afortunadas. Las quejas del Partido Popular y de Ciudadanos parecen haber hecho mella en el consistorio barcelonés.
Tras la negativa ofrecida por el ayuntamiento gobernado por Jordi Hereu a instalar pantallas para poder seguir los partidos de la Selección en la ciudad condal , ayer Assumpta Escarp, teniente de alcalde de la localidad, confirmó que desde la corporación instalarán una pantalla gigante para seguir la final del Mundial “con el objetivo de concentrar en un mismo punto de la ciudad las celebraciones en caso de victoria”. Será la primera vez en este Mundial que la alcaldía brinda a sus ciudadanos la oportunidad de disfrutar del partido en un recinto abierto y entre multitudes.
Será en el cruce entre las avenidas María Cristina y Rius i Taulet. El PP catalán por un lado y Ciudadanos por otro organizaron maneras diferentes para poder seguir “en masa” la semifinal. Los populares alquilaron una sala de cine con capacidad para 400 personas, mientras que el partido presidido por Albert Rivera organizó un encuentro en la playa Mar Bella.
Originalmente publicado en La Gaceta.
