En la Cataluña de Artur Mas, Carod Rovira y José Montilla, donde se prohiben las corridas de toros, Belén Esteban cosecharía el 8,9% de los votos, un punto por encima de la media nacional
¡Escalofriante! Y uno, sonrojado, no sabe ya si el problema son las cadenas de televisión, convertidas en un carrusel de morbo, la escasa profundidad cultural de los españoles, la desilusión que transmiten unos políticos de medio pelo y con afición a meter la mano en la caja o la proclividad humana a la chabacanería.
El caso es que si Belén Esteban decidiera hoy presentar su candidatura a la presidencia del gobierno español, contaría con el apoyo del 7,9% del electorado español.
En otras palabras, en ‘belenestebanismo‘ se convertiría en la tercera fuerza política de España, sólo por detrás de PP (40%) y PSOE (37%) y muy por encima de Izquierda Unida, Convergencia y Unio, PNV, ERC y BNG.
Suena a coña, pero eso permitiría a la llamada ‘Princesa del Pueblo‘ convertirse en el fiel de la balanza parlamentaria, con la posibilidad de influir de forma determinante hasta en el nombre del presidente del Gobierno. Para entender la situación, no hubiera hecho falta a Zapatero ceder nuevas transferencias y entregar 472 millones al nacionalista Urkullu para sacar adelante sus frágiles presupuestos.
Esto al día de hoy y según el macrosondeo elaborado por la empresa Sigma Dos para Telecinco, en el que se ha encuestado telefónicamente a 3.200 personas.
Sigma Dos, dirigida por el sociólogo Malo de Molina, quien habitualmente hace trabajos para el diario El Mundo, es una empresa seria y tanto el número de entrevistas como los criterios aplicados en el estudio, realizado en junio de 2010, son iguales a los de cualquier otra encuesta electoral.
El margen de error es un +/- 3%, similar al de cualquier encuesta preelectoral de esa entidad.
Hay datos curiosos en el sondeo, que este jueves permitirá a Telecinco, tirando del equipo de La Noria, montar un acalorado debate, tras el estreno oficial en prime time del interminable documental hagiográfico que la cadena de sus amores dedica a la folcórica de sus amores.
Sería en Cataluña, por ejemplo, donde la irrupción parlamentaria de Belén Esteban tendría más fuerza. Allí, en la tierra de Artur Mas, Carod Rovira y José Montilla, donde se prohiben en el Parlamento la lidia y se han echado abajo todos los carteles del Toro de Osborne que había por las carreteras, Belén Esteban cosecharía el 8,9% de los votos, un punto por encima de la media nacional.
Con ese porcentaje, los ‘belenestabanistas‘ serían la tercera fuerza política de Cataluña, por delante del PP, partido al que arrebatarían tres escaños y mordiendo a fondo en las filas del confuso PSC.